Generalmente en la oferta hipotecaria de los bancos ofrecen dos opciones, una con bonificaciones (que suele tener mejores intereses y condiciones) y otra sin ellas, las bonificaciones se basan en los productos vinculados que son condiciones de fidelización hacia el banco, productos que tienes que contratar con ellos.
En la mayoría de los casos se tratan de productos que tendrías contratados con otros bancos así que tiene sentido agruparlos todo en el mismo, si la diferencia de precio y comisiones no es mucha, los más normales son estos.
- Domiciliación de nómina o pensión.
- Domiciliación de recibos en cuenta (luz, gas, teléfono…)
- Titularidad de contrato de banca electrónica.
- Titularidad de contrato de tarjetas de débito.
Además, el banco puede ofrecer mejores condiciones si el cliente contrata uno o varios productos vinculados:
- Seguro de vida.
- Seguro de decesos.
- Seguro de hogar o de Seguro de automóvil.
- Tarjetas de crédito, con un número mínimo de compras anuales.
- Fondos de inversión.
- Otros productos de ahorro o de inversión como depósitos a plazo, bonos, acciones del propio banco, etc.
- Plan de pensiones, con aportaciones mínimas anuales al mismo.
Es importante destacar que tu situación te puede forzar a dejar de cumplir alguno de estos requisitos (como por ejemplo dejar de cobrar una nómina) con lo que tu hipoteca perdería las bonificaciones.
Por otro lado muchos de estos productos tienen unos costes elevados que pueden hacer que el ahorro obtenido por la bonificación se vaya en ellos, por tanto conviene hacer números para ver si la oferta es atractiva o no.
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