Mentiras, malditas mentiras.. ¿qué pasa con las estadísticas en China?

Estado
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davigarma

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Cuando los depósitos de metales en el mayor consumidor del mundo China están tan llenos que los trabajadores comienzan el almacenamiento del mineral de hierro en los graneros para trigo y de cobre en los aparcamientos, ya sabes que la economía mundial podría estar en problemas.

En el puerto de Qingdao, sede de uno de los más grandes terminales de mineral de hierro de China , hay apilados cientos de montículos de mineral de hierro, cada uno tan alto como un edificio de tres pisos en una zona señalizada como "almacenamiento de granos", y casi en la calle (ver el video que acompaño al final).

Más al sur, algunos depósitos de aduanas de Shanghai están utilizando aparcamientos para almacenar las existencias de cobre - otro fenómeno inusual y un mal presagio para los precios del metal a nivel mundial - y que plantea interrogantes sobre la capacidad de China para sostener su crecimiento económico mientras el resto del mundo se tambalea.

Los mercados de materias primas están acostumbrados a ver como los inventarios de China se hinchan en el primer trimestre, cuando la fabricación se ralentiza debido a las vacaciones del Año Nuevo Lunar, y luego declinan gradualmente durante el segundo trimestre, cuando la actividad industrial se recupera.

Este año, sin embargo, es diferente.

Las existencias de cobre en el almacenamiento de Shanghai, el más grande en China, son ahora el doble que las 300.000 toneladas promedio de los últimos cuatro años y las reservas de mineral de hierro están a un tercio por encima que su promedio de 74 millones de toneladas.

China es el mayor comprador mundial de metales industriales, que son fabricados para uso doméstico o exportados al resto del mundo.

Varias economías de la zona euro están en recesión y existe el temor y serias dudas sobre la solvencia de varios más. Los Estados Unidos, la mayor economía del mundo, está ffojeando, con una recuperación lenta

Luego está la propia China, donde la economía sigue creciendo, pero a un ritmo significativamente más lento. Los economistas mantienen la predicción de que la desaceleración va a terminar pronto, pero es difícil ver cómo, cuando el resto del mundo parece estarse dirigiendo hacia la profundizacion de la crisis.

"Los nuevos pedidos han disminuido de forma sustancial desde hace un año", dijo un gerente de una fábrica de tubos de cobre grande que no quiso ser identificado porque no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación.

"Con la demanda tan débil, hemos reducido las operaciones, cerrado una línea de producción y reducido el número de turnos de trabajo."

La desaceleración ha golpeado duro a algunos de los fabricantes de pequeñas y medianas empresas y comerciantes que forman el grueso del negocio de los metales en China. Algunos comerciantes de acero se han suicidado y los propietarios de las fábricas han saltado tambaleantes a la ciudad para escapar de los acreedores, según informaron los medios locales durante el año pasado.

Esta semana, la mayor minera del mundo, BHP Billiton, dijo que estaba poniendo en suspenso un plan en China centrada en gastar $ 80 mil millones en los próximos cinco años para ampliar su mineral de hierro, el carbón, la energía y las divisiones de los metales básicos.

En sus comentarios más cautelosos, sin embargo, BHP, el Presidente Jacques Nasser también dijo que espera que los precios de las materias primas se enfríe más y que los inversores habían perdido la confianza en la economía mundial.

"Tenemos que hacer una pausa, respirar hondo y esperar para ver como las piezas caen en todo el mundo", dijo.

S2

Lies, damned lies...what about statistics in China? | Video | Reuters.com
 

Pasaba por aqui

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El problema es que los datos económicos comunicados por varios países, especialmente aquellos que se supone que estarán a la vanguardia del crecimiento económico, ahora que los países "desarrollados" estan desesperados, bajo la relacion deuda/PIB y consolidado ratios que pronto estarán en los 4 dígitos...., los autoreconocidos: una razón principal para el desarrollo de estos programas gubernamentales, una rama del "Ministerio de la verdad. " Que significa que cuando la inversión pública escucha de un PIB chino actualizado, o inflación Brasileña o la producción industrial Rusa, la mayoría empiezan a rodar bajo sus ojos, como se trata de los datos que el más tonto por la calle utiliza también para las decisiones de inversión. Afortunadamente, hay indicadores secundarios que presentan una imagen mucho más realista de lo que realmente está sucediendo en los mercados de crecimiento de esta franja.

Hace unos días presenciamos la vista "stock" de las dos burbujas de vivienda más grandes del mundo: China y Arabia Saudita, al demostrar la naturaleza épica atípicas de estos dos países en el contexto del consumo de cemento respecto al PIB per cápita: una instantánea que demostró cuán insostenible la burbuja de la construcción regional en estos dos países.

Pero dado que se trata de una instantánea en el tiempo y por lo tanto "material", por qué el "flujo" o la perspectiva de la economía de forma continua. Para que una vez más vamos a Goldman, que ha compilado convenientemente dos alternativas pero muy críticos con los conjuntos de datos que van al corazón de las economías BRIC: consumo de electricidad de China, así como también el tráfico por carretera de peaje brasileño . Las imágenes no son nada alentadoras.

En primer lugar, un breve recordatorio del peligroso estado de China en expansión - es decir, "stock"




Y aquí cómo China redujo el consumo de electricidad recientemente.



Y el dato de Brasil tampoco indica nada bueno...



Pero no se preocupe: el mundo desarrollado no tardara en despegar anywhere, deprisa y pronto - como en el siguiente gráfico muestra muestra que los viajes de negocios estan aumentando, (hasta que por supuesto el gráfico caerá en parábola en algún momento en un futuro cercano...)




¿Qué significa esto? Que el mundo está en desaceleración por todas partes.
Dado que la teoría convencional significa mucho, mucho, con más deuda para reiniciar el crecimiento y ya todo el mundo ya está lleno hasta las branquias de deuda, los compradores en realidad siguen siendo solo los bancos centrales. Y ellos lo saben. Que, por cierto, es por ello, el mercado es tumbling: después de todo, como nosotros venimos diciendo todo el tiempo, debe haber algún pretexto para otra "QE" coordinada global.

Bueno, ¿Otra ronda del 10-15% en el capital global "mercados"?...
 

madroño

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Y que luego digan que el actual modelo de capitalismo corrupto de amiguetes no esta en crisis por todo el mundo?.

Es un sistema al igual que como el intento de "experimento comunista", terminara de hacer aguas por todas partes, pues se basa en lo insostenible del crecimiento continuo y perpetuo y en la concentración de riqueza en cada vez menos manos.:cool:
 
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davigarma

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La otra y más preocupante de las malditas mentiras oficiales chinas es sobre el pinchazo de la burbuja inmobiliaria . Para las autoridades chinas se trata de un "aterrizaje suave" ( ¿ a quién se lo he escuchado yo antes eso? ) que los mentiroso ofiaciles situan en un 3%

11?????????3? 2500???????-???



Pero para el profesor de Economia y Gestion de la Universidad Tsinghua de Pekin, Chovanec, la caida de precio se sitia en el 35% en los precios de los bloques nuevos vendidos recientemente

¿ Donde está el engaño?

Chovanec dijo a Bloomberg : "Hay una discrepancia muy grande entre las estadísticas oficiales de precios y lo que divulgan las agencias "inmobiliarias", no estoy seguro de cual es la razón, pero entre los precios "oficiales" y a los que realmente se venden hay mucha diferencia". La razon parece estar en que cuando un bloque nuevo se termina y se pone a la venta se establece un precio promedio y es muy dificil de cambiar hasta que se ha vendido todo, proceso que dura entre seis meses y un año. ¿ Por qué acurre eso ?, pues porque en China hay una ley que permite que si un comprador de, vamos a suponer, el 5º 3º, se entera que el comprador del 1ª 5º se ha vendido a un precio menor, pueda exigir compensaciones o una indemnizacion. Cosas del Partido Comunista Chino, ya saben

Así que hemos de acudir a los interesantes estudios de ISI para saber la espectacular y real caida de precios y ventas de viviendas en China



S2
 

Pasaba por aqui

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TAKING STOCK

Latest data raises red flags likely to burst China’s bubble: economist

BRIAN MILNER





A little more than an hour after arriving on a flight from London, Albert Edwards cheerfully launches into the bleak vision he has encapsulated in a chart book handed out to a rapt investment audience in mid-town Toronto. The headline on page 2 reads: The Ice Age is Back.
It’s a term the notoriously bearish British economist has used for some time to describe a period of little or no inflation, accompanied by a wide-ranging reduction of financial leverage, sliding bond yields and more volatile and vulnerable markets and economies. If you think times are tough now, they are about to get worse, as China’s “classic credit bubble” bursts, the euro zone comes unglued and the U.S. slides back into recession. And if that isn’t enough reason to lock up the sharp objects, double-digit inflation lurks down the road.


Nothing should worry market players or policy makers more – or seems to bother them less – than China, says Mr. Edwards, who has 20 per cent of his personal assets in gold, “not to get rich … just to make sure I don’t get poor.”
The latest data from the Asian nation ought to raise some red flags, he says. Home prices are falling, auto inventories are rising and the broadest measure of money supply growth is shrinking faster than in Spain. Industrial production rose 9.3 per cent in April, the lowest in three years. “There is no doubt that the level of activity growth in April is significantly below the government’s comfort zone,” Goldman Sachs’s China watchers said in a report.
“China will end in a very hard landing, which will surprise investors,” Mr. Edwards says flatly. The slowdown will hammer commodities, drive equities below levels reached at the market nadir in the first quarter of 2009, and could pose serious geopolitical risks.
Yet many investors remain focused on the Greek soap opera and the latest stumbles of European policy makers, while giving the Chinese authorities virtually a free ride.
“When you stand back and look at it from the macro level, it is so clear,” Mr. Edwards says later between sips of beer. “It’s the classic behavioural finance thing: It’s overconfidence in a good growth story. It produces the wrong valuations, the wrong credit structures. Of course, these things can carry on for longer than you assume.”
The London-based strategist with Société Générale stands out in the dark-suited crowd in his untucked blue print shirt and khaki trousers. But then why dress up for the apocalypse.
What he finds particularly puzzling about the Chinese story is how so many investors steeped in free-market ideology could have so much faith in the couple of dozen policy makers at the helm of the nation’s economy. The primary goal of China’s leaders is to preserve their lucrative perks and the unchallenged power of the ruling Communists and who have already made some serious blunders. Why should they prove any more adept than Western leaders at engineering a soft landing?
If there’s one positive it’s that these same officials are plainly worried. And they never donned rose-coloured glasses, unlike their counterparts in Europe and the U.S. Who could forget Fed chief Ben Bernanke’s assurance in 2007 that sub-prime mortgages didn’t seem to be affecting the broader mortgage market?
Certainly not Mr. Edwards, who has nothing good to say about any leading central banker. If it were up to him, they would be dragged to the nearest city square and locked in public stocks, where people could throw rotten fruit at them. A former Bank of England economist, Mr. Edwards started an online petition earlier this year to have the central bank’s current governor, Mervyn King, stripped of his knighthood.
As for the Chinese, “they really look as if they are starting to lose control. The next stage will be when they pull the levers, but nothing happens economically.” A decision to restart the pump-priming could trigger a short-term market rally. But once it becomes clear that the policies aren’t having much of an impact, confidence will fly out the window, much as it did in the U.S. in 2008.
“Unfortunately, the world has seemed so reliant on China as a growth engine, I think this will accentuate the disappointment even more when it hard lands.”
Ironically, a Chinese slump – and we’re still talking about annual growth of 5 or 6 per cent – could help the embattled euro zone. “Maybe the best thing for the euro would be if China hard landed and Germany [whose export boom has been powered by Chinese demand] went into a deep recession,” Mr. Edwards muses. “Then they might be far more accommodative or far more reasonable about forgoing austerity.”
But any substantial Chinese slowdown would cause considerable pain for resource producers such as Canada and Brazil and absolutely devastate the Australian economy, whose continuing health depends not only on strong exports to China and other emerging Asian markets but Chinese investment dollars flowing the other way.
Once the bubble bursts, “Canada might be a lightly done muffin, but Australia will be absolutely toast.”
 
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davigarma

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UPDATE 2-Brent rises toward $108, China stimulus hopes aid

China's premier calls for more efforts to support growth

* Goldman says recent sell-off "unwarranted"; supply to tighten (Updates prices)

By Florence Tan

SINGAPORE, May 21 (Reuters) - Brent crude rose towards $108 per barrel on Monday, recovering from a 2012 low, on hopes China could take steps to stimulate growth and lift fuel demand at the world's second largest oil user, although concerns about the euro zone crisis capped gains.

China's premier called for additional efforts to support growth on Sunday, while Goldman Sachs said world oil demand was growing despite recent weak economic data. The comments proved to be a bright spot for oil markets, battered in the past weeks by fears Greece's political turmoil could spread to other countries in Europe.

Brent crude rose for the first time in four sessions, adding 68 cents to $107.82 a barrel by 0620 GMT. Front-month prices slipped to a 2012 low on Friday. In the last three weeks, Brent has shed almost 11 percent - largest three-week fall since May 2011.

U.S. crude gained 44 cents to $91.92, its first rise in seven sessions.

"We believe that the extent of recent sell-off was largely unwarranted," Goldman Sachs analysts said in a May 18 note, pointing to better oil demand and tighter crude supply.


Implied world oil demand in the past three months was "up more than 1.0 million barrels per day (bpd) over last year" despite concerns about softening economic data, the bank said.

"With Iranian crude oil increasingly shut out of the world oil market, the supply-demand balance in the OECD countries swung back into deficit once again in April, suggesting a return to higher prices will be needed to balance the oil market in second half of 2012," Goldman said.


EYES ON CHINA STIMULUS

Talk that China could implement a stimulus plan in the near future prompted investors to cover short positions during Asia trade on Monday, said Ken Hasegawa, a commodity sales manager at Newedge Japan.

"I don't think we'll see a sharp rebound. What we can see now is some correction after oil lost $20 from the previous high."

Uncertainty over the euro zone debt crisis would cap gains in oil prices, Hasegawa said.

Europe remained mired in crisis despite a call by world leaders for Greece to stay in the monetary union and for Europe to balance austerity with growth during the weekend G8 meeting.

They offered no specific prescription for debt-crippled Greece which holds fresh elections next month.

G8 leaders also raised the pressure on Iran on Saturday, signaling their readiness to tap into emergency oil stockpiles quickly this summer if tougher new sanctions on Tehran threaten to strain supplies.

The statement came days ahead of nuclear talks between world powers and Iran in Baghdad. (Editing by Himani Sarkar)
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Bueno, vuelvo y repito, no soy economista pero me interesa mucho leer y aprender. Veo mucho nivel de detalle pero también el cuadro grande en su totalidad, y China ha comprado compañías como General Motors últimamente. También está en vías de hacer grandes reformas, desde el punto de vista económico y financiero. Ellos están más que conscientes de su peso específico en la economía mundial y la pata coja que tenían ha comenzado a fortalecerse: la independencia tecnológica.
Aquí un enlace de lectura bastante ligera de donde extraigo algunos argumentos para soportar mi humilde comentario.
Problemas
 

davigarma

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TAKING STOCK

Latest data raises red flags likely to burst China’s bubble: economist

BRIAN MILNER

QUOTE]

Mas que red flag puede hablarse de la retrasmision en directo de una grave recesion que les va a caer en todo el cogote

A pesar de que los mentirosos oficiales del Banco de China siguen intentando "bombear" crédito a raudales, el crédito no fluye, porque nadie lo pide, están como en España, nadie pide nada

Espeluznante la cita de Bloomberg : - los préstamos netos combinados por el Banco Industrial y Comercial de China, China Construction Bank Corp., Banco de China y Banco Agrícola de China Ltd. fue casi cero en las dos semanas al 13 de mayo, Shanghai Securities News informó hoy, citando a una "desconocida persona familiarizada con el asunto". Añado yo : Si da la cara lo fusilan

Pero para dejarnos de conjeturas, se puede ver este fenómeno, en la caida del SHIBOR, parecido a nuestro LIBOR que muestra la caida mas fuerte desde el año 2008 y que muestra bien a las claras la desaceleracion en la demanda de créditos



Recordemos que una curva de tipos invertidos como tiene ahora China, de cada 10 veces, 7 termina con una recesion como un caballo, al menos, en Estados Unios así ha sucedido



Esto, el lector, hasta aquí lo puede tomar como una interpretación "sui-generis" de Economista que a veces se equivoca por lo que hay que seguir buscando más pistas y las he encontrado en...Australia

The Australian: - The lowest investment growth in China in a decade, reported on Friday, along with other data issued last week showing the weakest industrial production, retail sales and trade growth for more than a year have forcefully brought the Chinese slowdown to the market's attention.



¿ Como ? "la menor inversion en una década en China "

Esto ya es más grave y se entiende la movida que ha habido en Australia con bajadas de tipos de interes por la enorme influencia que tiene su comercio con China. Tambien se entiende el derrumbe del dolar australiano

The Australian: - " ...China's share of global demand for such commodities as iron, cement and copper is completely disproportionate to its size and almost wholly a function of its very high growth in investment. As investment growth drops sharply, as it must, global demand for non-food commodities will plummet."

Aja! ya encajan mas piezas

This prediction from Peking University's Michael Pettis would so transform the economic outlook for Australia, were it to come to pass, that it bears some reflection.

So what's the solution? China will obviously continue to try stimulating the economy (including lowering rates), but it's not clear just how much effect that would have on investment growth. Instead Australians are suggesting that China open up to foreign investments to allow Australian firms to potentially facilitate more commodity imports into China.

The Australian : - As fears grow about the sharpness of the slowdown in the Chinese economy, Foreign Minister Bob Carr is pushing for the lifting of restrictions on Australian companies investing in China as he meets with senior leaders, including Premier-elect Li Keqiang, in Beijing this week.
Good effort on the part of Bob Carr, but is unlikely to yield significant results.

To be sure, relative to the rest of the world Australia's economy is still booming. And as AUD weakens, it may in fact provide further stimulus to the nation's near-term growth. The long-term outlook however has now become far less certain.

S2
 
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Pasaba por aqui

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Los inversores se encuentran centrados en la crisis griega y el contagio que supondría una salida de la eurozona para el resto de países periféricos en problemas. Siendo este el tema principal, no hay que dejar de ver e interesarse por otros polos de atención que pueden marcar tendencias de mayor plazo a nivel mundial. Y uno de ellos es China.

Los especialistas en la economía china están preocupados ya que el crecimiento de China podría estar desacelerándose a un ritmo mucho más elevado de lo que el gobierno chino quiere y las estadísticas señalan.



Un número creciente de economistas están diciendo que el crecimiento del 8,1 por ciento en tasa interanual que publicó la Oficina Nacional de Estadísticas de China en el primer trimestre de este año, fue sospechosamente elevado incluso para los estándares de fiabilidad que se atribuyen a menudo a esas estadísticas.



Si la lectura del dato se realiza de forma anualizada y desestacionalizada, como a los economistas estadounidenses les gusta hacer, se traduciría en un 7,4 por ciento de crecimiento anual. Eso queda muy lejos del 10,4 por ciento de 2010 y el 9,2 por ciento, del año pasado.



El motivo que cuestiona la cifra de crecimiento desde el 8,1 por ciento al 7,4 por ciento es la gran cantidad de datos que apuntan a un ritmo mucho más lento, apunta Rowan Callick en un artículo en el diario australiano The Australian.



Estos incluyen un aumento de la producción de electricidad de sólo un 0,7 por ciento durante el mes pasado, cuando las importaciones crecieron sólo el 0,3 por ciento, las ventas de inmuebles cayeron un 16 por ciento, y la construcción de nuevos inmuebles que descendió un 4,2 por ciento.



El Banco de China, la tercera institución financiera por activos, anunció que sus nuevos préstamos cayeron un 17 por ciento en el primer trimestre, en tasa interanual. Los depósitos en los bancos chinos en su conjunto descendieron un 0,5 por ciento el mes pasado, de acuerdo con el banco central



Muchas familias están aprovechando la apertura gradual de acceso a otros productos de gestión de riqueza a parte de los depósitos bancarios, aunque la rentabilidad en la mayoría se sitúa por debajo de la inflación.



El Banco Popular de China (su banco central) anunció la semana pasada un recorte de medio punto porcentual en la tasa de reservas obligatorias, pero bajo estas circunstancias es poco probable que logre el objetivo de liberar más fondos para que fluya el crédito.



La producción industrial subió apenas un 0,35 por ciento en abril desde marzo, después de haber aumentado un 1,22 por ciento desde febrero. Y el valor agregado de la producción industrial ascendió un 3,9 por ciento en abril respecto al año anterior, disminuyendo considerablemente desde el 11,9 por ciento de marzo.



Las ventas minoristas subieron un 14,1 por ciento en abril respecto al año anterior, un 15,2 por ciento en comparación con el aumento de marzo.



El aumento en el índice de precios al consumidor se desaceleró a un 3,4 por ciento en abril desde el 3,6 por ciento de marzo.



Incluso las ventas domésticas de Caterpillar han disminuido en tasa interanual.



La firma británica de análisis de riesgos Business Monitor Internacional ha pronosticado que el volumen de carga aérea aumentará en un 4,4 por ciento en China este año, el Puerto de Shanghai aumentará su tráfico en tan solo un 2,3 por ciento, el transporte nacional de mercancías por carretera repuntará un 3,6 por ciento y el transporte ferroviario de mercancías un 3,7 por ciento.



De acuerdo a los cables estadounidenses revelados a través de Wikileaks, Li Keqiang, que ha de convertirse en primer ministro, dijo que utiliza 3 estadísticas clave para el seguimiento de la economía china, en lugar de la cifra de crecimiento:



1) el consumo de electricidad,
2) el volumen de carga ferroviario y
3) el préstamo bancario.



Agregando los tres datos desde principios de año hasta la fecha, es difícil ver cómo China puede alcanzar un crecimiento cercano al 8,5 por ciento.



Hay un fuerte imperativo político para que el partido en el poder mantenga un ritmo de crecimiento suficiente para prevenir la pérdida de puestos de trabajo, ya que nos encontramos en plena transición de poder que sucede una vez en una década.



La clave para entender China es que el Partido Comunista querrá asegurarse de que los niveles de vida siguen aumentando y a cambio demandará ser capaz de gobernar como quiera.



Y la oscuridad china a la hora de pronosticar con acierto como irá su economía impacta en el resto del mundo, especialmente en los países con un comercio más directo.



El profesor Chovanec dice que los supuestos contemplados en los presupuestos de Australia están "muy lejos de la situación en estos momentos."



"Hay muchas contradicciones en los datos oficiales que son difíciles de resolver", dice.



Por ejemplo, se afirma que la contribución del consumo al producto interior bruto se está acelerando, pero las ventas al por menor en realidad se están desacelerando.



"Cuando nos fijamos en las líneas de tendencia, vemos que están a la baja: por ejemplo, el sector inmobiliario, que representa una gran parte de la demanda de acero y que ha beneficiado especialmente a Australia, se ha posicionado perfectamente para alimentar el auge de la inversión en China en los últimos tres años ".



El sector inmobiliario comprende una cuarta parte de los activos fijos de las inversiones en China, y la mitad de su crecimiento del PIB. Sin embargo, sus ventas han bajado este año y los inicios de construcción están planos o en caída.



Sólo el 14 por ciento de los consumidores chinos dice que están interesados en adquirir una vivienda, la tasa más baja desde 1999, porque ven que los precios han disminuido.



Una alternativa es que el gobierno de Beijing invierta dinero en infraestructuras. Sin embargo, la construcción de carreteras está desfalleciendo, y la construcción ferroviaria se ha reducido sustancialmente.



"El tema aquí es que no hay dinero suficiente en el sistema para financiar nuevas inversiones y volver a empaquetar masivas deudas incobrables", dice el profesor Chovanec.

Él dice que la tercera opción es una expansión del crédito - pero lo que estamos viendo es todo lo contrario (una contracción del crédito), y el gobierno no se fía de la inflación (tanto la inflación de activos, como la inflación de precios) por el impacto social en un momento políticamente sensible.



A pesar de la percepción común a nivel internacional, añade, "no hay muchas opciones que se puedan adoptar, y todas ellas tienen un coste".



China podría inyectar de nuevo dinero para reactivar la burbuja de activos, dice, pero la calidad y el valor de la infraestructura resultante serían cuestionables. Y no hay ninguna garantía de que el gasto en más urbanizaciones impulse la productividad y pague por sí mismo los costes.



Chovanec dice que para que los consumidores encabecen el impulso de la economía, sustituyendo a los inversores y los productores y destetando a la economía de los estímulos, se requiere un cambio estructural masivo en las áreas examinadas, como las tasas de interés, impuestos y tipos de cambio. Esto es positivo, pero sería necesario un considerable valor político.



Esto significaría que el consumo crecería más rápido que el crecimiento del PIB, algo que no ha sucedido hasta ahora.



"Hay un futuro para China después de una corrección, por supuesto", dice. "Pero para volver a una senda de crecimiento sostenible, hay que cambiar mucho la composición de la economía del país."



Michael Pettis, profesor de la Universidad Guanghua School of Management de Beijing, comenta que siempre hay debate sobre la validez de las cifras del PIB de China.



"Siempre ha habido un fuerte incentivo para que los funcionarios exageren las cifras de crecimiento". "Pero si el crecimiento es inferior a las cifras oficiales, ¿por qué los precios de las materias primas se mantiene en precios elevados?"



Pettis sospecha que se debe a la acumulación de inventarios adicionales en los productos básicos no alimentarios. Añade que el 90 por ciento del cobre que se encuentra en los almacenes en Shanghai se utiliza para la financiación - y si los precios bajan China se convertirá temporalmente en un exportador de cobre.



El profesor de la Guanghua School señala que la desaceleración en China es un hecho indudable, y la reducción de los requerimientos de reservas - como hizo el banco en las últimas semanas - no ayudará en mucho.



Fuentes: Rowan Callick - The Australian
 

davigarma

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El consumo de electricidad es de casi 0. No me gusta usar los datos de ChinaScope porque aunque sean de pago tengo siempre la sensacion que detrás esta la mano "invisible" de la nomenclatura pero dandolos por buenos se aprecia claramente la caida del consumo



Se puede alegar, en mi anterior, disquisicion que el fenómeno arriba expuesto concernía solo a los australianos pero no.

Hechando mano de ISIS que sí es fiable se aprecia como las ventas de las 20 mayores multinacionales de Estados Unidos en China han caido en picado. Ralentizacion, caida del consumo, otro datos más, y muy fiable



Demasiadas coincidencias. Así que me he puesto a mirar otro "termómetro" que suelo usar a menudo para medir la "temperatura" de las estadísticas oficiales de los mentirosos oficiales del Partdio Comunista chino y no es otra cosa que las inversiones de sus millonarios . Los millonarios del Partido Comunista chino, y ahora voy a entrar en el sarcasmo ideológico, como buenos cumunistas, suelen comprar lujosas propiedades en Canada. Vancouver suele ser un lugar privilegiado para esos menesteres y ¡ oh sorpersas ! en Vancouver ha estallado la burbuja de viviendas de precios inflados. Y una de las razones es esa precisamente : la disminucion de compras de los "inmigrantes chinos". Hablamos de caidas de precios de un 10% en casas que de media cuestan 750.000$

Cito : One reason for the decline is fewer buyers from Asia, something that had been driving parts of the Vancouver market in recent years, according to agents. “The number of buyers from China is definitely down this year,” said Andrew Hasman, a real estate agent who specializes in high-end homes. “We’re seeing far fewer buyers from that part of the world and that’s the reason our sales are down.”
Mr. Hasman said money flowing out of China has slowed considerably and Canadian banks have also tightened their mortgage lending rules,

Traducido : Una de las razones de este declive es que hay menos compradores procedentes de Asia, algo que había estado conduciendo al florecimineto inmobiliario del mercado de Vancouver en los últimos años, según los agentes. "El número de compradores procedentes de China es, sin duda peor este año", dijo Andrew Hasman, un agente de bienes raíces que se especializa en viviendas de gama alta. "Estamos viendo que los compradores son un número mucho menor de esa parte del mundo y esa es la razón nuestras ventas han bajado".

El Sr. Hasman dijo que el dinero que sale de China se ha desacelerado considerablemente y los bancos canadienses también han endurecido sus reglas de préstamos hipotecarios

Aquí pueden leer el informe :

Vancouver’s real estate swoon deepens - The Globe and Mail

Por lo tanto , ese es otro dato muy fiable de lo que está pasando en China

S2
 

davigarma

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Nuevos y alarmantes datos de Reuters

Reuters: - Chinese buyers are deferring or have defaulted on coal and iron ore deliveries following a drop in prices, traders said, providing more evidence that a slowdown in the world's second-largest economy is hitting its appetite for commodities.

China is the world's biggest consumer of iron ore, coal and other base metals, but recent data has shown the economy cooling more quickly than expected, with industrial output growth slowing sharply in April and fixed asset investment, a key driver of the economy, hitting its lowest in nearly a decade.

Coal and iron ore prices could fall further before recovering towards the tail end of the second quarter, traders say, sparking more defaults or deferred deliveries.

"There are a few distressed cargoes but no one is gung-ho enough to take them. Chinese utilities aren't buying because they have a lot of coal and traders are also afraid of getting burnt. It's very bearish now," said a trader.

The defaults come on the heels of a slump in global thermal coal benchmark prices to two-year lows and increases the prospect of an even steeper fall unless China revives buying to absorb the global coal surplus as exporters ramp up production.


Traducido : Los compradores chinos están aplazando o ha incumplido con las entregas de carbón y mineral de hierro después de la caída en los precios, dijeron operadores, proporcionando más evidencia de que una desaceleración en la segunda mayor economía del mundo está afectando a su apetito por las materias primas. China es el mayor consumidor del mundo de mineral de hierro, carbón y otros metales básicos, pero los datos recientes han demostrado que la economía se enfria más rápidamente de lo esperado, con un crecimiento de la producción industrial brusca desaceleración en abril y la inversión en activos fijos, un motor clave de la economía, alcanzando su nivel más bajo en casi un década. precios del carbón y de mineral de hierro podría caer aún más antes de recuperarse hacia el final de la cola del segundo trimestre, dicen los operadores, lo que provocó más impagos o de las entregas diferidas. "Hay algunas dificultadesy pocas cargas, pero no hay entusiastas suficiente para tomarlas. Las empresas de servicios públicos chinos no están comprando porque tienen un montón de carbón y los comerciantes también tienen miedo de quemarse. Soy muy bajista ahora ", dijo un operador.

Por lo tanto la inapelable evidencia que ya se ve en el video de Reuters que encabeza mi post sugiere que los mayoristas están reduciendo los inventarios de carbón en una serie de puertos y almacenado toneladas y toneladas en sitios para grano. Los precios al contado de carbón de coque estan realmente cayendo. Todo esto es una evidencia de una clara desaceleración de la demanda en China, que es mucho más aguda de lo previsto por los mentirosos del Partdo Comunista Chino

Seguramente todo esto va a terminar en un programa de "estímulos" más agresivas de lo previsto por parte del gobierno chino porque el deterioro es mayor de lo que dicen

S2


 
No está fácil el asunto: las acerías de China son las más grandes del mundo. Y si están almacenando commodities de esa forma por falta de demanda...pues creo que lo peor está por venir. Todos los gobiernos mienten, por cierto. Unos más, otros menos. Y quien crea a estas alturas en un "comunismo" en algún lugar del planeta...pues cree mucho en la retórica y filosofía. jejejeje.
 

Pasaba por aqui

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LONDON – Is China poised to become the world’s next superpower? This question is increasingly asked as China’s economic growth surges ahead at more than 8% a year, while the developed world remains mired in recession or near-recession. China is already the world’s second largest economy, and will be the largest in 2017. And its military spending is racing ahead of its GDP growth


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Illustration by Paul Lachine

The question is reasonable enough if we don’t give it an American twist. To the American mind, there can be only one superpower, so China’s rise will automatically be at the expense of the United States. Indeed, for many in the US, China represents an existential challenge.

This is way over the top. In fact, the existence of a single superpower is highly abnormal, and was brought about only by the unexpected collapse of the Soviet Union in 1991. The normal situation is one of coexistence, sometimes peaceful sometimes warlike, between several great powers.

For example, Great Britain, whose place the US is often said to have taken, was never a “superpower” in the American sense. Despite its far-flung empire and naval supremacy, nineteenth-century Britain could never have won a war against France, Germany, or Russia without allies. Britain was, rather, a world power – one of many historical empires distinguished from lesser powers by the geographic scope of their influence and interests.

The sensible question, then, is not whether China will replace the US, but whether it will start to acquire some of the attributes of a world power, particularly a sense of responsibility for global order.

Even posed in this more modest way, the question does not admit of a clear answer. The first problem is China’s economy, so dynamic on the surface, but so rickety underneath.

The analyst Chi Lo lucidly presents a picture of macro success alongside micro failure. The huge stimulus of RMB4 trillion ($586 billion) in November 2008, mostly poured into loss-making state-owned enterprises via directed bank lending, sustained China’s growth in the face of global recession. But the price was an increasingly serious misallocation of capital, resulting in growing portfolios of bad loans, while excessive Chinese household savings have inflated real-estate bubbles. Moreover, Chi argues that the crisis of 2008 shattered China’s export-led growth model, owing to prolonged impairment of demand in the advanced countries.

China now urgently needs to rebalance its economy by shifting from public investment and exports towards public and private consumption. In the short run, some of its savings need to be invested in real assets abroad, and not just parked in US Treasuries. But, in the longer term, Chinese households’ excessive propensity to save must be reduced by developing a social safety net and consumer credit instruments.

Moreover, to be a world economic power, China requires a currency in which foreigners want to invest. That means introducing full convertibility and creating a deep and liquid financial system, a stock market for raising capital, and a market rate of interest for loans. And, while China has talked of “internationalizing” the renminbi, it has done little so far. “Meanwhile,” writes Chi, “the dollar is still supported by the strong US political relations with most of the world’s largest foreign-reserve-holding countries.” Japan, South Korea, Saudi Arabia, Kuwait, Qatar, and the United Arab Emirates all shelter under the US military umbrella.

The second problem is one of political values. China’s further “ascent” will depend on dismantling such classic communist policy icons as public-asset ownership, population control, and financial repression. The question remains how far these reforms will be allowed to go before they challenge the Communist Party’s political monopoly, guaranteed by the 1978 constitution.

Two important cultural values underpin China’s political system. The first is the hierarchical and familial character of Chinese political thought. Chinese philosophers acknowledge the value of spontaneity, but within a strictly ordered world in which people know their place. As the Analects of Confucius puts it: “Let the ruler be a ruler, the subject a subject, a father a father, and a son a son.”

There is also very little belief in the sanctity of human life: Buddhism holds that there is no difference between humans and animals and plants. A pledge to protect human rights was written into the Chinese constitution in 2004; but, as the recent case of the blind dissident Chen Guangcheng illustrates, this is mostly a dead letter. Similarly, private property ranks below collective property.

Then there is the Confucian doctrine of the “mandate of heaven,” by which political rule is legitimized. Today, the mandate of Marxism has taken its place, but neither has any room for a mandate of the people. Ambivalence about the source of legitimate government is not only a major obstacle to democratization, but is also a potential source of political instability.

These historical legacies limit the extent to which China will be able to share in global leadership, which requires some degree of compatibility between Chinese and Western values. The West claims that its values are universal, and the US and Europe will not cease pressing those values on China. It is hard to see this process going into reverse, with China starting to export its own values.


China has a choice: it can either accept Western values, or it can try to carve out an East Asian sphere to insulate itself from them. The latter course would provoke conflict not only with the US, but also with other Asian powers, particularly Japan and India. China’s best possible future thus probably lies in accepting Western norms while trying to flavor them with “Chinese characteristics.”



But neither choice is a scenario for China “replacing” the US. Nor, I think, is this what China wants. Its goal is respect, not dominance
 

davigarma

Well-Known Member
Muy optimista es Paul, yo no comparto su optimismo para nada

Para mí mucho más interesante es el análisis que hacía Michael Schuman en Febrero. Esto lo escribía el 27 de Febrero

Why China Will Have an Economic Crisis


The view in most of the world is that China is indestructible. Shrugging off the crises multiplying elsewhere, China seems to surge from strength to strength, its spectacular growth marching on no matter what headwinds may come. It appears inevitable that China will overtake a U.S. mired in debt and division to become the world’s indispensable economy. Those businessmen and policymakers looking to the future believe China’s “state capitalism” may be a superior form of economic organization in dealing with the challenges of the modern global economy.
My answer to all of this is: think again.
I don’t doubt for a second that China will be a major economic superpower with an increasingly influential role in the global economy. In many respects, it already is a superpower. But that doesn’t mean the economy is free from problems, a good number of them created by the very statist system lauded by pundits in the U.S. and Europe. And in my opinion, if China doesn’t change course, and in a big way, the country will experience an economic crisis

I’ve been thinking about China’s economic future, and the likelihood it will face some sort of terrible collapse, for some time, but I have until now been reluctant to come out with my views so strongly. The reason is that it is very difficult to tell what’s really going on in the Chinese economy. Data is sparse or unreliable. And China is in certain ways unique in economic terms — has history ever witnessed a giant of such massive proportions ascend so quickly in the global economy? Valid precedents are hard to find. Then there is the issue of timing. It is easy to say China will have a crisis; it is almost impossible to say when that might happen. Next month? Next year? Next decade? The fact is China could continue as it is for some time to come. So, in other words, when you make the type of prediction I just have, you have a good chance of getting it just plain wrong.

But the more time I spend in China, the more convinced I am that its current economic system is unsustainable. Yes, economists who specialize in China can give you all sorts of reasons why the country is supposedly different, and thus the regular rules of economics don’t necessarily apply. But one simple thing I always say about economics is that you can’t escape math. If the numbers don’t add up, it doesn’t matter much how big your economy might be or how fast it is growing or how heavy a role the state might play. And China has lots of numbers that just don’t add up

A big part of the bad math is created by China’s state capitalism. China has adopted a form of the Asian development model, invented by Japan and followed, to varying degrees, by many rapid-growth countries around East Asia. The model, very generally speaking, functions like this: 1) capitalize on low wages to spark growth through exports and industrialize quickly with hefty amounts of investment, 2) guide the whole process with the hand of the state, 3) employ industrial policies and state-directed finance to progress into more and more advanced sectors. This system generates fantastic levels of economic growth for a while, but then eventually, it crashes. Japan had its meltdown beginning in 1990 (and it hasn’t escaped two decades later); South Korea, the country that copied Japan’s model most closely, experienced its crisis in 1997-98.
What happens? The model is based on what Alice Amsden, in her study of the Korean economy, called “getting prices wrong.” To spur on the high levels of investment necessary to generate rapid growth, the model depends on state-directed subsidization to make investing in certain industries or sectors more attractive and less risky than it otherwise would be. Cheap credit is made available for industry, or the state outright orders money to be invested in certain preferred projects. The exchange rate is controlled to encourage exporters. All sorts of subsidies, for energy, exports and so on, are dished out. Banks are not commercially oriented but act to a great degree as tools of government-development policy. All of these methods funnel money, private and public, into industrialization, creating the astronomical growth rates we see again and again in Asia.

The problem here is that prices can’t stay wrong indefinitely. There is a good reason why classical economists are always so focused on allowing markets to find the correct price level. In that way, markets send the proper signals to potential investors on where money should or should not go. If those price indicators are skewed, so is the direction of resources. The Asian model, by playing around with prices, eventually creates tremendous distortions, in which money is wasted and excess capacity is generated. Subsidized companies don’t have to generate returns in the same way as unsubsidized firms, and that leads them to make bad investment decisions to build factories and buildings that are unnecessary and unprofitable. As a result, loans go bad and banking sectors buckle. That’s exactly what happened in both Japan and Korea. Though their crises were tipped off in very different ways — the bursting of an asset bubble in Japan, an external shock in Korea — the reason both countries collapsed was the same: weak banks, indebted companies, silly investments.

China is indulging in all of the same excesses as Japan and Korea, and then some. The level of investment in China, at nearly 50% of GDP, is lofty even by Asian standards. The usual argument made in defense of such astronomical investment in fixed assets is that China is a large developing country that needs all of the buildings and roads it is constructing. Qu Hongbin, the very smart chief China economist at HSBC, made that very argument in a recent study:
"There is a popular view in the market that China has overinvested and therefore can no longer rely on investment to sustain its growth. We disagree. China’s investment-to-GDP ratio is indeed very high (46%) … [But] China is only half way through the process of urbanisation and industrialisation. It still needs to invest more to cope with the rising demand for rail, hospitals and industrial plants. The recent infrastructure boom has boosted the country’s transport capacity, but China’s railway network is still shorter than that of the US in 1880 … In economic terms, we estimate that China’s capital stock per worker is only about 8% of that of the US and 15% of that of Korea. In other words, China’s capital accumulation is still far from reaching the stage of having diminishing returns; we believe the country needs to invest more, rather than less."

I completely agree. Yet the issue is not whether China needs more investment. The issue is whether China is getting the types of investment it requires. The fact that investment levels can be so high and yet the economy is so deficient in certain key aspects makes me think the answer is no. We can see that in the continued problem of excess capacity in China, in which companies go hog wild building too many factories in certain industries, often with borrowing from state banks. That has happened in steel and solar panels, for example. The country is investing hundreds of billions in high-speed railways even though ticket prices are beyond the reach of most Chinese, while many major Chinese cities don’t have subways.

A good part of this misdirected investment seems to be headed into the property sector. Real estate development has become the key driving force of Chinese economic growth. In theory, China’s very rapid urbanization makes such construction a necessity — but that depends on what is being built. In Wenzhou, a real estate agent recently offered free BMWs to anyone who bought a high-end apartment — a clear sign of overbuilding — while there is an obvious shortage of housing affordable for most Chinese. On either side of my Beijing apartment building are three big malls that hardly ever seem to see real shoppers. Rents for top-quality office space in Beijing are now pricier than in New York City — despite the fact that China’s capital is one big construction zone. Many of the buildings going up are of a quality unsuitable for major corporations.


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davigarma

Well-Known Member
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Even worse, much of the investment in China is being financed with debt. The level of debt in the Chinese economy has been rising with frightening speed. Rating agency Fitch estimates bank credit in 2011 was equivalent to 185% of the country’s GDP — an increase of 56 percentage points in a mere three years. Though that surge has not yet had a significant negative impact on China’s banks, many analysts fret that banks will eventually experience a rise in nonperforming loans. In an indication of what is to come, the Financial Times reported recently that the government has ordered banks to roll over the $1.7 trillion of loans owed by local governments. If true, this tells us two key things: 1) these governments invested money raised from banks in projects that are not generating the returns necessary to pay them back and 2) the quality of loans on the banks’ books are more questionable than official statistics suggest. On top of that, the fact that local governments amassed so much debt in the first place shows a complete lack of rule of law in China’s financial sector. Technically, local governments aren’t permitted to borrow money at all. Meanwhile, as government entities run up loans they can’t pay, many small companies, especially private ones, are unable to raise sufficient funds and remain starved of capital.


So we can see the pieces of a crisis falling into place: excessive, misguided investment, including a giant property boom, propelled on by debt and the decisions of government bureaucrats. Sound familiar? A crisis, of course, is not inevitable — if China’s leadership takes action and reorients the direction of the economy. The positive thing is that at least some top policymakers understand the need to change. In policy pronouncement after policy pronouncement, the government pledges to reform. The problem is that China’s government is not taking its own advice. The economy needs to rebalance away from investment and exports to a more consumption-driven growth model with a primary focus on quality of growth, not high rates at any cost. That’s not happening, or not happening quickly enough. Yes, the Chinese consumer is gaining in global importance, but savings in China remains too high and consumption as a percentage of GDP still way too low. Steps that the government could take to spur on the needed rebalancing — reducing lofty taxes on many imported goods, for example — are nowhere to be found. More importantly, the government is doing nothing to set prices right. The currency remains firmly controlled, interest rates unreformed. So investors within China are still acting based on the wrong price signals.


Why won’t China’s policymakers pursue more fundamental reform? They are afraid that growth might slip. Sure, the latest five-year plan targets 7% annual GDP growth, but it seems to me that every time growth drops under double digits, the leadership goes into panic mode and revs up the economy again. GDP surged 8.9% in the fourth quarter of 2011, but that’s not fast enough for China’s leaders. They’ve already started loosening credit again — slathering yet more debt onto the economy.

When I bring up these issues with China watchers, I’m usually scolded — Beijing’s policy mandarins have it all figured out, I’m informed. It is true that China’s policymakers have done a superior job managing the rapidly changing economy in recent years. But as any stock investor knows all too well, past performance does not ensure future performance. Back in the 1970s and ’80s, analysts in the West considered Japan’s bureaucrats near supermen as well. Now the stodgy Japanese bureaucracy is considered one of the main impediments to an economic revival. Chinese bureaucrats today suffer from the same problem that led Japanese bureaucrats astray — they believe the economy can be managed by fiat. The tools of classical economics — getting prices right — are secondary. Why guide an economy with abstract measures like interest rates when you can just tell the banks what to do?

That attitude is what killed Japan’s economic miracle, and now I see China slipping toward the same fate. Japan could not escape the forces of basic mathematics. China can’t either, no matter how brilliant its policymakers might be. When would a meltdown happen? It is interesting to play with a bit of history. Both Japan and Korea suffered their crises roughly 35 years after the Asian development model was switched on — the early 1950s to ’89 in Japan, and 1962 to ’97 in Korea. That puts a China crisis at around 2014-15 or so. I’m not predicting a firm date here. What I am saying is that China is running out of time to fix the problems of its economy.

UPDATE: For those of you who don’t agree with my analysis, the World Bank issued a report today warning that China could face an economic crisis if it doesn’t reform.
 
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