Luis Vicente Muñoz. Madrid
En una entrevista exclusiva para Business TV, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) aseguró ayer –tras intervenir en unas jornadas sobre la reforma del sistema financiero– que España ha ganado credibilidad, pero aún tiene que concluir el programa de reformas.
-Los analistas han interpretado que no habrá subidas de tipos en junio. ¿Están en lo cierto?
-Siempre hacemos lo que es necesario a ojos del Consejo de Gobierno del BCE para conseguir la estabilidad de precios a medio plazo y asegurarnos cumplir con dicha estabilidad, que nos permita sostener las expectativas inflacionistas. Es nuestra manera de enfrentarnos a ello. En junio estudiaremos la situación y haremos lo que sea conveniente.
-¿Cuándo podría ser el próximo movimiento de tipos en la zona euro?
-Veremos lo que es necesario hacer, teniendo en cuenta que somos inflexibles en cuanto a mantener la estabilidad de precios a medio plazo. Lo hemos probado en el pasado: subimos los tipos en 2005 cuando muchos observadores, incluidos Gobiernos, no lo aconsejaban; nos negamos a bajar los tipos en 2004, cuando nos lo recomendaban algunos Gobiernos... y, visto a posteriori, todo el mundo ve que teníamos razón, que proporcionamos estabilidad en los precios en estos primeros 12 años. Vamos a continuar haciéndolo.
-¿Cuál es el problema en el caso griego?
-Lo que es extremadamente importante en el caso de todos los países es hacer todo lo necesario para ajustar, para poner la casa fiscal en orden, la competitividad. Eso es absolutamente esencial. Grecia ha adoptado un plan que ha sido aprobado por la comunidad internacional, por el FMI. Estamos pidiendo al Gobierno griego y a todos sus socios que apliquen el plan. Lo que importa son los objetivos que se han marcado en cuanto a política fiscal y vuelta a la competitividad, que se apliquen.
-Las ventanas de liquidez del BCE están a punto de acabar. ¿No está preocupado por la dependencia bancaria de España?
-Las decisiones sobre tipos son medidas estándar y están diseñadas para proporcionar estabilidad de precios. Las medidas no estándar están diseñadas para hacer frente al funcionamiento anormal de los mecanismos de trasmisión de las políticas monetarias. Ese ha sido el caso del periodo que hemos observado. Como recordará, en marzo dijimos claramente que una subida de tipos en abril era probable, y así se hizo, y también dijimos muy claramente que, al mismo tiempo que preveíamos una subida de tipos de interés, estábamos confirmando que las medidas no estándar iban a continuar en el segundo trimestre. Entre esas medidas extraordinarias está la dotación trimestral de liquidez ilimitada. De nuevo, veremos qué debe hacerse. Nos sentimos muy inclinados a ir retirando progresivamente las medidas extraordinarias, que son transitorias, según el funcionamiento de los mercados vaya mejorando progresivamente. Ya veremos lo que haremos en concreto. Cuando lo hayamos decidido, se lo contaré.
-¿Cree que la reforma del sistema financiero español está progresando de forma lenta?
-España tenía tres puntos flacos. El punto débil de la política fiscal, el punto débil de los obstáculos estructurales, las carencias estructurales para el correcto funcionamiento de la economía y el sistema financiero, el problema de las cajas. Hay que decir que las autoridades españolas, el Gobierno y el Banco Central, se han tomado esos asuntos muy en serio, lo que explica que, visto desde fuera, España haya ganado credibilidad. Pero es un proceso en marcha; todo lo que se ha hecho en el campo fiscal debe continuarse activamente para cumplir los objetivos y probar, con cifras, que las cosas van bien. Hay un buen número de reformas estructurales que hay que alcanzar, incluyendo el mercado de trabajo. Es un proceso en marcha, va en la buena dirección, pero hay que concluirlo. La situación hoy es mucho mejor de lo que observamos hace un mes, pero sigue siendo un proceso en marcha y estamos animando a todas las autoridades a que sigan trabajando duro.
-¿Prestan mucha atención al caso español en sus reuniones del Consejo de Gobierno?
-En virtud del Tratado, tenemos que ser responsables de los 331 millones de ciudadanos europeos, incluyendo los 45 o 46 millones de españoles. Tenemos 17 países en los que emitimos la moneda. España tiene su lugar, tiene su peso en la economía europea, y es importante. Todas las decisiones que tomamos se toman igual que en la Fed, que considera a EE UU en su conjunto. Si España es próspera, ayuda a la zona euro. Las reformas en España ayudan a la zona euro en su conjunto. Y lo que es extremadamente importante es que el BCE es un ancla que da estabilidad y confianza para Europa. Hoy las cifras son alentadoras en cuanto al crecimiento del primer trimestre para el conjunto de Europa, para la zona euro. Este resultado tiene que consolidarse, debemos dar confianza y estabilidad.
"El proceso de reformas va en buena dirección, pero hay que concluirlo" | Intereconomía | noticias
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