Hilo del Nasdaq (100 y Composite)

Tizo

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Las leyes de gravedad del mercado de valores están afectando incluso a sus acciones que suelen volar más alto.

Los valores de las vanguardistas empresas de tecnología se han desplomado después de alcanzar sus puntos máximos en las últimas semanas. Los inversionistas se han reenfocado en sectores más seguros como las empresas proveedoras de electricidad, el sector salud y los productos de primera necesidad en vez de compañías que prometen un crecimiento potencial de servicios en internet que tienen un público cada vez mayor.

Afectadas por el cambio de ánimo, las acciones de estrellas como Netflix, Facebook, Twitter y LinkedIn están en un nivel entre 20% y 45% menor que sus máximos recientes. La marcada caída está creando dudas sobre si ésta es sólo una tendencia fugaz de volatilidad o si es otra burbuja del mercado que está por reventar.

El índice compuesto Nasdaq, dominado por las empresas tecnológicas, cayó 1,3% a 3.999 el viernes para rematar una semana que lo castigó, y ha retrocedido 8% desde principios de marzo, cuando llegó a su máximo en 14 años en 4.358 unidades. El año pasado el Nasdaq avanzó un impresionante 38%.

Los optimistas esperan una recuperación. Señalan que la tecnología sigue siendo un punto brillante en medio de una economía desalentadora, pues el software, las computadoras y el internet tienen papeles cada vez más importantes en los empleos, el entretenimiento y las comunicaciones.

"La tecnología es donde está la acción", dijo el experimentado analista industrial Roger Kay.

En cambio, los pesimistas ven el sector tecnológico como la zona central de un ajuste de cuentas que se ha aplazado por mucho tiempo. Dicen que el mercado de valores ha sido inflado por el flujo de dinero que la Reserva Federal ha canalizado al mercado de bonos de largo plazo desde el desastre financiero de 2008. Ahora que esas compras de bonos respaldadas por el gobierno se están acabando, la gente comienza a darse cuenta de que "lo único que estaba sosteniendo ese globo era la Fed que le soplaba aire", dijo Fred Hickey, director de la publicación de noticias sobre tecnología The High-Tech Strategist.

Por eso Hickey considera que los inversionistas están abandonando las acciones que se dispararon a alturas de vértigo en un periodo de tiempo corto.

Por ejemplo, el servicio de videos por internet Netflix Inc. casi cuadruplicó su valor el año pasado, ubicándose en lo más alto del índice Standard & Poor's 500. La empresa valía 27.000 millones de dólares cuando sus acciones llegaron a su punto máximo en 458 dólares por título a principios del mes pasado.

A ese precio los inversionistas pagaban el equivalente de 117 dólares por cada dólar de las ganancias pronosticadas de Netflix. Los inversionistas apostaban a que la empresa se volviera cada vez más próspera mientras el número de subscriptores en Estados Unidos a su servicio de 8 dólares al mes crecía de 33 millones a finales del año pasado a 90 millones, según esperan sus ejecutivos.

Incluso el director general de Netflix, Reed Hastings, mencionó la "euforia" que rodeaba a la acción al discutir las ganancias trimestrales de la empresa en octubre pasado.

"Hemos notado el impulso que hay, los inversionistas están impulsando el precio de las acciones más de lo que nosotros haríamos normalmente", dijo Hastings en una videopresentación. "No podemos hacer mucho al respecto".

En cambio, el viernes las acciones de Netflix cerraron en 326.17 dólares, casi 30% menos que su máximo punto en alza.

Otro avance que dejó a todos perplejos fue cuando el servicio de microblogueo Twitter Inc. debutó en la bolsa con un precio inicial de 26 dólares por acción en noviembre. Para finales del año pasado sus acciones se habían más que duplicado a su punto máximo de 74,73. En ese nivel Twitter presumía tener un valor en el mercado de casi 50.000 millones de dólares, a pesar de que la empresa de San Francisco nunca ha entregado un informe de sus ganancias en sus ocho años de historia. Pero luego las acciones perdieron casi la mitad de su valor al reducirse hasta casi 40 dólares, un precio que de todas formas deja el valor de Twitter en el mercado en 28.000 millones.

"Es el precio más descabellado que he visto desde el 2000", dijo Hickey sobre los precios de las acciones tecnológicas.

Invocar el año 2000 es un asunto delicado en los círculos tecnológicos porque recuerda el final de la burbuja de las empresas .com. El índice compuesto Nasdaq cerró en un máximo histórico de 5.047 en marzo del 2000 y después cayó 78% antes de llegar a su mínimo de 1.108 en octubre de 2002.

Pero hay que considerar que las acciones tecnológicas no están sobrevaluadas al grado al que estuvieron en el 2000, cuando las compras aceleradas de computadoras personales y los primeros días del internet crearon un fervor entre los inversionistas que duró la mayoría de la década de 1990.

Para marzo del 2000, los inversionistas pagaban 68,72 dólares por cada dólar de ganancias generadas por empresas en el índice de información y tecnología del S&P 500, según S&P Capital IQ. El mes pasado la proporción se mantenía en 18,26 por cada dólar de ganancias en el mismo índice.

"Es como si una pequeña burbuja hubiera reventado en el último año", dijo Daniel Morgan, gerente de portafolio en Synovus Trust Company, que se enfoca principalmente en tecnología. Agregó que la mayoría de las acciones tecnológicas, a excepción de Apple Inc., han estado detrás de otros sectores desde que el mercado comenzó a repuntar en marzo de 2009.
 
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