O petróleo o hambre

Hablamos mucho de la igualdad y la justicia como si fuesen siempre de la mano.
Pero no es cierto. Hacer la gente mas igual, hasta cierto punto, es justo.
Por ejemplo, ayudar a huerfanos, mujeres solteras, gente con incapacidades que no pueden ganarse la vida solos por sus circunstancias, es fomentar una igualdad que a la vez es justo. Pero, superado este problema de tener comida y techo, que lo tenemos superado todos en el mundo occidental, tener mas dinero no trae mas felicidad. Y de hecho fomentar la igualdad economica mas alla de alli se vuelve cada vez mas injusto. Si uno, en su juventud, ha estudiado muchisimo, trabajado muchisimo, sacrificado muchisimo para llegar a ocupar un puesto que le paga mucho dinero, porque debe compartir ese dinero con otro que, en su juventud, estaba de fiesta poniendose de todo y pasandolo de p. m. sin dar palo al agua? Quitar dinero del primero para darselo al segundo es fomentar la igualdad pero no la justicia. No creo que se debe distribuir artificialmente el dinero mas alla de conseguir que todos en la sociedad superen ese umbral de tener techo y comida. Y yo encantado que uno gane billones, sé que no es necesariamente mas feliz que yo, pero eso sí: siempre y cuando pague sus debidos impuestos. Y alli radica el problema de verdad: los hiper-ricos, por el hecho de ser hiper-ricos, lo tienen facil poder escaquear de pagar los impuestos justos que pagamos todos los demas, a traves de paraisos fiscales etc. y se ponen de facto por encima de la ley. Y eso es lo que hay que intentar cambiar, porque es la verdadera injusticia.

El problema de los que se dicen de izquierdas (hablo de los que tienen buena fe, no de los que engañan a su propio público) es que se preocupan tanto de repartir lo que hay en la caja que se olvidan de cómo se llena la caja, y de que la manera de repartir afecta a cómo se llena. Al final acaban repartiendo miseria, porque no son capaces de generar la misma riqueza que tenían cuando empezaron a repartir. Para empezar, no se puede ser de izquierdas y defender que se gaste más de lo que se ingresa, porque eso significa perder dinero, incrementar deuda, y depender de los mercados, es decir, del capital. Por otro lado, los supuestos de izquierdas hablan demasiado de dinero, cuando deberían hablar de cubrir necesidades básicas: nadie necesita dinero, lo que se necesita es comida, educación, salud, vivienda… ¿Dónde está la gestión pública para que cualquiera pueda acceder a eso? Porque se les llena la boca hablando de sanidad y educación pública, pero ya lo de la comida y la vivienda como que se les hace grande… Lo de la vivienda es la última broma, que lo paguen los propietarios con su inversión privada porque la inversión pública (que podría ser rentable) no existe ni ha existido nunca más que de manera testimonial e insuficiente. La subida del SMI, por cierto, no es a la gran empresa a la que perjudica, y menos en un país como España donde las Pymes suponen el 75% de los puestos de trabajo. Quien se opone no es por maldad, es porque gente que no es capaz de tener un negocio propio es la que decide cómo tiene que gestionarlo aquél que a duras penas consigue mantenerse a sí mismo. El SMI en sí mismo es una aberración, porque no tiene en cuenta factores geográficos, y como siempre la izquierda confunde igualdad con equidad; para regular los salarios lo que existen son los convenios colectivos, que sí dependen de criterios geográficos y sectoriales, y tienen en cuenta las implicaciones que tienen las subidas tanto en los trabajadores como en el negocio del que viven ellos y su empresa. Demasiada demagogia y simplismo en los planteamientos populistas de la izquierda, y demasiado escasa la formación en economía y empresa de la población. Normal, así es más fácil de manejar