¿Os imagináis el paraíso en la tierra? Un sitio en el que nadie tuviese que trabajar, nos dedicásemos todos al ocio, a comer y a eso que estáis pensando. Algo así como la casa de Gran Hermano pero con gente normal.
Eso es lo que se preguntó en el año 1968 John B. Calhoun pero como estudiarlo podría ser un pelín complicado decidió hacer una prueba con ratones. Les construyó un paraíso roedor. Con cajas-nido, zonas de ocio, comederos, temperatura controlada, agua a tutiplén y servicio de limpieza. Lo que viene a ser un resort “todo incluido” en el que metieron a 4 parejas de ratones libres de enfermedades.
¡Que empiece la fiesta!
Durante los 104 primeros días se lo pasaron pipa, imagino que cogerían algún gramo y empezaron a procrear. Cada 55 días la población se duplicaba y para el día 315 ya eran más de 600 vecinos en la fiesta del señor Calhoun. Se habían organizado 14 grupos sociales con un macho dominante y roles sociales bien definidos para cada uno de los individuos.
A partir de ahí, el resort se les quedaba pequeño y los machos empezaban a tener problemas para mantener su territorio lo cual hacía que tuviesen menos atractivo para las hembras, las cuales en algunos nidos ocuparon el rol del macho como protector de las crías. Otros roedores se dedicaban exclusivamente a comer y dormir. Nada más. La agresividad de la comunidad empezó a crecer y la fertilidad cayó dramáticamente.
El día 560 llegó el momento crítico, la población había llegado a 2.200 individuos y a partir de ahí morían más ratones de los que nacían. La violencia era general, las hembras no se quedaban embarazadas y su comportamiento maternal era inexistente, se comían a las crias.
El día 920 dejaron de nacer ratones.
El día 1471 se da por concluido el experimento con un saldo de 27 ratones vivos, que fueron recolocados en nuevos ambientes pero su comportamiento nunca cambió.
Evidentemente, los humanos no somos ratones y resultaría descabellado extrapolar resultados a nuestra especie pero resulta interesante ver como una sociedad puede transformar un paraíso en un infierno.
Para terminar, os dejo una foto de los ratones.