IPO

por Carlos Lopez
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Una IPO es el acrónimo de Initial Public Offering (una Oferta Pública Inicial, en España son conocidas como OPVs). Los IPOs representan la primera oportunidad para la mayoría de los inversores de empezar a comprar acciones de la empresa en cuestión. Las IPOs suelen generar una gran expectación, no sólo para la empresa en cuestión, sino también para los miembros de la comunidad inversora. Las empresas privadas deciden emitir acciones y convertirse en empresas que cotizan en bolsa por varias razones.

Los dos principales factores de motivación giran en torno a la necesidad de obtener más capital, así como al deseo de permitir a los propietarios originales de la empresa y a los inversores obtener beneficios de su tiempo y de la inversión que originalmente realizaron para poner en marcha la empresa.

Es cierto que las empresas privadas están limitadas en cuanto a la cantidad de capital que pueden reunir, ya que su propiedad resulta estar restringida a determinadas organizaciones e individuos. Las empresas públicas tienen la ventaja de permitir que cualquier inversor tome una participación mediante la compra de acciones en bolsas que cotizan públicamente. Es mucho más fácil para ellas recaudar dinero como empresas públicas.

Las IPOs que van bien se traducen en grandes cantidades de dinero en efectivo para una empresa. Lo utilizan para su futura expansión y desarrollo. Quienes iniciaron la empresa o fueron inversores iniciales suelen obtener enormes ganancias en ese momento como compensación por su tiempo y esfuerzo.

Las IPOs requieren una gran cantidad de trabajo preliminar. Hay que rellenar una gran cantidad de papeles y presentarlos a los grupos de supervisión reglamentaria. Hay que crear un prospecto para que los inversores lo estudien y lo tengan en cuenta. Hay que desarrollar campañas publicitarias para las primeras acciones que se vendan. Además de estas tareas, la empresa tiene que continuar con sus operaciones normales. Por ello, se suele contratar a empresas financieras como Morgan Stanley o Goldman Sachs para que realicen estas tareas en nombre de la empresa. Este tipo de empresa se denomina compañía de suscripción de IPOs. En el caso de las IPOs de gran tamaño, estas tareas pueden incluso dividirse entre varias empresas de aseguramiento de OPI. Al contrario de lo que mucha gente piensa, la mayoría de las IPOs no suelen ir bien al principio. Además, un porcentaje de las empresas no lo conseguirá, lo que significa que toda la inversión en las acciones de la IPOs  podría perderse. Por ello, existe un gran riesgo y, a menudo, menores recompensas por invertir dinero en IPOs que en empresas y acciones tradicionales bien establecidas. Muchos inversores se dejan llevar por el entusiasmo y la emoción que rodea a las IPOs .

Otra explicación de su euforia puede tener que ver con la creencia de que hay algo especial en ser uno de los primeros inversores en adquirir la posible próxima Apple, Coca Cola o IBM. Cualquiera que sea su razonamiento, los inversores siguen amando las IPOs y las oportunidades que representan.

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