Unas monjas contra Morgan Stanley

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Manuel Lionza.– "Las hermanas de Jesús y María contra Morgan Stanley". No se trata de un encuentro deportivo, ni de una nueva serie de televisión; no, es la demanda presentada por una comunidad religiosa irlandesa contra el banco de inversión Morgan Stanley por haberla hecho incurrir en unas pérdidas de cinco millones de euros, el 80% del capital invertido, por una supuesta mala gestión de los fondos confiados. Según la demanda presentada, una sociedad instrumental de Morgan Stanley, Saturn's Investment Europe, no liquidó deliberadamente, o por negligencia, unos bonos cuya solvencia fue rebajada en enero de 2009.

La orden religiosa acusa a la instrumental del banco de esperar a que el precio de los bonos subiera en junio de 2009 para vender los activos y de esta manera asegurarse un beneficio de por lo menos 11,2 millones de dólares. Las religiosas reclaman una indemnización por daños de 15 millones.

Morgan Stanley, que ha sido demandada por varios inversores europeos por ocasionarles pérdidas en inversiones gestionadas por el banco, se lava las manos y sostiene que no tiene nada que ver con los hechos. Alrededor de 90 inversores del Reino Unido han demandado al banco estadounidense por ocasionarles pérdidas superiores a los cinco millones de dólares en productos financieros complejos que se desplomaron durante la crisis.

Primero fueron las Hermanas de la Caridad de Jesús y María, de Inglaterra, y la congregación de Hermanas de la Sagrada Fe, de Irlanda, y después otros 86 inversores han presentado la demanda contra la sociedad instrumental por infligirles cuantiosas pérdidas "de forma deliberada o negligente".

Morgan se ha defendido alegando que vendió los productos en cuestión a un broker irlandés, Bloxham, que era quien representaba a los demandantes. "Las cuestiones sobre la idoneidad de los bonos para los clientes de Bloxham son un asunto de Bloxham", señaló el banco estadounidense en un comunicado. El broker ha sido demandado en otras ocasiones por inversores que perdieron dinero invirtiendo en productos de Morgan.

El producto en el que invirtieron los demandantes es un estructurado que comercializó Morgan entre 2005 y 2006 denominado "constant maturity swap" y respaldado por bonos del Dresdner (ahora integrado en Commerzbank). El "swap" estaba diseñado para dar una rentabilidad del 6,25 por ciento anual durante cinco años, al término de los cuales la rentabilidad pasaba a ser variable. A principios de 2009 los bonos de Dresdner fueron degradados al nivel de bonos basura, un hecho que debería haber bastado para que Morgan Stanley los vendiera inmediatamente, según la demanda.

Pero el banco esperó cinco meses durante los cuales los bonos se revalorizaron ligeramente, según Morgan, lo que permitió a los inversores ganar un dinero adicional cuando finalmente se vendieron. Pero los demandantes alegan que la demora en la venta privó a Bloxham de la oportunidad de comprar bonos de Dresdner, lo que podría haber permitido recuperar parte de las pérdidas de las congregaciones religiosas y de los demás inversores.

Morgan Stanley fue multado recientemente en Estados Unidos con 800.000 dólares por no revelar a sus clientes posibles conflictos de interés entre sus inversores y sus análisis de mercado durante abril de 2006 y junio de 2010.
 
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