Comprar vivienda de segunda mano: tomando contacto con la vivienda

Vamos a ponernos en situación; estamos en disposición de adquirir una vivienda de segunda mano, hemos encontrado a través de un anuncio o canal similar una propuesta que puede encajar dentro tanto de nuestra necesidad desde el punto de vista del alojamiento como desde el punto de vista económico, a partir de este punto, y tal y como indicábamos en un artículo anterior dedicado a la compra de vivienda de segunda mano, es obligación del posible comprador mantenerse atento a todos los elementos que puedan distorsionar un resultado positivo de la operación.

En primer lugar lógicamente se impondrá la visita de rigor, por regla general acompañados del propietario y vendedor o similar. Esta visita no debiera ser determinante salvo casos muy excepcionales, y aún así no resulta recomendable comprar simplemente por un primer pálpito, lógicamente quien desea vender expondrá las virtudes de lo que vende, pero raramente expondrá los posibles defectos si los hubiera.

¿Cómo es la situación actual de la vivienda de VPO?

Si la primera visita ha resultado positiva, y el interés es real, en un mercado como el actual, nadie nos negará una segunda visita, en ésta, deberemos desenvolvernos con mayor profundidad, y tener en cuenta elementos como la propia estructura de la vivienda, el estado de paredes y tabiques, el estado de elementos como la instalación eléctrica y la instalación de gas si hubiera, el buen funcionamiento de la calefacción, el estado de los suelos, y en definitiva todos aquellos elementos que de no situarse en perfecto estado de revisión puedan suponer tras la adquisición un desembolso en reformas.

Obviamente determinados desperfectos o elementos no acorde a lo esperado en una venta no tienen por qué ser objeto de retirarse de la operación, pero puede servir perfectamente al usuario como punto de partida para una negociación sobre el precio final de la misma.

Dentro de esta revisión hay dos consejos más a añadir que pueden ser a primera vista un tanto extremos pero que sin duda son valiosos también desde la perspectiva del comprador, por un lado el hecho de realizar una medición de las habitaciones y espacios útiles de la vivienda para contrastar los mismos con los anunciados por el vendedor, lógicamente menor número de metros es menor importe de vivienda, y, por otro lado, conviene en la medida de lo posible realizar esta segunda visita en una franja horaria diferente a la primera para tomar contacto con elementos como la luminosidad de la vivienda y la captación de ruidos en horas determinadas.

Por supuesto deberemos pedir información sobre las reformas más recientes que la vivienda haya sufrido, e incluso, en caso de dudar sobre las fechas o sobre la realización de dichas reformas no debiéramos tener mayores problemas en solicitar los justificantes de dicha reformas en forma de facturas, algo que el vendedor en principio no debiera tener problema en mostrar.

Como siempre y a pesar del momento actual la máxima que dice que lo excepcionalmente barato resulta sospechoso debe aplicarse a la compra también de una vivienda de segunda mano; no debemos dejarnos guiar solamente por la impresión que el precio nos transmita o por justificaciones vagas basadas exclusivamente en necesidad económica, para comprador es una operación muy seria que requiere como vemos de muchos pasos.

Imagen MIKI Yoshihito (´・ω・) 2013 flickr creative commons

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