Ordenadores, robótica y desocupación

droblo

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¿No pagó a tiempo su membresía del Partido Comunista? Hay un banco para eso, y está completamente automatizado.

Un banco propiedad del gobierno chino abrió una sucursal automatizada que está equipada con software de reconocimiento facial, una sala de realidad virtual, una máquina de hologramas, robots parlantes y pantallas táctiles para pagar cuentas de servicios públicos y cuotas del Partido Comunista, entre otras funciones.

La filial abrió la semana pasada en el distrito de Huangpu, en el centro de Shangai, y es promocionada como el primer “banco robotizado” de China.

China Construction Bank, con sede en China, afirma que la sucursal de alta tecnología tiene como objetivo brindar una banca más conveniente, personalizada y eficiente. También refleja la creciente competencia de los sistemas de pago digital que buscan acaparar mercado de los bancos.

Un robot da la bienvenida a los clientes a la entrada y responde a las preguntas utilizando un software de reconocimiento de voz. Los clientes pueden pasar sus identificaciones oficiales para ingresar al banco - o escanear sus rostros utilizando el dispositivo de reconocimiento facial. Las máquinas ubicadas en el interior les permiten a los usuarios comprar oro, cambiar divisas o dar seguimiento a inversiones de bienes raíces mediante visores de realidad virtual.

El banco no está completamente robotizado. Aún hay guardias de seguridad y una sala equipada con equipo de teleconferencias permite a los clientes VIP solicitar ayuda de empleados humanos localizados en otras instalaciones.

La noticia sobre la moderna sucursal se esparció rápidamente en redes sociales, lo que atrajo a cientos de curiosos. Tiang Ting, empleada en el sector de finanzas, dijo que estaba impresionada después de recorrer las instalaciones el viernes.

“En la actualidad, las personas están cada vez menos inclinadas a querer que otras personas vengan a molestarlas”, dijo Tiang. “Esperamos llegar a un banco en el que podamos interactuar con las máquinas.

China Construction Bank, propiedad del estado, fue fundado en 1954 para el financiamiento de proyectos de infraestructura a gran escala, es el segundo banco más grande del mundo en cuando a sus activos, y es un improbable pionero tecnológico.

Los analistas aseguran que el banco responde a la presión de gigantes del internet como Alibaba y Tencent, que están transformando las finanzas de consumo en China con aplicaciones móviles que permiten a las personas transferir fondos y pagar sus artículos utilizando sus smartphones.
 

Johngo

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Las profesiones que serán de los robots

La automatización o robotización de los procesos productivos es una constante en el mundo desde que comenzasen las revoluciones industriales allá en los siglos XVIII y XIX. Hoy este proceso se ha acelerado por la digitalización y los enormes avances tecnológicos, y en buena medida suscita algunos miedos de que las máquinas puedan acabar sustituyendo totalmente a los humanos en cuanto a la hora de trabajar.

Sin duda, de aquí a unas décadas, algunas profesiones o sectores verán reducida su presencia humana en favor de la robótica, especialmente aquellas más repetitivas o de menor valor añadido.
 

Johngo

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Los 6 trabajos que se verán más amenazados por la automatización, según el nuevo libro de Andrés Oppenheimer

El premiado periodista publica “¡Sálvese quien pueda!”, una investigación que le llevó más de 5 años en 3 continentes, para entender cuál será el futuro del trabajo ante la automatización en forma de robots y la inteligencia artificial.

Andrés Oppenheimer -columnista de The Miami Herald, El Nuevo Herald y más de 50 periódicos, y conductor de "Oppenheimer Presenta" en CNN en español-publica en agosto su cuarto libro "¡Sálvese quien pueda!" (Debate), para el cual investigó durante más de cinco años en tres continentes, para entender cuál será el futuro del trabajo ante la evidencia de la automatización en forma de robots y distintas manifestaciones de inteligencia artificial.

El periodista nacido en la Argentina y radicado desde hace años en los Estados Unidos, estudió en la Universidad de Buenos Aires y luego obtuvo la maestría en Periodismo de la Universidad de Columbia. Trabajó en The Miami Herald, The Associated Press, The New York Times, The Washington Post, The New Republic, CBS News y El País de España. Y es ganador de de los premios internacionales Periodismo Rey de España, Ortega y Gasset
y María Moors Cabot.


*- 1. En The Washington Post los robots ya escriben noticias políticas
Muy pocos se enteraron en ese momento, pero The Washington Post quebró un hito tecnológico en las elecciones de noviembre de 2016 en Estados Unidos, cuando reportó que el congresista republicano Steve King había ganado la muy disputada contienda en el distrito cuatro de Iowa. A primera vista, la noticia parecía una más de las muchas que habían escrito los periodistas del diario ese día. La revista tecnológica Wired señalaría tiempo después que el artículo de The Washington Post tenía "toda la claridad y el brío" a los que nos tienen acostumbrados los periodistas de The Washington Post, pero con una diferencia: había sido escrito por un robot. Efectivamente, el artículo del periódico no estaba firmado por ningún periodista. Al final del texto decía: "Staff y agencias de noticias, activadas por Heliograf, el sistema de inteligencia artificial de The Washington Post". Esa línea al final del artículo pasó totalmente desapercibida.

*- 2. El misterioso robot cocinero de sushi
En Japón pude ver el futuro de los restaurantes automatizados. Además de parar en el hotel operado por robots, visité restaurantes de sushi donde los recepcionistas, los mozos y hasta el cocinero eran robots. En uno de ellos, el restaurante de sushi Hamazuchi del centro comercial de Shinagawa en el sur de Tokio, me recibió el robot-muñeco Pepper, quien abriendo las manos y haciendo una leve reverencia me dijo en japonés: "Bienvenido, yo soy el recepcionista". Acto seguido, nos preguntó: "¿Quieren una mesa para cuántas personas?". Por suerte, había ido con mi mujer y unos amigos japoneses a quienes conocimos en Miami, Masami y su mujer, Mihoko, quienes nos tradujeron lo que estaba diciendo el robot. Pepper nos enseñó con las manos una tableta que llevaba pegada al pecho para que le indicáramos cuántas personas éramos. Apreté el cuatro en el tablero que iba del uno al 10. "¿Quieren una mesa individual o prefieren sentarse en el mostrador?", preguntó el robot, abriendo nuevamente las manos y bajando la cabeza en un gesto de cordialidad. Cuando le dijimos que queríamos una mesa, respondió: "Ahora mismo les busco una, les avisaremos". De inmediato emitió un boleto de identificación que llevaba el número 449. Y al poco rato, una pantalla en la pared nos avisó que nuestro grupo, el 449, podía pasar a la mesa número 24. Curioso por saber si el sushi era preparado por un cocinero o un robot, le pedí a Masami que le preguntara a una joven que estaba limpiando las mesas —la única empleada de carne y hueso que estaba a la vista— si podíamos ver la cocina. Le pedimos hablar con el gerente para ver si podía reconsiderar su decisión y a los pocos minutos apareció un hombre de unos 40 años, con uniforme celeste, gorro de cocinero y un broche en el pecho con su nombre: Araki. Con cordialidad, pero también con firmeza, Araki nos informó que tenía prohibido que los clientes pasaran a la cocina sin autorización de la casa central. ¿Pero el sushi es hecho por cocineros o por un robot?, le pregunté a través de Masami. El gerente comenzó afirmando que eso era un secreto de la empresa. Pero ante nuestra insistencia, después de muchas idas y venidas, terminó admitiendo que el sushi "está hecho automáticamente". Tras la partida de Araki y su cordial reverencia de despedida, nos pusimos a hacer cuentas con nuestros amigos japoneses: en el local había 66 mesas y en cada una de ella había entre cuatro y seis comensales, lo cual significaba —considerando que el restaurante estaba totalmente lleno— que había unas 250 personas, atendidas por apenas cuatro empleados. De los cuatro, una era la cajera, que estaba ahí por si alguien quería pagar en efectivo en lugar de hacerlo con su tarjeta de crédito en las tabletas de las mesas, y otros que se dedicaban a contar los platitos de sushi de quienes pagaban en efectivo y a limpiar las mesas. Lo cierto es que comimos opíparamente, tomamos cerveza y pagamos un total de 55 dólares para los cuatro, un precio bajísimo para los estándares de los restaurantes japoneses.

*- 3. Las sucursales bancarias y sus empleados se reducirán 50%
Cuando entré en la sucursal del banco Mizuho, uno de los más grandes de Japón, en la elegante avenida Ginza Chuo de Tokio, el robot humanoide que estaba trabajando como recepcionista me recibió con una amplia sonrisa y los brazos abiertos. Era el mismo tipo de robot que había visto atendiendo al público en varios restaurantes de Tokio. La máquina, de unos 1.20 metros de altura, con una tableta electrónica en el pecho para dar información e interactuar con los clientes, fijó sus ojos en mí apenas me vio entrar —un sensor en la frente le permite ver cuando alguien entra en la sucursal bancaria— y me dijo con una voz intencionalmente robótica, pero cálida: "Bienvenido, soy Pepper". Acto seguido, el robot me pidió que sacara un número de espera y —tal como me lo tradujo del japonés mi intérprete, ya que ese Pepper en particular no era multilingüe— prosiguió: "Ahora, puedes elegir del siguiente menú la opción que quieras".



Otra opción de la tableta de Pepper me preguntaba si estaba interesado en alguno de los seguros que ofrecía el banco. Cuando apreté esta última casilla, el robot me hizo varias preguntas y, tras establecer que yo estaba interesado en un seguro de vida, me dio su veredicto, siempre mirándome a los ojos y acompañando sus palabras con las manos. "Entiendo, ahora te voy a decir el tipo de seguro que más te conviene", dijo. Y tras levantar la vista, como si estuviera pensando, concluyó: "El seguro que más te conviene es el Kaigo Hoken. Ve a la mesa del fondo y dile a la funcionaria que te atenderá que te interesaría saber más sobre el Kaigo Hoken". En otras palabras, Pepper ya había hecho la mitad del trabajo de una recepcionista y un vendedor de seguros, dejando para los funcionarios del banco la tarea de cerrar el negocio. Y, según me enteré después, el Pepper con el que me encontré ese día era uno de los que tenían funciones más limitadas: en otras sucursales del banco, el robot hablaba varios idiomas —uno podía empezar la conversación escogiendo el idioma en el que quería comunicarse— y hacía de recepcionista completo, contestando cualquier pregunta, dirigiendo a cada cliente al departamento bancario adecuado o aclarando dudas sobre varios tipos de préstamos personales y comerciales, hipotecas, cuentas de ahorro o inversiones. Según los comunicados de prensa de Softbank, la gigantesca empresa japonesa de productos electrónicos creadora de Pepper, su robot era el primero del mundo que podía percibir las emociones humanas y responder a ellas, dando información de una manera divertida y útil, siendo a la vez "amable, tierno y sorprendente", decía la página de internet de la empresa. O sea, era un recepcionista bancario ideal. Pero la mayor amenaza para los trabajos de los empleados bancarios no serán los robots recepcionistas, como Pepper, sino el cierre de sucursales bancarias por el creciente uso de servicios bancarios en línea, la gradual desaparición del dinero en efectivo y la sustitución de muchos bancos tradicionales por bancos virtuales, o sea, instituciones financieras que operan exclusivamente en internet.
*- En Estados Unidos se cerraron más de 10 000 sucursales bancarias o más de 10% del total, desde la crisis financiera de 2008 hasta 2017, según reportó la revista The Economist. Tan sólo en 2015, los bancos más importantes de Estados Unidos y Europa despidieron a casi 100 000 empleados. Y un estudio de Citi Global Perspectives & Solutions (gps) vaticinó que los bancos estadounidenses y europeos despedirán a alrededor de 1.8 millones de empleados en los próximos 10 años.
*- En Holanda, el número de sucursales bancarias por cada 100 000 habitantes cayó 56% entre 2004 y 2014 y la tendencia sugiere que la reducción de las sucursales bancarias seguirá su curso. En Dinamarca, la desaparición de sucursales bancarias por cada 100 000 habitantes en el mismo lapso fue de 44 por ciento, y en Gran Bretaña de 13 por ciento. Según Jenkins, la creciente competencia de los bancos virtuales "hará cada vez más difícil que los bancos tradicionales puedan generar los ingresos y las ganancias que exigen sus accionistas. Al final del día, estas fuerzas obligarán a los grandes bancos a automatizarse. Yo pronostico que el número de sucursales bancarias y de gente empleada en la industria financiera podría reducirse 50% en los próximos 10 años y que la reducción en un escenario menos severo sería de al menos 20 por ciento".

4. La uberización de la abogacía
Hoy día, es muy difícil para una persona de bajos ingresos contratar a un buen abogado. A diferencia de lo que ocurre en muchos países, para ejercer su profesión, en Estados Unidos los abogados deben aprobar un examen estatal muy riguroso después de graduarse. Están entre los profesionales mejor pagados. Un abogado joven que trabaja en un bufete mediano o grande de Estados Unidos gana alrededor de 300 dólares por hora, mientras que un abogado más experimentado gana unos 600 dólares y los más conocidos cobran más de 1.000 dólares por hora. No es casual que hayan surgido plataformas de internet ofreciendo servicios legales más baratos y que estén creciendo a pasos agigantados. LegalZoom.com, por ejemplo, cobra un mínimo de 29 dólares por preparar un contrato de arrendamiento de una propiedad, 69 dólares por un testamento básico y 299 dólares por un divorcio incausado, según su sitio de internet. Todas estas tareas llevarían varias horas de trabajo para un abogado de carne y hueso, que a un mínimo de 300 dólares la hora cobraría muchísimo más por la misma tarea. Millones de personas están haciendo uso de estos bufetes de servicios legales virtuales no sólo para producir contratos básicos, sino también para enviar una carta amenazante a un deudor moroso o a un vecino que pone la música demasiado alta.

5. El microrrobot que destapará las arterias
Cesarea, San Francisco. Moshe Shoham, el director del laboratorio de robótica de la Facultad de Ingeniería Mecánica del Instituto Tecnológico de Israel, conocido como el Technion, es uno de los hombres que —sin hacer mucho ruido— están reinventando la medicina moderna. Yo no sabía de su existencia hasta que alguien me alertó de que Shoham está desarrollando un minirrobot del tamaño de un grano de arroz que muy pronto podrá limpiar las arterias del cuerpo humano, de la misma manera en que lo hacen los robots que limpian las piscinas o los pisos de las casas. Cuando me lo contaron, se oía como algo sacado de un libro de ciencia ficción. Pero al leer su biografía decidí que había que tomarlo en serio: Shoham ya había registrado más de 30 patentes internacionales de medicina robótica y máquinas inteligentes, y una de las empresas que había fundado, Mazor Robotics, se cotizaba en la bolsa de Nueva York con una valuación de mercado estimada en 550 millones de dólares. Ahí fundó Mazor Robotics, cuyo robot-cirujano de la columna vertebral, llamado Renaissance, ya ha realizado más de 25 000 operaciones en más de 150 hospitales de Estados Unidos.
*- Shoham y sus estudiantes de doctorado del Technion comenzaron a trabajar en un robot para detectar filtraciones de agua y limpiar las tuberías de ciudades. La idea es que las ciudades ahorren millones de dólares anuales con un robot que encuentre filtraciones de agua y destape las placas de suciedad que obstruyen las tuberías.


6. Los maestros dejarán de impartir conocimientos
Mi entrevista televisa en CNN en Español con el Profesor Einstein –el pequeño robot humanoide de cabellos blancos, bigotes espesos tipo morsa y los rasgos inconfundibles del Nobel de física Albert Einstein— difícilmente hubiera podido salir peor. Era el primer día en que Hanson Robotics, la compañía que inventó el robot, iniciaba la gira promocional de su nuevo producto, tras haber conseguido una licencia de cinco años de la Universidad Hebrea de Jerusalén para usar el apellido del célebre científico alemán. Según Hanson Robotics, el Profesor Einstein era el primero de muchos robots que revolucionarían la educación mundial, enseñando a los estudiantes de una manera mucho más divertida, didáctica y eficaz que la de los maestros convencionales.
Era un robot de unos 35 centímetros de alto que, además de tener el aire de profesor distraído o genio loco de Einstein, movía los ojitos hacia todos lados, se reía y hasta sacaba la lengua. Podía hacer hasta 50 movimientos faciales y también caminaba. Rifkin comenzó el reportaje explicando las ventajas de su robot. El Profesor Einstein puede explicar la teoría de la relatividad de varias formas, según las fortalezas y debilidades de cada alumno, me dijo. "Todos los individuos somos únicos: algunos aprendemos visualmente y otros perceptivamente. Así que nosotros modificamos constantemente la forma de presentarte los temas según tu forma personal de aprendizaje. Si el Profesor Einstein no logra que entiendas lo que te explica, seguirá intentando y cambiando la forma de presentarte la información hasta que la entiendas", explicó.




*- Pero la entrevista se complicó en cuestión de segundos. Apenas Rifkin había empezado a explicar las bondades del robot, el Profesor Einstein empezó a girar la cabeza hacia un lado y el otro, en lugar de quedarse quieto mirando la cámara. Visiblemente inquieto, Rifkin comenzó a teclear su laptop para tratar de regresar al Profesor Einstein a su posición original mirando hacia la cámara. Pero el robot seguía mirando fijamente hacia un costado, como si estuviera totalmente desinteresado en la entrevista.
Viendo lo que estaba pasando, empecé a alargar mis preguntas para darle más tiempo a Rifkin de que enderezara al robot, y finalmente le pedí que le preguntara al Profesor Einstein qué cosas podía hacer. Rifkin le hizo la pregunta y el Profesor Einstein, siempre mirando hacia el costado, respondió con leve acento robótico: "Puedo caminar, hablar, enseñar juegos, pronosticar el tiempo y responder preguntas de todo tipo sobre las ciencias". Y prosiguió, con un toque de humor que se perdió un poco al no estar mirando hacia la cámara: "En suma, soy tu genio personal, o por lo menos eso es lo que dice mi caja de empaque". Cuando le hice la segunda pregunta a través de su creador, el robot se quedó mudo. Pasaron varios segundos y el Profesor Einstein no reaccionaba. Rifkin, quien parecía más asustado que su robot, volvió a hacerle la pregunta, pero éste seguía de perfil, ahora también mudo, impávido, como ensimismado en sus pensamientos. Tras varios intentos fallidos, Rifkin explicó al aire que probablemente el robot había enmudecido porque el wifi del estudio de CNN se había caído. Le dije en tono de broma que el Profesor Einstein quizá tenía pánico escénico por ser su primer día de entrevistas televisivas, y fuimos a un corte publicitario.
Después de varios intentos logramos resucitar al robot y que nos contara un poco más sobre las cosas que era capaz de hacer. Aunque el debut televisivo del Profesor Einstein dejó mucho que desear, salí de la entrevista convencido de que los robots educativos y otras máquinas inteligentes se propagarán en las aulas y en los hogares. Aunque no desplazarán a la mayoría de los docentes, reemplazarán varias de sus funciones actuales.

AL COMPLETO:
Los 6 trabajos que se verán más amenazados por la automatización, según el nuevo libro de Andrés Oppenheimer - Infobae
 

droblo

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Los robots domésticos que socializan con personas están listos para llegar a nuestras salas y cocinas, pero ¿los humanos estamos preparados para recibirlos en nuestras vidas?

Para construir robots que tienen apenas una fracción de la sofisticación que vemos en los relatos de ciencia ficción han tenido que pasar décadas de investigación. Pero no se parecen a sus predecesores ficticios: la mayoría no camina, sólo a veces ruedan y con frecuencia no tienen extremidades. Y para nada igualan el lenguaje, habilidades sociales y destreza física de la gente.

Peor aún, hasta ahora pierden contra los inmóviles parlantes inteligentes de Amazon, Apple y Google, que cuestan una fracción que estos primeros robots sociales, y que operan con sistemas de inteligencia artificial que dejan muy atrás a las limitadas habilidades de muchos robots.

Eso no ha detenido a sus ambiciosos productores de lanzar robots que parecen reales al mercado, aunque con resultados mixtos hasta ahora.

Dos pioneros en la nueva vanguardia de lindos robots sociales _Jibo, un voluptuoso parlante, y Kuri, una caricaturesca “nana” con ruedas_ han sido bajas tempranas. Los productores de Vector, un robot casero más económico develado el miércoles, esperan que los suyos tengan mayor éxito.

Pero otros, incluyendo el rumorado proyecto de Amazon y robots diseñados para ofrecer compañía a personas mayores, siguen en fase de desarrollo.

“Creo que este año veremos a algunos llegar al mercado”, dijo Vic Singh, socio general fundador de Eniac Ventures, que ha invertido en varias empresas incipientes de robótica. Pero serán limitados a usos específicos, advirtió.

Las esperanzas de robots sociales siguen superando a la realidad. El año pasado, el rechoncho, casi inexpresivo, Jibo engalanó la portada de la edición de “mejores inventos” de Time Magazine. Su creadora, la investigadora en robótica del MIT Cynthia Breazeal, le dijo entonces a The Associated Press que “habrá un momento en que todos darán por sentado al robot personal”.

Ese momento no ha llegado aún.

Los robots sociales se remontan a una cabeza humanoide interactiva llamada Kismet, que Breazeal construyó en un laboratorio de MIT en la década de los 1990. Desde entonces, los avances en la inteligencia artificial han impulsado el campo. La popularidad de Alexa similares también ha ayudado a quitarle lo raro a hablar con máquinas.

La clave de los robots compañía, dicen los expertos, es lograr el balance justo entre utilidad y personalidad. (El precio también parece muy importante). Aunque hay mucho desacuerdo sobre qué logra el balance perfecto.

Si te falta personalidad “deberás ser perfecto, porque en el momento en que te equivoques, serás el gran y torpe robot que se equivocó”, dijo Boris Sofman, director general de Anki, que planea lanzar en unos meses a Vector, un robot tipo mascota, por 249 dólares. Pero la gente puede perdonar los errores siempre y cuando el robot se comporte de forma realista.

Muchos investigadores dicen que los robots sociales son una promesa para la población mayor. Podrían recordarles tomar su medicina, motivarlos para levantarse y moverse o visitar a otros, y ayudarlos a permanecer en contacto con familiares y amigos.

Aunque para que los robots capten la atención de todas las edades, necesitan demostrarse útiles y serviciales, dice James Young, investigador del laboratorio de interacción humana-computacional de la Universidad de Manitoba.

“Ya sea que ayuden en la soledad o con tareas como cocinar, eso es crucial”, dijo. “Una vez que la gente se convence que algo es útil o realmente les ahorra tiempo, son muy buenos para adaptarse”.
 

Johngo

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Walmart Nation: Mapeo de los empleadores más grandes de América

En Estados Unidos, aproximadamente 150 millones de personas trabajan actualmente, haciendo todo, desde neurocirugía hasta saludar a los clientes en su Walmart Supercenter local.

Si bien existe una impresionante variedad de trabajos, Nick Routley , de Visual Capitalist, señala que algunas organizaciones de gran escala se destacan como la principal empresa de cada estado.

EL EMPLEADOR MÁS GRANDE DE CADA ESTADO
Estados Unidos es el tercer país más poblado del mundo, por lo que se necesita mucha mano de obra para mantener al gobierno en funcionamiento. No sorprenderá que, en la mayoría de los estados, el gobierno estatal o federal sea el principal empleador. Solo California emplea a un cuarto de millón de trabajadores federales.

El estado de Nueva York es un caso único, ya que la fuerza laboral municipal de la ciudad de Nueva York es el principal empleador.

Técnicamente, el empleador más grande del planeta es el Departamento de Defensa de los EE. UU., Y en ocho estados, hay más personal militar activo que cualquier otro empleador privado.

EMPLEADORES NO GUBERNAMENTALES
Cuando excluimos el gobierno directo y el empleo militar, surgen algunas tendencias. En casi la mitad de los estados, las universidades y los hospitales, con frecuencia se superponen entre los dos, son los principales empleadores.

En algunos casos, el principal empleador refleja una industria que es bien conocida en la región. General Motors, por ejemplo, sigue siendo el principal empleador en Michigan. En nevada? MGM Resorts International, con más de 55.000 empleados.

Cuando se trata de empleo a gran escala, hay una tendencia regional que se destaca más: la amplia extensión azul del país de Walmart.




NACION WALMART
Walmart es la compañía más grande del mundo por ingresos, y hay más de 3,500 supercentros de Walmart repartidos por todo Estados Unidos. Se necesita alrededor del 1% de la fuerza laboral del sector privado en los Estados Unidos para mantener en funcionamiento esta flota masiva de grandes tiendas. En Arkansas, esa cifra aumenta hasta el 4%, con aproximadamente un tercio de la fuerza laboral minorista total empleada en el gigante minorista.

A continuación, le ofrecemos una descripción completa de los 21 estados en los que Walmart es el principal empleador.




¿QUÉ PASA CON AMAZON?
Cuando hablamos de la industria minorista, es imposible evitar hablar de Amazon . La empresa de comercio electrónico está creciendo a un ritmo impresionante, y ahora es el segundo empleador privado más grande del país, con más de medio millón de empleados.

Dicho esto, incluso con la adquisición de Whole Foods, Amazon aún tiene un largo camino por recorrer para alcanzar el enorme número de empleados de Walmart. La confianza de la compañía en los trabajadores por contrato y la automatización de la cadena de suministro significa que es poco probable que este mapa se vuelva naranja en un futuro próximo.
 

Johngo

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Cómo los inversores de élite utilizan la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para obtener una ventaja

La inteligencia artificial y el aprendizaje automático pueden parecer cosas de las películas de ciencia ficción. Pero los fondos de cobertura, los principales bancos y las firmas de capital privado ya están implementando tecnologías de próxima generación para obtener una ventaja.

Citigroup ( C ) utiliza el aprendizaje automático para hacer recomendaciones de cartera a los clientes. Las empresas comerciales de alta frecuencia confían en herramientas de aprendizaje automático para leer y reaccionar rápidamente a los mercados financieros. Y las tiendas cuantitativas como PanAgora Asset Management han desarrollado algoritmos complejos para probar ideas de inversión sofisticadas. "Esto le quita emoción. Todo es racional", dijo a CNN Business Mike Chen, gerente de cartera de acciones en PanAgora, con sede en Boston, en el marco de la Cumbre de Inversión Alternativa de Caimán en Gran Caimán. "No somos científicos locos", dijo Chen, cuya firma de inversión cuantitativa administra alrededor de $ 43 mil millones en activos.

El auge del aprendizaje automático
Aún así, la tecnología está interrumpiendo rápidamente la industria financiera, y continuará haciéndolo. "El aumento del aprendizaje automático realmente hará que nuestra industria sea irreconocible en el futuro", dijo Anthony Cowell, jefe de administración de activos de KPMG en las Islas Caimán. Sus clientes incluyen algunos de los administradores de activos más grandes del mundo, fondos de cobertura y firmas de capital privado. Por ejemplo, Citi Private Bank ha implementado el aprendizaje automático para ayudar a los asesores financieros a responder una pregunta que frecuentemente hacen: ¿Qué están haciendo otros inversores con su dinero? Al utilizar la tecnología, el banco puede compartir de manera anónima los movimientos de cartera que realizan los clientes de todo el planeta. Tradicionalmente, ese tipo de información se obtuvo de su red. A principios de este año, PanAgora, la tienda cuantitativa de Boston, amplió su exposición a China al lanzar un algoritmo de "autoaprendizaje" que descifra la "jerga cibernética" china utilizada por los inversores en las redes sociales para sortear la censura gubernamental, dijo Chen. Los hallazgos brindan a los gerentes de cartera en PanAgora una valiosa ventana hacia el sentimiento entre los inversores minoristas, que dominan el mercado en China.

¿Hombre contra máquina?
Los ejecutivos de tecnología advierten que no se crean todas las exageraciones sobre la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, especialmente sobre los robots que se hacen cargo. "Algunos de los efectos pueden ser exagerados", dijo Watson, de Citi. "Es un mundo humano y de máquinas. No es un modelo solo para máquinas. Tampoco veo que se convierta en un modelo solo para máquinas durante mucho, mucho tiempo". Chen de PanAgora estuvo de acuerdo. "No es hombre contra máquina. Es hombre más máquina". En PanAgora, los humanos tienen la última palabra en las decisiones de inversión y, a veces, anulan lo que los modelos de computadora les dicen que hagan.
"Las máquinas no son sensibles. Los terminadores no se levantarán y nos matarán a todos en los próximos 10 años", dijo Chen. "Espero."

La mayoría de los trabajos serán impactados
Pero eso no significa que los humanos no serán interrumpidos. "Creemos que el 100% de todos los roles y empleos podrían verse afectados", dijo Mark Foster, vicepresidente senior de IBM ( IBM ) Global Business Services. Foster dijo que el resultado más optimista es que las empresas, los gobiernos y los sistemas educativos se anticipan a esta interrupción al volver a capacitar a los trabajadores. "Probablemente el mundo se esté moviendo más lentamente que eso. Existe el riesgo de que la gente se quede atrás", dijo Foster. "Nos corresponde a nosotros en los negocios que ayudemos a nuestras fuerzas laborales a adelantarse en la curva". En lugar de desplazarse directamente, Watson, de Citi, cree que muchos trabajadores que realizan trabajos de oficina de baja categoría podrían ser trasladados a puestos más gratificantes.

¿Que sigue?
En el futuro, la industria financiera se verá afectada por el auge de las tecnologías emergentes, como la computación cuántica. "Será capaz de resolver problemas que nunca podríamos abordar", dijo Mark Jackson, líder científico de Cambridge Quantum Computing, con sede en el Reino Unido. IBM ( IBM ), Google, Intel ( INTC ) y otras compañías importantes han gastado mucho para desarrollar tecnologías cuánticas, pero los expertos no están muy seguros de para qué se usarán estas súper computadoras.
"En realidad no lo sabemos todavía", dijo Jackson cuando se le preguntó por casos de uso específicos. "Estamos empezando a entender el poder de esto". Dijo que ya está claro que las computadoras cuánticas sobresaldrán en varias áreas: encriptación, seguridad, química y aprendizaje automático. "Estará a la altura de las exageraciones", dijo Jackson. Todavía hay muchas cosas que las computadoras no pueden hacer en el ámbito financiero. Por ejemplo, los inversionistas sofisticados a menudo usan la teoría de juegos para trazar cómo reaccionarán otros actores del mercado ante una situación dada. La teoría de juegos permite a las empresas sacar provecho al posicionarse, antes de que se produzcan cambios bruscos en el mercado. Chen de PanAgora dijo que las máquinas no pueden hacer eso, todavía. "Espero verlo en los próximos cinco a 15 años", dijo. CNN
 
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