Lagarde avisa. “Ser fuertes en casa”

En el agitado escenario económico global, cada declaración de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), resuena como una brújula para los mercados y los líderes políticos. Durante el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Lagarde abordó temas importantees, desde la preparación de Europa ante posibles giros en la política comercial de Estados Unidos hasta la evolución de la inflación en la zona euro. Aquí desglosamos sus puntos clave y las implicaciones para el futuro económico del continente.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha urgido a la Unión Europea (UE) a reforzar su preparación frente a posibles modificaciones en la política comercial de Estados Unidos, especialmente considerando la volatilidad en decisiones anunciadas por el presidente Donald Trump. Durante una entrevista concedida a la cadena CNBC en los márgenes del Foro Económico Mundial en Davos, Lagarde destacó la importancia de anticipar los cambios y responder estratégicamente a ellos.

“Lo que tenemos que hacer aquí en Europa es estar preparados y anticipar lo que sucederá para poder responder“, señaló la mandataria francesa.

Aunque la UE ha avanzado significativamente con la creación de un mercado único, Lagarde subrayó que el trabajo no está completo. Aún persisten barreras internas que dificultan el flujo eficiente de bienes, servicios y capitales. Instó a los líderes europeos a eliminar estos obstáculos bajo su control, una medida que describió como importante para fortalecer la posición de Europa ante posibles políticas proteccionistas estadounidenses.

“No quiero decir que queramos adoptar un enfoque proteccionista”, aclaró Lagarde, enfatizando que el objetivo debe ser consolidar la fortaleza interna. Un mercado único efectivo y una unión de capitales representarían un paso clave hacia una Europa más resiliente y competitiva en el panorama global.

En cuanto a la relación transatlántica, la presidenta del BCE enfatizó la necesidad de diálogo y cooperación, en lugar de conflictos comerciales. Lagarde expresó sus reservas sobre la “teoría de la sustitución”, un enfoque que busca reforzar la manufactura estadounidense a expensas de la reducción de importaciones europeas.

Por otro lado, Lagarde manifestó que el crecimiento económico de Estados Unidos sigue siendo de gran interés para Europa, dado que un aumento sostenido en el PIB estadounidense favorece al comercio y al crecimiento global.

Respecto a la zona euro, Lagarde reafirmó la proyección del BCE de alcanzar el objetivo inflacionario del 2% a lo largo de 2025, y defendió la actual postura de la política monetaria. Según la presidenta, esta estrategia no solo está alineada con los datos actuales, sino que también considera cuidadosamente factores externos como los precios de la energía.

“La dirección es muy clara. El ritmo, ya veremos, depende de los datos“, comentó Lagarde, dejando abierta la posibilidad de ajustes graduales.

En este contexto, la presidenta también hizo un llamado a la cautela y la adaptabilidad, destacando la necesidad de avanzar “paso a paso” para garantizar la estabilidad económica en el medio plazo.