Las hipotecas también presentan más impagos y morosidad (con matices)

Hace unos días comentábamos en este mismo espacio las cifras de la mora sobre ladrillo en nuestro país desde la perspectiva de las empresas del sector inmobiliario, y podíamos comprobar entonces como esta morosidad no sólo no había disminuido con respecto a años anteriores de manera significativa, sino que no se había reducido lo esperado tras la puesta en marcha del banco malo, sin embargo no son las únicas malas noticias referentes a la morosidad en lo relativo a la vivienda en nuestro país, ya que a pesar de que con mucha menor relevancia en lo que a porcentajes se refiere, las hipotecas sobre viviendas continúan arrastrando una morosidad levemente creciente.

De hecho olvidó tomar como referencia el cierre del ejercicio 2012 podemos comprobar cómo la morosidad sobre los préstamos hipotecarios había aumentado hasta el 3,97%, lo que la práctica supone un punto más de morosidad que en el año anterior 2011.

Lo cierto es que, efectivamente, las grandes tasas de morosidad sobre préstamo hipotecario que se reflejaron el comienzo de la crisis actual no son las mismas que hoy en día, pero, no deja tampoco de ser cierto que el tremendo reajuste y endurecimiento de las condiciones de los préstamos hipotecarios, así como la enorme disminución en la concesión de estos, hacía esperar que al menos la morosidad sobre las hipotecas no entrara en fases crecientes, algo que como podemos comprobar, aunque ligeramente, está ocurriendo.

Éstos datos se deberá confirmar en un momento en el que precisamente la otra gran pata del banco de la financiación personal, los préstamos al consumo, han registrado un retroceso más que notable en su tasa de morosidad (por encima del 10%) lo que sin duda, aunque aún queda mucho camino por recorrer una constituye una buena noticia para la banca que, desafortunadamente, no se compensa con las tasas de morosidad del conjunto sector inmobiliario.

 

 

 

 

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