Cada vez son más las viviendas que se venden sin hipoteca, sin necesidad de preocuparse por el valor del Euribor de hoy o el devenir de los tipos de interés, son vivienda que se compra a tocateja, un billete encima del otro, un tipo de compra que en algunas Comunidades Autónomas la cifra es más que significativa, por ejemplo en la Comunidad Valenciana el 55% de la viviendas se vendieron así.
No obstante, la Comunidad Valenciana es la única con un mayor número de compras al contado que con hipotecas en 2023, seguida por La Rioja (49,2%), Murcia, Cantabria y Asturias. En contraste, el País Vasco y Madrid presentaron los menores porcentajes de compras al contado, con apenas un 5,5% y un 8,4%, respectivamente.
El incremento de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), alcanzando el 4,5% en un intento por controlar la inflación en la zona euro, ha tenido un impacto significativo en el mercado hipotecario. Esta política, que inició en julio de 2022 y ha visto diez aumentos consecutivos, ha llevado los tipos de interés al nivel más alto en dos décadas.
Cabe preguntarse sobre el perfil de quienes pueden permitirse el lujo de comprar una vivienda sin recurrir a préstamos bancarios. Una parte significativa de estos compradores vendió una propiedad previa para financiar la nueva adquisición, mientras que otros se apoyaron en ahorros personales o en ayuda familiar para afrontar este importante desembolso. Este comportamiento refleja no solo la capacidad económica de algunos segmentos de la población sino también la percepción de la vivienda como una inversión segura frente a otras opciones menos rentables o más riesgosas en el mercado.