Se trata de una figura muy particular del análisis técnico en las inversiones en bolsa que se identifica por medio del chartismo. Se deriva en las tendencias alcistas que experimentan los valores bursátiles u otros activos financieros. Es un movimiento que se origina en la cotización cuando se repiten dos máximos consecutivos con el mismo rango en los precios. Generalmente separados por un espacio de tiempo no excesivamente prolongado. Además, cuando se cumple con este escenario, el consejo de los analistas técnicos es deshacerse de las posiciones. Debido a que, si no se supera ese nivel, el título inicia una corrección importante que le puede llevar mucho más debajo de ese rango.
La clave para operar con esta formación reside en la superación de este nivel y es la que indica que estrategia en la inversión deberán tomar los usuarios bursátiles. Aunque para evitar errores, debe ir acompañada de un fuerte volumen en su contratación y es el que dará mayor fiabilidad a la irrupción del doble techo.
Por otra parte, también indica que la tendencia alcista está a punto de finalizar para pasar a ser bajista o cuando menos lateral. Es muy utilizada para cerrar posiciones en el mercado de valores y de esta formas evitar que las pérdidas se impongan en la cartera de inversión. No en vano, su recorrido a la baja puede llegar a ser muy importante por su intensidad, cuando poco en el corto plazo. Donde el inversor quedaría enganchado, es decir muy alejado del precio de compra.
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