En estos días de dolor, de fin del mundo, de paranoias alimentadas,... también hay otra parte que al menos reconforta algo:
GOBERNANTES, PARADOJAS Y MERCADOS
Una de las grandes incógnitas pululando por los mercados de renta fija desde la quiebra de Lehman Brothers era la manera en que el mercado iba a digerir el exagerado monto de coberturas de riesgo (CDS) flotando en las entidades financieras y pendiente de saldar. La subasta celebrada el viernes 10 de octubre se cerró sin que se diera a conocer ningún nuevo colapso –según International Swaps and Derivatives Association- , a pesar de que la cuantía ascendió hasta cerca de $300.000 millones, y aunque probablemente parte de esa suma será asumida con fondos del gobierno, lo que resulta importante resaltar es que el mercado ha superado una prueba durísima y continua abierto y vivo a pesar de todo.
Las entidades financieras han aflorado cerca de $600.000 millones de perdidas desde que comenzó el terremoto subprime. Todavía falta por contabilizar otros miles de millones de dólares (300, 600 ¿¿??). Si las estimaciones publicadas a principios de año por el FMI son todavía correctas, aún falta por contabilizar la friolera de 350.000 millones de dólares. Las estimaciones no son correctas y son hoy más negativas.
Un sesgo optimista en estos momentos es aventurado y peligroso y una mirada realista presenta un escenario muy oscuro pero una pesimista supone tanto como descubrir un agujero negro en el espacio del científico Stephen Hawking. Por cierto, él mismo desarrolló también la teoría de la paradoja de los agujeros negros a través de la cual desdice que los agujeros negros arrollan todo lo que pasa por ellos y luego desaparecen sin dejar rastro. La paradoja expone que tras haber desintegrado todo lo que ha entrado en él, y una vez que el agujero negro se evapora, cierta información se libera
Es conveniente asumir que, aunque en el fondo, los dirigentes tienen sentido común y tendrán capacidad para rescatar al sistema definitivamente. No gratuitamente porque las medidas serán costosas y el futuro será más gravoso pero peor es negar el futuro.
Nacionalizar los bancos puede ser muy mal entendido y mal recibido. Considerando que los mercados se encuentran ante un punto de no retorno, que está siendo probado, es probablemente y a día de hoy la única solución viable. En cualquier caso, la coyuntura es la que es y al margen de problemas filosóficos (sistema capitalista, el libre mercado, la mano invisible...), es necesario actuar primero. Además, siempre hay ideas para satisfacer a la mayoría
Los bancos centrales no pueden ofrecer garantías y dinero a espuertas, no tienen margen suficiente para garantizar operaciones comerciales pretendiendo actuar de igual forma que el agregado de bancos, tal como ha comenzado a hacer la FED.
Es necesario nacionalizar los bancos en dificultades sin contemplaciones, dotar de confianza a los agentes económicos para reestablecer la normalidad, obligar a los bancos a realizar transacciones, dinamizar de nuevo los mercados interbancarios, presionar a los bancos para que atiendan las operaciones de papel comercial y las líneas de crédito... se está parando la actividad económica por su culpa!!!, y en definitiva gobernar en tiempos de crisis.
Para satisfacer a la mayoría hay que explicar la perspectiva de que nacionalizar bancos a los precios actuales será un gran negocio si la operación de rescate global es exitosa y lo será. Así, en el medio plazo las cotizaciones de los bancos estarán cotizando en niveles mucho más altos, de manera que los gobiernos conseguirán importantes plusvalías al privatizarlas y sacarlas de vuelta al mercado. Sólo hace falta tiempo y sólo pueden comprarlo los gobiernos.
Para resolver la crisis del año 2.000, los gobernantes decidieron aplicar medidas de carácter extremadamente reflacionista, gracias a Greenspan. Aquellas medidas realmente fueron efectivas y recondujeron la marcha económica.
El problema de estos días fue gestado por unos gobernantes ( Greenspan) que después no han tenido la capacidad de sacrificio o la visión suficientes para “parar el carro”, adoptar medidas de control, drenar liquidez del sistema en su momento, regular y supervisar los mercados de derivados (gracias Greenspan también por su envenenado empeño en mantener los mercados no regulados) y las operaciones inmobiliario-financieras y velar por las consecuencias de un crecimiento inducido y no productivo que ellos mismos habían accionado.
Ahora les toca trabajar, de verdad, como nunca antes y saber que de igual manera que la paradoja del ahorro presenta consecuencias no deseadas, la paradoja del desapalancamiento más aún. Parece que lo han aprendido por la vía dolorosa. Si lo hubieran considerado antes habrían adoptado medidas de emergencia nada más desplomarse el mercado el pasado mes de enero, por ejemplo. Han preferido esperar y ver.... ver cómo se desmoronaba el sistema ante sus atónitas miradas.
La paradoja del ahorro consiste en que si todos queremos ahorrar al mismo tiempo eventualmente provocaremos un empobrecimiento generalizado porque el ahorro colectivo y simultáneo provoca una reducción de la actividad, del empleo y al final de las cuentas de cada uno. El desapalancamiento financiero es igual, todos quieren desapalancar sus posiciones al tiempo y presionan los precios a la baja, por lo que no consiguen alcanzar sus objetivos de liquidez y necesitan vender adicionalmente, ya en un mercado que no ofrece valor. Qué paradoja, si me lo hubieran dicho antes!.
Resumiendo, no estamos ante el fin del mundo y siempre hay oportunidades. Si la paradoja de los agujeros negros tiene aplicación a este asunto, después del agujero negro financiero de las últimas semanas debe existir información muy valiosa acerca de cómo hacer que el ave se recupere de sus cenizas. Algo queda y creo que son oportunidades en muchas áreas de inversión, no exentas de riesgo de corto plazo.
Sugerencias
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Antonio Iruzubieta
CEFA Certified European Financial Analyst