La moneda del trillón de dólares

Hace ocho años escribimos por aquí un artículo titulado “el cansino tema del techo de deuda” un tema que es cansino porque es algo que se repite mucho en EEUU y les genera bastantes problemas.

Hasta 1917 en los EUA cada vez que el estado quería endeudarse debía pedir permiso al Congreso pero con el enorme gasto público que se originó por la participación del país en la I Guerra Mundial decidieron cambiar el sistema. Implantaron un techo de deuda que se concretó en 1939 con una cifra total: sólo se podría superar esa cifra con la aprobación de las dos cámaras y mientras se llegaba a ese nivel el gobierno de turno era libre de endeudarse.

Ese tope incluye cualquier deuda de la Administración, desde la emisión de bonos a los programas de sanidad públicos pasando por las pensiones por lo que elevarlo se antoja imprescindible no sólo para que el país no caiga en la bancarrota con sus deudores sino incluso para el funcionamiento interno del país ya que los EUA, como la mayoría de estados, sobreviven gracias al endeudamiento puesto que utilizan ingresos que esperan obtener en el futuro para costear los gastos presentes. 

Y para salvar esta situación en la que la administración podría quedarse paralizada (como ya ha ocurrido algunas veces) siempre sobrevuela la idea de la moneda del trillón (billones europeos) de dólares.

Ante esta tesitura hay diversas opiniones que van desde la eliminación de dicho techo -lo cual parece tendría sentido puesto que aparentemente nunca ha servido para nada- hasta la idea de P. Krugman de utilizar una argucia legal: ya que el Tesoro tiene potestad para emitir monedas conmemorativas de curso legal, propone que emita un billete de un trillón de $ (sí, como el del episodio de los Simpsons) –un billón europeo- que resolvería el problema. Difícil de cuantificar la pérdida de credibilidad que supondría una maniobra tan arriesgada y en cuanto a la eliminación del techo de deuda, sería imposible sin el voto favorable de los republicanos que no creo estén por la labor pero es que además la existencia del techo sí que ha servido para algo: periódicamente tanto políticos como ciudadanos son conscientes de los peligros de la deuda y aunque aquellos sean tan irresponsables de no reducirla, creo es importante que al menos se hable de ello.

La moneda tendría que ser de platino, puesto que es el único metal que la ley de moneda estadounidense permite que tenga un valor superior a los 50 dólares.

Cuando hablamos de esto por aquí hace ocho años la idea parecía más un concepto teórico que algo realmente realizable pero viendo el papel que los bancos centrales tienen actualmente en la economía, no sería ninguna locura que se decidiesen a acuñar la moneda más valiosa de la historia ya que de nuevo el cansino tema del techo de deuda amenaza al gobierno americano.

Al final los países cada vez están tirando más por la solución sencilla de imprimir dinero para para pagar las facturas del gobierno y nunca en la historia a acabado bien este tipo de soluciones.