Hilo previsiones 2019

droblo

Administrator
Naciones Unidas redujo sus previsiones de crecimiento económico mundial para 2019 y 2020 como resultado de las tensiones comerciales, la incertidumbre de las políticas económicas y una reducción en la confianza empresarial, informó el organismo el martes.

En su reporte semestral sobre las perspectivas económicas, la ONU dijo que después de un crecimiento del 3% en 2018, se prevé que la economía mundial aumente un 2,7% en 2019 y 2,9% en 2020. En sus previsiones de enero, funcionarios del organismo habían proyectado un crecimiento del 3% para ambos años.


Las perspectivas de crecimiento en todos los países desarrollados y en la mayoría de las regiones en desarrollo se han debilitado debido a factores locales y externos, señaló el nuevo reporte.

“Se necesitan políticas de respuesta más detalladas y bien orientadas para hacer frente a la actual desaceleración del crecimiento”, comentó Elliot Harris, principal economista de la ONU.
 

droblo

Administrator
El Fondo Monetario Internacional redujo el martes su pronóstico para la economía mundial debido a las tensiones comerciales, pero mejoró su vaticinio en cuanto a la economía estadounidense debido a la posibilidad de que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés.
El FMI prevé que la economía mundial crecerá 3,2% en 2019 comparado con 3,6% en 2018 y con su vaticinio anterior, hecho en abril de 3,3%.
El organismo atribuyó la debilidad económica a las disputas comerciales mundiales, particularmente la que ocurre actualmente entre Estados Unidos y China.
Pronosticó que la economía estadounidense crecerá 2,6% en 2019, comparado con 2,9% el año pasado pero mejor del 2,3% que pronosticó en abril.

La Reserva Federal aumentó las posibilidades de un crecimiento económico al indicar que no seguirá aumentando las tasas de interés, en parte para evitar cualquier repercusión de las guerras comerciales del presidente Donald Trump. El banco central estadounidense se reunirá la semana entrante y se vaticina que reducirá las tasas de interés.
El FMI calcula que la eurozona tendrá un crecimiento económico modesto de 1,3% este año. China crecerá 6,2%, calcula el organismo, su peor desempeño desde 1990 cuando diversos países del mundo aplicaron sanciones económicas a China por la brutal represión de las protestas en la Plaza Tiananmen.
Japón, por su parte, logrará un crecimiento de 0,9%, vaticina el organismo.
Las fricciones comerciales entre China y Estados Unidos, y la posibilidad de un accidentado divorcio entre Gran Bretaña y la Unión Europea, están alterando el comercio mundial. El FMI calcula que el intercambio mundial crecerá 2,5% este año, su cifra más baja desde 2016 y un abrupto descenso con respecto del 3,4% vaticinado en abril.
 

droblo

Administrator
¿Qué tan frágil es la economía global? La disputa comercial entre Estados Unidos y China debilita a las empresas en ambas naciones; la economía alemana se contrajo en el segundo trimestre, y Gran Bretaña parece enfilarse a una caótica separación de la Unión Europea en los próximos meses.

Estas tendencias han afectado a los fabricantes estadounidenses y provocado un desplome en los mercados financieros de todo el mundo ante los temores de que la mayor economía del mundo pueda caer en una recesión.

Sin embargo, la mayoría de los analistas prevén que la economía estadounidense se sobreponga al complicado momento, al menos en los próximos meses, gracias al sólido gasto de los consumidores y a su resistente mercado laboral.

El mercado bursátil estadounidense se desplomó esta semana cuando los bonos, afectados por el caos global, enviaron una posible señal de advertencia de una próxima recesión: El rendimiento en el bono del Tesoro a 10 años cayó brevemente por debajo del rendimiento de los certificados a 2 años.

Es un cambio inusual que indica que los inversionistas pronostican que la economía estadounidense se expandirá a una velocidad mucho más lenta en los próximos meses. Cambios similares han precedido al menos a las últimas cinco recesiones en Estados Unidos, aunque podrían pasar hasta dos años antes de que la recesión se presente.

Sin embargo, la mayoría de los economistas se mostraron alentados por los sólidos reportes de ventas del jueves, que dejaron entrever que a los consumidores estadounidenses no les inquieta el rendimiento de bonos. Las ventas en las tiendas y restaurantes de Estados Unidos registraron en julio su mayor incremento en cuatro meses. Las ventas por internet tuvieron su mejor desempeño desde enero. El consumo en restaurantes es una señal de confianza, debido a que la mayoría de las personas sale a comer cuando sienten que les sobra dinero.

“Mientras el resto del mundo se dirige hacia el abismo, las cifras de ventas al por menor en julio revelan un consumo en Estados Unidos que sale al rescate”, comentó Michael Pearce, economista sénior para la firma consultora Capital Economics.

En todo caso, es la guerra comercial del gobierno del presidente Donald Trump la que ha perjudicado a la economía mundial. Trump ha impuesto aranceles del 25% a 250.000 millones de dólares en importaciones chinas, además de gravar la mayoría de las importaciones de acero y aluminio. También amenazó con poner un arancel del 10% a otros 300.000 millones de dólares en importaciones procedentes de China, aunque ha postergado el incremento a alrededor de la mitad de esos artículos para evitar un alza de precios para las compras navideñas en Estados Unidos.


De cualquier forma, los aranceles — y los gravámenes de represalia implementados por Beijing a 110.000 millones de dólares en productos estadounidenses — han lastrado al crecimiento de China a su paso más lento en 26 años. La desaceleración de la segunda mayor economía del mundo, en tanto, ha castigado a la economía alemana, debido a que Alemania exporta equipo industrial a China. De hecho, la economía alemana se contrajo durante el segundo trimestre del año.

Existen otros factores adversos a nivel mundial que siguen siendo una amenaza. Simon MacAdam, economista global para Capital Economics, dijo que las posibilidades de un Brexit sin acuerdo de separación se han incrementado de manera significativa desde que Boris Johnson reemplazó a Theresa May al frente del gobierno británico el mes pasado. Johnson esta “con la mira puesta en abandonar la Unión Europea” el 31 de octubre, el plazo para concretar cualquier acuerdo, destacó MacAdam.

Una salida abrupta con toda certeza desplomaría a la libra esterlina, aumentaría la inflación y reduciría el gasto entre los consumidores británicos. Las cadenas de suministros de los fabricantes y minoristas en Gran Bretaña también sufrirían afectaciones mientras el país reactiva sus procedimientos aduanales.
 

droblo

Administrator
En vísperas de las reuniones de líderes de dos continentes para analizar una perspectiva económica cada vez más sombría, éste es el cuadro que los espera:

Fábricas con baja producción, negocios paralizados, el crecimiento global que vacila y las dos economías más poderosas del mundo enfrentadas en una guerra comercial.

Hace apenas un año todas las grandes economías gozaban de un período inusual de prosperidad compartida, pero ahora la economía global parece estar al borde de caer en la grieta a la cual la precipitó la crisis financiera de 2007.

Para colmo de males, las soluciones distan de ser evidentes. Los bancos centrales no pueden simplemente bajar las tasas de interés. Ya están en un nivel ultrabajo. Y si lo hicieran, correrían el riesgo de despojarse de las municiones que necesitarían para combatir una recesión más adelante. El endeudamiento elevado de los gobiernos dificulta los recortes de impuestos o la inversión de grandes sumas en puentes, caminos y otras obras públicas.

“Sin duda, nuestras herramientas para combatir la recesión son más limitadas (que) en el pasado”, dijo Karen Dynnan, de la Facultad Kennedy de Ciencias Políticas de Harvard.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han rebajado la perspectiva de crecimiento mundial. El jueves, Moody’s Investors Service pronosticó un crecimiento de la economía mundial de 2,7% para este año y el próximo, comparado con 3,2% los dos años anteriores. Y emitió una advertencia sombría: acostúmbrense.

“La nueva normalidad probablemente continuará durante los próximos tres a cuatro años”, dijo la agencia de evaluación de crédito.

Crecen las preocupaciones al reunirse los presidentes de bancos centrales en Jackson Hole, Wyoming, y los jefes de gobierno del Grupo de los Siete en Biarritz, Francia.

La perspectiva global sombría refleja en parte los conflictos comerciales del presidente estadounidense Donald Trump con China y otros países. Ahora todos comprenden que Trump probablemente seguirá aplicando aranceles _y aumentándolos en algunos casos_ para tratar de arrancar concesiones a los socios comerciales.

“La incertidumbre comercial llegó para quedarse”, dijo Madhavi Bokil, de Moody’s.

Estrujado por el proteccionismo, el comercio global probablemente crecerá 2,5% este año, la tasa más baja de los últimos tres años, según el FMI. El comercio es crucial para la suerte de los fabricantes, y el índice de manufactura global de J.P. Morgan cayó en julio al nivel más bajo desde 2012.

El malestar global también refleja la atracción gravitatoria: las economías de Europa y Japón, alimentadas por las políticas de dinero barato de los bancos centrales, se extralimitaron hace algunos años y ahora regresan a su estado más típico: el andar lento.

El FMI pronostica que la tasa de crecimiento de China será de 6,2% este año _la más baja desde 1990_ y apenas 6% el año próximo. Sin duda, la afecta la guerra comercial de Trump. El presidente ha impuesto aranceles a importaciones chinas por valor de 250.000 millones de dólares y se dispone a aplicarlos a casi 300.000 millones más en el curso del año. La desaceleración china también se debe en parte a las propias autoridades de Beijing, que tratan de contener los préstamos para controlar el endeudamiento desenfrenado.

Y el frío económico de China provoca estremecimientos en muchos países _desde Chile, productor de cobre, hasta Australia, productor de mineral de hierro_ que alimentan a las fábricas chinas con sus materias primas.

Por otra parte está Europa. En los 19 países que utilizan la moneda euro, el crecimiento se redujo en el segundo trimestre a una anémica tasa anual de 1,1%. La eurozona, que tiene estrechas relaciones comerciales con Estados Unidos y China, ha sufrido el rebote de la colisión entre Trump y el presidente Xi Jinping. Y Trump ha amenazado con imponer aranceles elevados a los autos importados de Europa.

Pero aún más que los aranceles, es la incertidumbre lo que pone paños fríos a inversiones y compras. A pesar del bajo costo de los préstamos gracias al estímulo de los bancos centrales, las inversiones en plantas nuevas están rezagadas, una señal ominosa de que los jefes no prevén mejoras.

En Alemania, la usina económica de Europa, la economía se contrajo 0,1% en el segundo trimestre con respecto al primero. Si la producción cae por segundo trimestre consecutivo, Alemania estará en recesión.

Algunos de los problemas alemanes se originan en el propio país. Las grandes automotrices se han visto obligadas a gastar miles de millones en tecnología para cumplir las nuevas normas más estrictas sobre emisiones. La división automotriz de BMW perdió dinero en el primer trimestre por primera vez en un decenio. Daimler registró su primera pérdida neta desde 2009 en el segundo.

El Brexit es otro peligro para Europa. El primer ministro Boris Johnson dice que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea y su zona de libre comercio el 31 de octubre, haya o no acuerdo de divorcio.

Frente a semejantes riesgos, el Banco Central Europeo ha indicado que podría lanzar un nuevo estímulo monetario, posiblemente el mes próximo. En diciembre, el BCE se había sentido suficientemente confiado para detener un programa de compra de bonos de 2,6 billones de euros (2,9 billones de dólares) después de casi cuatro años. Ese optimismo se ha desvanecido.

La economía estadounidense, con un crecimiento récord de 10 años, aún resiste. El consumo, que representa el 70% de la actividad económica estadounidense, impulsa el crecimiento.

Las ventas al detalle han registrado un fuerte aumento este año con compras online y gastos en restaurantes. Las tasas de ahorro son las más elevadas desde 2012, un indicio de que los consumidores no necesariamente gastan todo lo que obtienen.

Pero los aranceles de Trump penden como una sombra negra sobre la economía. Los impuestos a la importación que planea aplicarle a China el 1 de septiembre y el 15 de diciembre amenazan con propinar a los estadounidenses golpes más duros que la ronda anterior.

Las empresas ya están demorando las inversiones porque no saben dónde instalar fábricas nuevas, buscar proveedores o encontrar clientes sin tener un panorama más claro de hacia dónde van las disputas comerciales. “Hay mucha incertidumbre”, dijo Eric Lascelles, economista jefe de RBC Global Asset Management. “En todas partes las empresas están a la expectativa”.

A pesar del pesimismo, dijo Lascelles, los gobernantes no carecen de opciones. Aún con las tasas de interés a corto plazo cercanas a cero, los bancos pueden comprar bonos para inyectar dinero en el sistema financiero, como hicieron la Reserva Federal, el BCE y el Banco de Japón durante y después de la crisis financiera.

Y aún con el fuerte endeudamiento, los gobiernos podrían aprovechar las bajas tasas para tomar préstamos baratos si resolvieran estimular sus economías con recortes impositivos o nuevos gastos.
 

droblo

Administrator
 
Arriba