¿Cómo gestionar un Presupuesto en el que nada menos que el 20% del gasto público se va en subvencionar combustibles? Como se puede. O sea, mal. Y eso es lo que le pasa a Egipto.
Estaba previsto que el déficit público para este año fiscal, que acabó el 30 de junio, alcanzara el 9,5% del PIB. Pero en mayo ya estaba en el 11,8%. Eso es el doble que hace un año. Con el colapso económico de junio, sabe Dios dónde puede acabar. Lo mismo que la deuda pública, que en abril ya llegaba al 87,33%.
Todo ello ha puesto a Egipto al borde del colapso. Un ejemplo: un inversor que compre 10 millones de euros en bonos del estado egipcio a 5 años, deberá pagar 900.000 euros anuales para asegurarse contra el eventual impago de la deuda. O sea, que la deuda deberá darle al menos una rentabilidad del 9% anual, o apreciarse a un ritmo del 9% cada año, para ganar dinero. Eso implica que tiene que sacar 4,5 millones de intereses en los 5 años, o que los bonos valdrán 14,5 millones en 2018. Emes pasado el coste del seguro era de 700.000 euros anuales. Y en mayo, de 583.000 O sea, que sube a entre 100 y 200 puntos básicos al mes.