Hilo de Ucrania

Johngo

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La imposibilidad de la Unión Europea de cerrar un importante acuerdo con Ucrania esta semana ha dado pie a cuestionamientos a una política diseñada para rodear al bloque de un "círculo de amigos", puesto que hasta el momento ha hecho poco por estabilizar la región

El revés en la cumbre de la Asociación Oriental en Vilna ha sido atribuido sobre todo al débil liderazgo del presidente Viktor Yanukovich en la Ucrania postsoviética y a la presión del mandatario ruso, Vladimir Putin.

Pero algunos críticos, entre los que se cuentan uno de los arquitectos de la Política Europea de Países Vecinos, dicen que los esfuerzos de la UE por exportar su democracia y su economía de mercado a naciones del este y el sur del bloque se han visto dificultados por el desequilibrio entre las exigencias y los incentivos.

Bruselas estableció requerimientos demasiado estrictos a sus socios para que adoptaran los estándares de la UE en regulación financiera, gobierno y derechos humanos a cambio de pequeñas concesiones políticas y económicas, dijo Michael Leigh, asesor senior de German Marshall Fund, un centro de estudios internacional.

Los partidarios de la política europea siguen estando convencidos de que finalmente tendrán éxito en atraer a los vecinos de la UE a su órbita económica, considerando que los europeos tendrían la paciencia estratégica para sufrir algunas decepciones a corto plazo.

Yanukovich eludió firmar un acuerdo de asociación con la UE el martes después de que Rusia usara asuntos de energía y comercio para disuadir a la ex república soviética, que es altamente dependiente del gas ruso. Armenia rechazó el acuerdo en septiembre después de ser objeto de presiones similares.

Yanukovich dijo a los líderes de la UE que no habían ofrecido suficientes fondos para ayudar a la transición económica de Ucrania, y que habían interferido en sus asuntos domésticos al establecer como condición para el acuerdo la liberación de la líder opositora Yulia Tymoshenko.

"Para la UE, el fiasco de Ucrania y Armenia, sumado a la situación de la mayoría de los países árabes en el Mediterráneo, significa el final de un esfuerzo de 10 años para establecer la Política Europea de Países Vecinos", dijo Leigh, que fue director general de la política de expansión de la Comisión Europea hasta el año pasado.

Las autoridades actuales del bloque ven las cosas con otro prisma.

La canciller alemana, Angela Merkel, dijo en Vilna que la oferta de la UE a Ucrania seguía estando disponible y que los europeos tendrían que "elaborar un plan" y deberían establecer un plazo para el acuerdo.

La líder alemana rechazó la sugerencia de Yanukovich de que la UE, Rusia y Ucrania deberían sentarse a negociar y generar una estrategia que ayude a Kiev a superar la profunda crisis económica del país.

"CIRCULO DE AMIGOS"

El expresidente de la Comisión Europea Romano Prodi expuso por primera vez la idea de crear una relación especial con los vecinos de la UE poco antes de que 10 naciones del centro y el este de Europa se sumaran al bloque en 2004.

Bajo su concepción, un "círculo de amigos" desde Rusia a Marruecos habría compartido "todo a excepción de las instituciones" con la UE.

El libre comercio y los reglamentos comunes en áreas como la protección medioambiental, el sistema de justicia y la seguridad en inversión concedería a esos países los beneficios del mercado único de la UE y elevaría su atractivo para los inversores extranjeros.

Mediante una serie de acuerdos de asociación, estas naciones adoptarían reglamentos de la UE y desarrollarían estructuras de liderazgo con asistencia técnica y una baja ayuda financiera de Bruselas.

"Esto estuvo mal concebido desde el inicio y yo fui uno de los responsables", sostuvo Leigh.

"Fue definido demasiado en base al proceso de expansión pero sin el incentivo de la integración, el plan entrega pocos beneficios a cambio de reformas políticas que los gobiernos aliados de todas formas no tenían intención de llevar a cabo", declaró.

Sin el atractivo de la integración plena, la UE no ejerce el mismo encanto sobre socios con gobernantes autoritarios y élites económicas profundamente arraigadas que a menudo están en lo correcto cuando perciben las políticas del bloque como una amenaza a sus posición.

Las potencias rivales como Rusia, Arabia Saudí y Catar abren sus carteras para superar los beneficios que ofrece la UE, sin fijar condiciones sobre democracia, independencia judicial y lucha contra la corrupción.

"En retrospectiva, la UE cometió una serie de errores graves. No era necesario ni apropiado presentar a Ucrania un Acuerdo de Libre Comercio Amplio que es muy demandante", declaró Leigh.

Argumenta que, para empezar, Bruselas debería ofrecer pactos comerciales con menos requerimientos.

Incluso los partidarios del acuerdo comercial fracasado reconocen que habría generado elevados costes de implementación para Kiev, que está en dificultades para evitar la suspensión de pagos, mientras que los beneficios económicos serían graduales.

El inicio de acuerdos de asociación con Georgia y Moldavia en Vilna fue un premio de consolación para los líderes de la UE, que esperaban la enorme recompensa de incluir bajo su esfera de influencia a Ucrania, un mercado potencial con 46 millones de habitantes. PARIS (Reuters)
 
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Tizo

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Ucrania se ha embarcado en una carrera desesperada para evitar la bancarrota. El gobierno está financieramente asediado por el Fondo Monetario Internacional, políticamente por Rusia y diplomáticamente por la Unión Europea. También debe defenderse de un movimiento popular interior. Ahora se dispone a pedir socorro fuera de Europa: a China.

Tres misiones de alto nivel han partido para Bruselas, Moscú y Pekín. La que viaja a la última capital es la de más alto nivel: la encabeza el propio presidente Viktor Yanukovich. Su objetivo es obtener créditos-puente ($3.000 millones según Bloomberg) que le permitan afrontar vencimientos con el FMI. En Pekín espera obtener inversiones para un vasto plan de irrigación, de entre 1.200.000 y 1.400.000 hectáreas. China es uno de los principales importadores de bienes agrícolas ucranianos.

Otra misión ha ido a Bruselas: la preside el viceprimer ministro Sergei Arbuzov, y trata de rescatar el tratado de asociación que el parlamento ucraniano tumbó por pocos votos la pasada semana, y del que el gobierno no puede abjurar debido a la enorme presión de las manifestaciones populares pro-europeas que en Kiev han mantenido cercado el parlamento y sedes gubernamentales, así como en otras ciudades.

La tercera misión, encabezada por el viceministro de Exteriores, fue a Moscú, a preparar la visita a final de esta semana de Yanukóvich, después de regresar de Pekín. Ucrania alega haber perdido $6.500 millones debido a las restricciones impuestas por Rusia a su comercio, en castigo por su propósito de firmar el tratado de asociación con la Unión.

Por un acuerdo de 2010 el FMI extendió a Kiev un crédito de $15.000 millones. Este crédito fue suspendido cuando el gobierno se negó a seguir la recomendación de que se subieran los precios internos de la energía (más sobre este asunto, unos párrafos más abajo). El primer ministro Mykola Azarov denunció el pasado lunes las condiciones de los créditos del Fondo por "anticuados y obsoletos". También sugirió que si los mayores países de la Unión Europea quisieran, el FMI prestaría el dinero que Ucrania necesita. Los vencimientos de la deuda nacional para este año alcanzan, según Fitch, los $8.200 millones, que Ucrania tendrá muy difícil negociar.

A un lado Asia, al otro Europa

Durante muchos meses Kiev ha vivido bajo la ilusión de que podría contemporizar con Europa y con Rusia, haciendo compatibles de alguna forma su asociación con la UE y su pertenencia a la Unión Aduanera formada por Rusia, Bielorrusia y Kazakistán. Bruselas se opone terminantemente a esta ambivalencia.

Sin embargo, un cierto grado de necesaria ambivalencia está inscrito en la partida de nacimiento de Ucrania. Habiendo pertenecido históricamente gran parte de su territorio al reino de Polonia, su capital, Kiev, es considerada a su vez la cuna de la dinastía que creó el gran reino de Moscú y el imperio ruso. Los ucranianos del oeste se inclinan decididamente por Europa, y los del este hacia Rusia. En el este se asientan las grandes industrias, las cuales, después de su desestatalización, se hallan en manos de grupos de intereses (oligarcas), que dan apoyo político a Yanukóvich. El presidente procede de Donetsk, en el corazón industrial de Ucrania. y gobierna con el respaldo de sólo tres grandes grupos industriales, que ejercen su influencia a través de los intereses que les gestiona su hijo Oleksandr.

El grueso de las exportaciones de Ucrania a Rusia son bienes de alto valor añadido. Las exportaciones totales al gran vecino del este alcanzaron en 2012 los $17.000 millones, o 25% del total exportado por Ucrania; otro 10% va a países del antiguo bloque soviético, hoy bajo la égida de Rusia. Y otros $17.000 millones a Europa.

Las posiciones de poder de los oligarcas suelen enmascararse tras un aparato ideológico. Según sus doctrinas, Ucrania, Bielorrusia y Rusia, naciones europeas, deberían hacer de puente entre Europa y el vasto interior de Asia, enlazando con Kazakistán, que ya pertenece a la Unión Aduanera. Este atractivo programa adolece de un defecto: la incompatibilidad de las estructuras e instituciones de los dos bloques, donde las ideas sobre libertades políticas y el lugar de la justicia están a años luz unas de otras. El poder judicial ucraniano se halla sujeto al refrendo de sus decisiones por el fiscal general del estado.

Para salir del laberinto geopolítico, el gobierno y su partido sugieren que Europa, Rusia y Ucrania se sienten, traten de conciliar sus diferencias y ayuden a Kiev a asociarse de alguna forma a las dos esferas. Inquieto por el futuro del plan ruso para Ucrania, el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, llamó ayer miércoles a todas las partes a solucionar el conflicto político por el diálogo.

El viernes de la pasada semana la canciller Angela Merkel tendió su mano a Yanukóvich: "En relación con la invitación que extendimos a Ucrania..., la invitación se sostiene". Este tono conciliador contrasta con el tono duro de la misión de la Unión que negoció la asociación de Ucrania, cuando supo del rechazo parlamentario al acuerdo.

Comprensivo hacia Ucrania se mostró también el presidente del parlamento europeo, Martin Shultz, quien dijo que, aparte de que entre los europeos no es popular la ayuda a estados en crisis económica, "si uno mira a las propuestas de Moscú, (vemos) que ofrecen ayuda a corto plazo que los europeos no quieren ni pueden prestar".

Anders Aslund, del Peterson Institute, que presidió una comisión presidencial independiente para un programa de reformas (2010) después de que Yanukovich tomara posesión, deplora por un lado el fracaso de las reformas pero por otro observa el gran interés por Ucrania mostrado por gran número de gestores de fondos con los que él ha tenido la oportunidad de reunirse.

Momentos definitorios

La querella del gobierno con el FMI gira en torno a varios frentes: 1) el precio del gas para consumo doméstico, 2) la política fiscal, 3) la tasa de cambio y 4) la reforma institucional. Aslund opina que el gobierno ha fallado en la implementación de las cuatro.

La cuestión del gas es la clave de la vara alta de Rusia sobre Kiev. Ucrania paga el gas que importa de Rusia a $400/1.000m3, pero el gas de producción nacional a sólo $53/1.000m3. Además, el consumo de gas está subsidiado con precios bajos, por lo que el del importado refleja un subsidio a favor de Rusia, al tiempo que el precio del pagado al ucraniano explica el subdesarrollo de las fuentes propias de energía.

A la nueva ley de hacienda se la acusa de haber provocado el cierre de un millón de pequeños negocios, mientras los grandes quedaron libres para exportar su capital a Chipre. Los subsidios sociales, obligatorios so pena de una explosión popular violenta, y el alto nivel de cotización de la moneda nacional han forzado la elevación de las tasas de interés de las cajas a casi el 20% en depósitos a un año. El déficit previsto para este año supera el 8% del PIB.

A primeras horas de la tarde de este miércoles, los apuros del gobierno se agravaron: tres ex-presidentes, Leonid Kravchuk, Leonid Kuchma y Viktor Yuschenko expresaron en un comunicado conjunto su apoyo a las protestas populares y pidieron al gobierno el no uso de la fuerza.

Podemos concluir que Ucrania ha alcanzado un momento definitorio. Sin embargo, las alternativas son tan opuestas, que no debiera extrañarnos que acabara por no definirse. Y después, arrastrar las consecuencias.
 

Johngo

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La crítica situación financiera de Ucrania se degrada cada día más

Ucrania, en plena crisis política, ve como su situación financiera se deteriora cada día un poco más y necesita ayuda urgente si quiere evitar una caída brusca de su moneda, o incluso la bancarrota.

Las dificultades de la exrepública soviética, en recesión desde hace más de un año, se remontan a bastante antes del comienzo del movimiento de protesta más importante desde la revolución naranja, surgido por la negativa de Kiev a firmar un acuerdo de asociación con la UE.

El déficit público aumenta y las reservas de divisas extranjeras se desploman tras haber servido de fuente a las autoridades monetarias para impedir que se hundiese la moneda nacional, la grivna.

Las reservas cambiarias llegan a un nivel crítico. A este ritmo, los expertos estiman que dentro de poco el país no tendrá los medios de defender su moneda o de reembolsar su deuda exterior.

"Las manifestaciones refuerzan el peligro de una caída de la entrada de capitales extranjeros, lo que podría desembocar en una crisis explosiva", advirtieron esta semana los expertos de Capital Economics.

La incertidumbre que acompaña a la crisis política hace que los inversores se mantengan al margen del país cuando más los necesita.

Los mercados están preocupados: el tipo de interés de los bonos de deuda pública a diez años superó esta semana el 10%, muy por encima del de los países europeos en dificultades.

Sylwia Hubar, economista de Natixis, estima que la probabilidad de una quiebra "es de más del 50%". "Cuanto más duran las manifestaciones, más difícil es la situación", asegura.

A corto plazo, el gobierno ucraniano puede alegrarse de no tener reembolsos cuantiosos antes de final de año. Y la subida de los tipos de interés no tendrá repercusiones concretas porque Kiev ya lleva seis meses sin poder captar fondos en los mercados.

Pero, según Capital Economics, el año que viene se anuncia difícil, ya que tiene que reembolsar 5.500 millones de dólares, de los cuales 3.000 millones al Fondo Monetario Internacional y 1.000 millones al banco ruso VTB.

A muy corto plazo, la principal amenaza sería una caída de la moneda, que tendría consecuencias nefastas para la población.

"Si la situación se agrava [...] corremos el riesgo de despertarnos con un pan más caro", advirtió el vice primer ministro Sergui Arbuzov, cercano al presidente Viktor Yanukovich. "No hay que luchar contra el gobierno, sino contra la difícil realidad", declaró a la televisión Kanal 5.

La incertidumbre reinante lleva además a la población, escaldada por las crisis recurrentes desde la caída de la Unión Soviética, a comprar divisas extranjeras para proteger sus economías de una depreciación de la grivna, acentuando así el fenómeno.

"El desastre no es para mañana pero el tiempo apremia", confirma Dimitro Sologub, economista de Raiffeisen Bank Aval en Kiev.

Según este experto, las autoridades necesitan ayuda exterior.

El FMI concedió en 2010 una ayuda de 15.000 millones de dólares a Kiev, pero sólo entregó 3.000 millones. Para seguir apoyando al país, la institución exige restricciones presupuestarias impopulares, sobre todo una subida del precio del gas, a la que se oponen las autoridades ucranianas.

Y la UE, dispuesta a concederle 610 millones de euros, condiciona su ayuda a un acuerdo con el FMI.

La decisión del presidente ucraniano de renunciar a un acercamiento a Bruselas para impulsar su cooperación económica con Moscú sacó al relucir la posibilidad de una ayuda rusa, mediante una rebaja de los precios del gas o un crédito.

La industria ucraniana, asentada en el este del país, vería con buenos ojos una mejora en las relaciones con Rusia, su principal socio comercial. AFP
 

Johngo

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No hay acuerdo de gas ni aduanero entre Rusia y Ucrania - portavoz Putin

Moscú y Kiev todavía están por llegar a un acuerdo para reducir los precios del gas ruso o la suma de Ucrania a una unión aduanera impulsada por Moscú, dijo el sábado a periodistas un portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin.

Dmitry Peskov dijo que Putin y el presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, que se reunieron en Sochi el viernes, habían hablado sobre "la cooperación en la energía".

"No se ha llegado a un acuerdo final", dijo.

Peskov añadió que Putin y Yanukovich también hablaron de una agenda de reuniones entre ambos gobiernos, para el 17 de diciembre en Moscú, así como de cooperación financiera.

"Las conversaciones sobre todos esos asuntos continuarán a nivel técnico el futuro", dijo.

Peskov respondió a las especulaciones de medios de que Yanukovich había alcanzado un acuerdo con Putin para que Ucrania se sumase a la unión aduanera regional liderada por Rusia y en la que están Bielorrusia y Kazajistán.

A cambio, según esas informaciones, Ucrania pagaría sólo la mitad del precio actual por sus importaciones de gas desde Rusia y recibiría otras ayudas financieras para paliar una amenazante crisis de pagos.

Un portavoz del primer ministro ucraniano Mykola Azarov, preguntado por las informaciones sobre el acuerdo, dijo a Reuters: "Por el momento no se ha firmado nada. Todo son rumores", dijo.

Los analistas estiman que Ucrania debe obtener 17.000 millones de dólares el próximo año para cubrir su factura de gas y pagar a los acreedores extranjeros. Eso supone casi lo mismo que las casi vacías reservas del Banco Nacional de Ucrania, su banco central.

Si se confirmase el acuerdo, aumentaría la agitación en las calles de Kiev, donde 350.000 personas se reunieron el pasado domingo para protestar por la decisión de Yanukovich de desmarcarse de un acuerdo comercial con la Unión Europea. MOSCÚ/KIEV (Reuters)
 

Johngo

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La UE suspende los trabajos para el acuerdo de Asociación con Ucrania

El comisario europeo de Ampliación, Stefan Füle, aseguró hoy que los trabajos para avanzar hacia la firma de un acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania "están suspendidos" y pidió a Kiev un "compromiso claro" antes de continuar los contactos.

"Más discusiones están condicionadas a que haya un claro compromiso para firmar. Los trabajos están suspendidos, no he tenido respuesta" por parte del gobierno ucraniano, afirmó Füle en un mensaje en la red social Twitter.

Ante la falta de claridad por parte del Gobierno ucraniano, Füle decidió suspender los trabajos que mantenía con el país para tratar de encontrar "caminos" hacia la firma del acuerdo de Asociación y libre comercio con los Veintiocho, explicaron a Efe fuentes comunitarias.

Los trabajos, que dieron comienzo tras la ruptura de las negociaciones oficiales para la firma del acuerdo, se mantendrán parados hasta que Kiev clarifique cuáles son realmente sus aspiraciones, indicaron las fuentes.

El comisario europeo mostró su descontento debido a que "las palabras y los hechos del presidente (Víktor Yanukóvich) y el Gobierno respecto al acuerdo de Asociación están cada vez más separadas" y afirmó que los argumentos de la delegación ucraniana "no están basados en la realidad", en otro mensaje en Twitter.

Füle transmitió esta preocupación al viceprimer ministro ucraniano, Serguéi Arbúzov, durante la visita que llevó a cabo el pasado jueves a Bruselas, tras la que los equipos de la Comisión Europea han mantenido varios contactos telefónicos con Kiev, explicaron las citadas fuentes.

El Gobierno ucraniano ha afirmado que su intención es firmar "pronto" el acuerdo de Asociación, una vez que reciba garantías de que su implementación no dañará la ya maltrecha economía nacional, pero desde Bruselas se le exige pasos concretos en este sentido.

Cuando el acuerdo parecía ya un hecho, Yanukóvich dio la espalda a la UE y se inclinó por mantener los vínculos económicos con Rusia, con quien va a sellar un pacto para restablecer plenamente las relaciones comerciales.

Esta decisión desató una oleada de protestas en las calles de Ucrania, así como un intercambio de reproches entre Kiev, Moscú y Bruselas.

Los ministros de Exteriores de la UE abordarán mañana la crisis ucraniana y mantendrán un encuentro con el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, en un momento de especial tensión entre las dos partes. Bruselas, 15 dic (EFE).
 

Johngo

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Unos 200.000 opositores pro UE vuelven a salir a la calle en Ucrania

Unos 200.000 opositores pro Unión Europea (UE) se manifestaban el domingo en el centro de Kiev contra el presidente Viktor Yanukovich y su decisión de privilegiar la relación con Rusia en detrimento de la UE.

El senador estadounidense John McCain, presente en la manifestación, aseguró a los manifestantes que "Estados Unidos los respalda". "El mundo libre está con ustedes, Estados Unidos está con ustedes, yo estoy con ustedes", agregó.

Según el partido de la opositora ex primera ministra Yulia Timoshenko, McCain habló de la posibilidad de sancionar a "altos funcionarios del régimen de Yanukovich", durante un encuentro este domingo con la exjefa de gobierno ucraniana.

Hacia las 10H00 GMT, la plaza de la Independencia ya estaba abarrotada y los manifestantes continuaban llegando para una nueva manifestación que prolonga la protesta iniciada en noviembre pasado, constató la AFP.

Los manifestantes, que llevaban banderas de Ucrania y la Unión Europea, habían empezado a llegar en las primeras horas de la mañana, pese a una temperatura negativa de -2 grados Celsius.

Se trata de la tercera gran manifestación dominical, con centenas de miles de participantes, contra Yanukovich, que decidió no firmar el acuerdo de asociación con la Unión Europea.

Por su parte, los partidarios de Yanukovich estaban convocados nuevamente este domingo, pero eran sólo 5.000, constató la AFP. El sábado, unas 60.000 personas expresaron su apoyo al mandatario, según estimaciones de la policía.

Al igual que los prooccidentales, que instalaron braseros y tiendas de campaña en la plaza de la Independencia y en la principal avenida de la capital ucraniana, los partidarios de Yanukovich se han ido instalando en el parque Mariinski.

"Putin me cae bien", dijo a la AFP una jubilada de Kiev Galina Beresneva, refiriéndose al presidente ruso Vladimir Putin. "Nuestro pueblo no necesita a los liberales, sino a un dirigente con mano férrea", agregó.

En este contexto, la Unión Europea suspendió sus trabajos en vistas a un acuerdo de asociación con Ucrania, debido a la falta de un compromiso claro de Yanukovich de firmar ese documento, indicó el comisario europeo de Ampliación, Stefan Fule. Según él, la UE le dijo a Ucrania que la continuación de las discusiones dependía de un "compromiso claro para una firma" pero "no hubo ninguna respuesta".

El sábado, en un gesto de conciliación, la presidencia ucraniana anunció que el alcalde de Kiev y el secretario adjunto del Consejo de Seguridad ucraniano fueron revocados por haber ordenado la dispersión violenta de manifestantes el 30 de noviembre en la capital. La policía antidisturbios dispersó de manera violenta una manifestación en Kiev, causando decenas de heridos, entre ellos numerosos estudiantes.

No obstante, el campeón mundial de boxeo y dirigente del partido Udar (Golpe), Vitali Klitschko, uno de los líderes de la oposición, juzgó, también el sábado, que las sanciones presidenciales eran "insuficientes".

La oposición está convencida de que Yanukovich firmará acuerdos económicos con Rusia durante la visita que realizará el martes a Moscú.

Los analistas creen que Kiev, que tiene dificultades en el plano económico, podría obtener rápidamente una reducción de los precios del gas, o incluso un crédito. AFP
 

Tizo

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Rusia compró 3.000 millones de dólares en acciones de bonos ucranianos en un intento por apoyar la economía del vecino país, informó el primer ministro ruso Dmitry Medvedev.

El presidente ucraniano Viktor Yanukovych ha enfrentado protestas diariamente contra su decisión de abandonar un histórico acuerdo con la Unión Europea el mes pasado. La medida causó el enojo de muchos ucranianos que desean que se tengan mejores lazos con la UE.

La semana pasada, Yanukovych aseguró un paquete de rescate financiero de Rusia mientras el Kremlin prometía recortar los precios del gas para Ucrania y comprar bonos del gobierno ucraniano por 15.000 millones de dólares. La oposición argumenta que los acuerdos representan venderse.

Medvedev dijo el martes que Rusia había adquirido el primer lote de bonos un día antes. Sin embargo, no indicó cuándo Rusia va a comprar más de la deuda de Ucrania.

Rusia ha rechazado las acusaciones de que está comprando las lealtades de Ucrania con el rescate financiero.
 

Johngo

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Ucrania prevé que Rusia desembolse 12.000 ms de u$s al comienzo de 2014

Ucrania espera cobrar al comienzo de 2014 los 12.000 millones de dólares restantes del plan de rescate ruso, declaró el primer ministro ucraniano Mykola Azarov este miércoles, un día después de haber recibido el primer tramo de 3.000 millones.

"Esperamos los 12.000 millones restantes al comienzo del próximo año", declaró Azarov al abrir el consejo de ministros tras haber visitado el martes Moscú.

Ucrania recibió el martes 3.000 millones de dólares del primer tramo del plan de rescate financiero otorgado por Rusia la semana pasada y criticado por la oposición, partidaria de un acercamiento a la Unión Europea (UE).

En virtud del acuerdo firmado en Moscú el 17 de diciembre, Rusia dará 15.000 millones de dólares a Kiev a través de la compra de deuda pública emitida por Ucrania, al borde de la quiebra y en recesión desde hace casi año y medio.

También le rebajó un 30% la factura del gas que le vende, lo que representa entre 3.000 y 4.000 millones de dólares anuales de ahorro si se hace un promedio de la cantidad adquirida en los últimos años. AFP
 

Johngo

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Standard & Poor's mejora la perspectiva de la deuda de Ucrania

Standard & Poor's (S&P) ha mejorado de negativo a estable la perspectiva de la deuda soberana de Ucrania tras el compromiso de Rusia de adquirir 15.000 millones de dólares en bonos de Estado ucranianos, según un comunicado difundido hoy por la agencia de calificación.

La agencia estadounidense, que había revisado a la baja la calificación de Ucrania el pasado 1 de noviembre para dejarla en B- con pronóstico negativo, mejora ahora las expectativas de la deuda ucraniana al considerar que la inyección rusa cubrirá las necesidades de financiación exterior del país durante todo 2014.

Los expertos de S&P señalan que la baja nota de Ucrania, cuya deuda soberana está en niveles de "bono basura", está condicionada por la turbulencia política que vive el país desde hace más de un mes, la recesión económica, indicadores débiles de liquidez exterior y el estrés al que está sometido el sector bancario.

"Las calificaciones se mantienen gracias a una baja, aunque creciente, deuda pública y una economía diversificada", aclara el comunicado de la agencia.

La nota bajará en caso de que Rusia no cumpla de forma suficiente con la promesa de comprar bonos ucranianos o si empeora la situación política en el país.

Al mismo tiempo, la calificación podría subir si se llevan a cabo reformas económicas estructurales capaces de reducir los déficit exterior y presupuestario, asegura S&P.

Otra agencia de calificación, la también estadounidense Fitch, concluyó hace unos días que la ayuda rusa a Ucrania -aunque contribuya a reducir el riesgo de impagos en 2014 y mejorar las finanzas nacionales- no resolverá los problemas económicos del país a largo plazo.

Fitch advirtió a Kiev de que al aceptar el rescate de 15.000 millones de dólares por parte del Kremlin y rechazar el crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI), Ucrania ha perdido la oportunidad de realizar profundas reformas orientadas a la recuperación de la economía.

La agencia también criticó la negativa de Ucrania de firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, al considerar que esa decisión ralentizará las inversiones extranjeras en el país y también las exportaciones a los países europeos. Moscú, 26 dic (EFE)
 

Tizo

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Antonio Sánchez-Gijón.– Ucrania está al borde de una guerra civil, dijo este miércoles el expresidente Leonid Kravchuk (1991-1994) ante el parlamento ucraniano, acompañado por los ex-presidentes Leonid Kuchma y Viktor Yuschenko para enfatizar la gravedad de la situación. Debajo de la ola de protestas que sacude Ucrania desde hace más de dos meses yace una pirámide de conflictos y problemas no resueltos, que van desde las más contrapuestas tensiones geopolíticas entre la Unión Europea y Rusia, hasta la necesidad de un nuevo reparto del poder entre los grupos políticos y económicos que hasta ahora han dado apoyo o formado parte del gobierno del presidente Yanukovich.

Eso por lo menos. Porque en el peor de los casos el gobierno puede verse obligado además a negociar su supervivencia con las fuerzas sociales emergentes en estas semanas de revolución, cuyo perfil e intenciones son todavía muy confusos.

La vigente alianza de grupos y fuerzas políticas en torno al Partido de las Regiones entró en crisis el martes 28, al presentar su dimisión el primer ministro Mikola Azarov y su gobierno. Azarov, que tomó posesión junto con Yanukovich en 2010, es el blanco de las iras de los manifestantes de la plaza Maidan y de muchas otras ciudades, contra la corrupción, contra el alejamiento respecto de Europa y contra lo que consideran excesivo uso de la fuerza, que ha causado hasta el momento cinco víctimas mortales.

En la sesión del 28 en que dimitió Azarov fue derogada la ley de control de las manifestaciones, aprobada el pasado día 16. En las últimas semanas las revueltas se han extendido por el país, incluida Ucrania oriental, donde se piensa que los ideales de la UE tienen menos atractivo. Naturalmente, las protestas populares van más allá que el problema creado por una cuestión de orden público. Se trata en el fondo de qué orientación tomará finalmente Ucrania: hacia la Unión Europea o hacia la condición de aliado dependiente de Rusia.

La formación de un nuevo centro de poder después de esta crisis dará probablemente lugar a enfrentamientos políticos, con peligro de desbordamiento sobre la calle y entre los grupos oligárquicos gracias a los cuales el presidente Viktor Yanukovich ha podido mantener su arbitraje. La "calle", sin embargo, exige también la dimisión de Yanukovich.

Frio recibimiento en Bruselas

El calendario de la crisis ucraniana ha tenido un efecto muy negativo para el prestigio del presidente Putin, quien precisamente se encontraba en Bruselas en el mismo día en que un expresidente avisaba en Kiev de los riesgos de guerra civil, precisamente debidos al fracaso de una maniobra del presidente ruso, quien había cerrado hace poco un programa de ayudas por $15.000 millones al gobierno ucraniano. Este crédito fue un incentivo para que Yanukovich rechazase en el último minuto (finales de noviembre pasado) la firma en Vilna, capital de Lituania, del acuerdo de Ucrania con la Unión Europea, en el marco de la Eastern Partnership.

Esta asociación pretendía unir a seis países (Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Georgia, Armenia y Azerbayán) bajo un Acuerdo de Comercio Global y General con la Unión Europea, en detrimento de lo que Rusia considera sus intereses económicos. Los seis países se obligaban a adoptar el 'acquis communautaire' de la Unión, es decir, el catálogo de reglas y procedimientos para unificar las políticas financieras, fiscales e industriales de los socios.

Bielorrusia nunca había sido un candidato genuino a la Asociación, y Armenia, que sí se había comprometido a ingresar, renunció a ello después de una entrevista de su presidente, Serzh Sargsyan, con Putin, el 3 de septiembre del 2013, bajo el aviso de que Erevan podría sufrir restricciones imprevistas para su exportación de vino a Rusia si lo hacía.

Aunque Rusia mantenía desde 1994 conversaciones regulares con la Unión con el fin de acercar los dos sistemas económicos, desde 2009 la comisión encargada de ello no se ha ocupado más que de materias marginales. Moscú, desde ese año, se dedicó a crear la Unión Aduanera con Bielorrusia y Kazajstán, con la vista puesta en una tarifa exterior común. Para impulsarla se creó una Comisión Económica Euroasiática, que ha implantado el libre movimiento de capitales y trabajo, políticas monetarias y fiscales coordinadas, con el propósito de formar una Unión Económica Euroasiática en 2015.

Aunque muchos en Occidente miran esta asociación con suspicacia (dado el carácter poco liberal de los regímenes que lo forman), el proyecto representa el intento más serio de Rusia de constituir una esfera intercontinental de influencia, que le permitiría conservar algunos de los atributos como potencia mundial que perdió con la disolución de la Unión Soviética. Varios de los países que se independizaron de la URSS, entre ellos Ucrania, formaron entonces, en torno a Rusia, la Comunidad de Estados Independientes (CEI), consistente en una zona de libre comercio. Moscú advirtió a Yanukovich que su adhesión a la Eastern Partnership era incompatible con la CEI. La oferta de $15.000 millones hizo el resto.

Esta "compra" de Ucrania en el último minuto fue vista como una presión inadmisible por los amplios sectores de la opinión favorables a Occidente, que ya se sintieron frustrados por la pérdida de la oportunidad, hace unos cinco años, de que el país ingresara en la Alianza Atlántica, también debido en parte a presiones rusas.

Las relaciones comerciales entre Ucrania y Rusia han venido flaqueando desde hace tiempo. En los nueve primeros meses de 2013 los intercambios cayeron un 23%. El 15 de enero el gobierno aprobó un plan de promoción comercial de sus productos industriales con la vista puesta en Rusia, y al amparo del crédito ofrecido por Moscú. Cómo afectará la actual crisis y la caída de Azarov en este plan bilateral queda por ver. De todos modos, el presidente Putin aseguró el pasado 28, en Bruselas, que los acuerdos cerrados con Azarov se mantenían. Los créditos, aseguró Putin, se aplicarán a los gastos públicos ordinarios, así como a cambios estructurales". Y Kiev necesita el dinero si quiere cumplir su promesa de elevar el salario mínimo, así como diversas prestaciones sociales nuevas anunciadas por Azarov.

La asociación estratégica transcontinental de Putin en peligro

En la reunión de Bruselas, de Putin con el presidente de la Comisión (Barroso), el del Consejo (van Rompuy) y la alta representante para la política exterior (Ashton) hubo un total desacuerdo sobre qué hacer a partir de ahora. Los representantes europeos opinaron que no había incompatibilidad entre los posibles acuerdos de Ucrania con la UE y los de aquélla con Rusia, Putin se mostró contrario a esa opinión: "Si Ucrania firma el acuerdo de asociación con la UE, no nos será posible mantener los acuerdos preferenciales que tenemos con ella". La posición intransigente de Putin indica su voluntad de que Yanukovich resista la presión de la calle, sabiendo que si no le llega el dinero de Moscú no podrá hacer frente a sus obligaciones fiscales.

El encuentro de Bruselas fue breve (4 horas) y apenas hubo tiempo para otra cosa que Ucrania. Rusia esperaba discutir un programa de asociación estratégica entre la UE y la Unión Euroasiática, un sueño que acaricia desde hace tiempo para formar un espacio euroasiático desde Lisboa a Vladivostok. También esperaba un acuerdo sobre visados. Barroso pospuso el encuentro sobre asociación estratégica hasta junio próximo. Las tensiones entre los dos bloques han girado en torno a la protección a la industria rusa del automóvil y el papel restrictivo de la distribución de gas que practica la compañía Gazprom. Putin, poniendo buena cara al mal tiempo, dijo que las diferencias entre la UE y la UEA "son de naturaleza técnica".

Si la revuelta se verá o no rebasada por una revolución más profunda es motivo de especulaciones. Los tres más destacados líderes de la protesta (por lo menos de cara a la opinión occidental), Yatsenuk, Tyahnybok y el boxeador Klitschko, se han avenido a tratar con Yanukovich la transición hacia unas elecciones presidenciales. Otras fuerzas más comprometidas con la protesta (y también con la violencia) quieren la dimisión inmediata de Yanukovich.

Por dónde vaya el país en este momento depende de que se pierda o no el equilibrio actual entre cuatro grupos oligárquicos. Si uno o dos de ellos ofrecen su apoyo al cambio de presidente, la suerte de Yanukovich estaría echada. Uno de esos grupos está liderado por Dmytro Firtash, presidente del grupo energético de su nombre. Otro es el controlado por Rinat Akhmetov, presidente de SCM Holding. Un tercero es el formado alrededor de Sergi Kliuyev, fuerte en el ámbito de la seguridad y en la administración presidencial. Y por último el grupo del propio Yanukovich, apoyado por intereses económicos gerenciados por su propio hijo, por el primer ministro provisional Sergei Arbuzov, por el ministro de Defensa y otros de los que se conocen como "de la familia". Es significativo que el grupo SCM, de Akhmatov, lanzase hace poco un comunicado pidiendo la abrogación de la reciente ley de orden público.

Vistas las grandes consecuencias geopolíticas de lo que se ventila en Ucrania, se recomienda observar críticamente la gestión que haga de ello la Unión Europea, para que la violencia no continúe o la revolución no estalle en Ucrania, y para que el proyecto europeo de una Europa democrática y próspera que abarque el continente entero y el ruso, cuyos intereses defiende tan obstinadamente Putin, converjan en proyectos comunes.
 

Johngo

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Occidente prepara un paquete de ayuda económica para Ucrania

La Unión Europea anunció este lunes la preparación junto a Estados Unidos y el FMI de un paquete de ayuda económica para Ucrania, inmersa en su peor crisis desde la independencia, la víspera de una nueva visita de la jefa de la diplomacia europea a Kiev.

Yanukovich, que retomó sus labores el lunes, tras una breve baja médica, tiene que poner a punto la formación de un nuevo gobierno, después de la dimisión en bloque del gabinete de Mykola Azarov la semana pasada, y la negativa de la oposición de entrar en el equipo.

El presidente sigue acogotado por los manifestantes que ocupan el centro de Kiev, que no paran de pedir su dimisión y una reforma constitucional que devuelva poderes al Parlamento.

La Unión Europea irrumpió este lunes en el enfrentamiento entre la oposición y el presidente Yanukovich, anunciando que prepara junto a Estados Unidos y el FMI un importante programa de asistencia financiera para Ucrania.

Esta oferta le daría a los dirigentes de Kiev una alternativa a la ayuda económica brindada por Moscú, que puso sobre la mesa 15.000 millones de dólares en créditos y una reducción del precio del gas, después de que en noviembre Yanukovich decidiera no firmar un acuerdo de asociación con la UE y acercarse a Rusia.

Moscú, que ya ha entregado 3.000 millones de ayuda, ha advertido de que la concesión del resto dependerá del signo político del futuro gobierno ucraniano.

Yanukovich abordará la cuestión con la Alta Representante diplomática de la UE, Catherine Ashton, que viajará el martes a Kiev, en donde se reunirá con la oposición y las autoridades ucranianas, según indicó en Bruselas su portavoz Maja Kocijancic.

Por su parte, Washington confirmó que mantiene conversaciones con la Unión Europea para elaborar un paquete de ayuda financiera para Ucrania.

"Permítanme ser clara, esto está en una etapa muy preliminar. Estamos en consultas con la UE (...) y otros socios sobre la asistencia que podría necesitar Ucrania luego que se conforme un nuevo gobierno", tras la dimisión en bloque del gabinete la semana pasada, dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, a los periodistas.

Mientras tanto, tras un silencio de cuatro días justificado por una baja médica, el presidente Yanukovich aprovechó un encuentro en una mesa redonda para denunciar el "extremismo" de los manifestantes y acusar a la oposición de "incitar al odio".

Su programa para los próximos días no ha sido detallado, pero su jefe de la diplomacia anunció que el jefe de Estado viajará a Sochi, para los Juegos Olímpicos de Invierno, aunque no dio una fecha. Los juegos comienzan el 7 de febrero.

En una entrevista publicada este lunes en el Wall Street Journal, Ashton confirmó la preparación de un paquete de asistencia financiera a Ucrania, después de contactos entre líderes occidentales y la oposición ucraniana este fin de semana en la reunión de seguridad de Múnich (Alemania).

Según ella, la UE y Estados Unidos "desarrollan un plan -un plan ucraniano, como sugerí que lo llamasen- que analiza lo que debemos hacer a partir de ahora en diferentes sectores de la economía para mejorar las cosas".

Ashton no avanzó ninguna cantidad precisa, aunque dijo que el montante "no será modesto", y señaló como posibles pistas conceder garantías financieras, ayudas a la inversión o brindar apoyo a la divisa nacional.

Rusia no ha reaccionado de momento a este anuncio, aunque sí lanzó una advertencia a la oposición ucraniana, pidiéndole que renuncie a "amenazas" y "ultimátums".

También le ha pedido que dialogue con las autoridades para sacar al país de la crisis política que vive desde noviembre, manteniéndose en un marco constitucional.

"Rusia está muy preocupada por la aspiración de las fuerzas de oposición ucraniana de hacer que la situación se deteriore más en el país", señaló el ministerio ruso de Relaciones Exteriores, recordando que un opositor llamó a crear "unidades de autodefensa".

Uno de los líderes opositores que participó en la reunión de seguridad de Múnich, el exministro de Economía Arseni Yatseniuk, expuso el domingo ante la televisión Kanal 5 las condiciones necesarias para recibir la ayuda occidental.

Yatseniuk citó primero la reforma constitucional, indispensable para que "la oposición ucraniana asuma toda la responsabilidad" respecto a los asuntos del país.

Dicha reforma, añadió, debe ser llevada a cabo por un Parlamento que "designe al gobierno y dé legitimidad a quienes representan a Ucrania en la escena internacional".

En cuanto a la reducción del precio del gas acordado por Moscú, el exministro denunció la medida como "un mecanismo empleado por Rusia para impedir que Ucrania se acerque a la UE". AFP
 

Johngo

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Rusia reanudará el rescate a Ucrania cuando salde sus deudas de pago del gas

Rusia reanudará el rescate a la economía de Ucrania cuando este país salde sus deudas por el suministro de gas natural en 2013, aseguró hoy Antón Siluánov, ministro de Finanzas ruso.

"Esperamos que la parte ucraniana cumpla con sus obligaciones de pago del gas. Al fin y al cabo, la suma no es tan pequeña. En enero debería haberse producido un pago, pero no se llegó a materializar", dijo Siluánov a la prensa local.

Siluánov subrayó que Rusia tiene intención de cumplir su promesa de comprar 15.000 millones de dólares en bonos del Estado ucraniano, pero también le gustaría que Ucrania respetara los plazos de pago.

"Nosotros no vinculamos los tramos con el cumplimiento de las obligaciones de pago del gas entre (las corporaciones gasísticas ruso y ucraniana) Gazprom y Naftogaz", agregó.

No obstante, agregó, "se trata de organizaciones estatales y, naturalmente, siempre acordamos que a nivel interestatal las obligaciones entre las corporaciones estatales deben cumplirse".

A finales de enero, el primer ministro en funciones de Ucrania, Serguéi Arbúzov, aseguró que Kiev ya había recibido el primer tramo de 3.000 millones de dólares.

"Ya hemos recibido el primer tramo de 3.000 millones de dólares y en breve esperamos recibir el segundo por valor de 2.000 millones", señaló Arbúzov.

Recientemente, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, desveló que Ucrania habría pedido otra prórroga para pagar las deudas por el gas ruso que corresponden a 2013, que ascienden a 2.700 millones de dólares.

Ucrania "volvió a pedir un nuevo aplazamiento de pago de su histórica deuda y, lo que es peor, no paga las facturas corrientes", lamentó.

Algunos analistas opinan que Rusia ha decidido retener el segundo tramo del rescate por motivos políticos, después de que fuera destituido el primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, artífice del restablecimiento pleno de las relaciones comerciales con Moscú

Precisamente, el presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, se reunió anoche con el presidente ruso, Vladímir Putin, tras la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi.

Putin subrayó la necesidad de cumplir con los compromisos de ayuda financiera prometida a Kiev después de que el Gobierno ucraniano suspendiera en noviembre la firma de un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, detonante de las actuales protestas antigubernamentales.

El pasado 17 de diciembre, Rusia asumió el compromiso de socorrer a la deprimida economía ucraniana con la inversión de 15.000 millones de dólares y una rebaja de más de un 30 % del precio del gas que Rusia exporta a Ucrania. Moscú, 8 feb (EFE)
 

Johngo

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DISTURBIOS GRAVES EN UCRANIA

Ascienden a 25 los muertos por los enfrentamientos en Ucrania

Las fuerzas antidisturbios emprendieron un nuevo asalto sobre la plaza de la Independencia de Kiev. En la ciudad de Leópolis, los manifestantes ocuparon las sedes de la administración regional y de la Policía

Los policías avanzaron hacia la plaza y tomaron posiciones alrededor del monumento que ocupa el centro de la misma poco después de las 04:00 locales (02:00 GMT). Las tiendas levantadas en los alrededores del lugar tomaron fuego rápidamente. Los manifestantes respondieron lanzando pedradas a los policías.

Al menos 25 personas, entre civiles y policías, murieron en Kiev como consecuencia de los violentos enfrentamientos entre manifestantes antigubermanentales y las fuerzas del orden, que intentan desalojar la emblemática plaza, ocupada por los opositores desde hace tres meses.

Por su parte, el presidente Viktor Yanukovich había rechazado detener el asalto de las fuerzas del orden contra el Maidán (Independencia) y ordenó evacuarla, según declaró el opositor Vitali Klitschko tras reunirse con éste.

Cuatro manifestantes resultaron muertos durante el asalto de la policía a la plaza, el martes por la noche. "Cuatro personas murieron durante el rastrillaje del Maidán", declaró a la AFP Sviatoslav Janenko, un responsable de los servicios médicos de la oposición.

Los manifestantes reunidos en la plaza, muchos de ellos equipados de manera similar a las fuerzas del orden (con cascos y escudos) para protegerse de éstas, erigieron por la noche un muro de fuego para protegerse de los policías que empezaron a evacuarlos tras violentos choques.

"El presidente dice que la única solución es evacuar el Maidán y que todos (los manifestantes opositores) regresen a sus casas", había declarado Klitscko a la televisión.

La Casa de los Sindicatos, sobre el Maidán, transformada en cuartel general de los manifestantes, ardía en llamas en la madrugada del miércoles. "No nos iremos de aquí, es un lugar de libertad", había proclamado ante la multitud Klitschko. "El gobierno ha lanzado una guerra contra su propio pueblo", añadió antes de reunirse con Yanukovich.

Incluso partidarios del régimen, como el oligarca Rinat Akhmetov, el hombre más rico de Ucrania y principal patrocinador del partido de Yanukovich, condenaron los últimos acontecimientos.

"Las víctimas humanas del lado de los manifestantes y de las fuerzas del orden son un precio inaceptable de errores políticos", declaró Akhmetov en un comunicado, pidiendo que se "ponga un fin al derramamiento de sangre".

Uno de los civiles muertos es un empleado del Partido de las Regiones del presidente Yanukovich, cuyo cadáver fue hallado en la sede de esta formación política, que fue tomada por asalto y brevemente controlada por los manifestantes, que la incendiaron parcialmente.

Unos 500 opositores al régimen del presidente Viktor Yanukovich se concentraron frente a la dirección de la administración regional y, tras arrojar piedras y proyectiles contra el edificio, entraron sin encontrar resistencia. Luego, un centenar de manifestantes ocupó la sede de la Policía regional.

Los manifestantes levantaron barricadas frente al edificio policial y prendieron fuego a parte del mobiliario que sacaron de éste. Inmediatamente ocuparon la sede de los servicios especiales (SBU), donde destrozaron vehículos y quemaron archivos.

También, los opositores tomaron armas de una unidad militar de Leópolis este miércoles de madrugada, según constató en el lugar un periodista de la AFP.

Tras enfrentamientos en los que lanzaron cócteles Molotov, que provocaron incendios en edificios militares, unos 5.000 manifestantes tomaron el control del depósito de armas del lugar.

En la región de Ternopil (oeste), los opositores también lanzaron cócteles Molotov contra la jefatura policial local, incendiándola.

FUENTE: Ascienden a 25 los muertos por los enfrentamientos en Ucrania | Crisis en Ucrania, Viktor Yanukovich, Ucrania - América
 

Tizo

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Una treintena de muertos entre manifestantes y policías- es una enorme y dolorosa señal de que los manifestantes ucranianos prooccidentales se han tomado como asunto de vida o muerte las causas de su actitud reivindicativa: piden la dimisión del presidente Yanukovich y la convocatoria de nuevas elecciones. Todo para conseguir un acercamiento a la Unión Europea, lo que significa aumentar de manera considerable su nivel de vida y su desarrollo cultural, así como rechazar los altos niveles de corrupción del gobierno. Difícil situación para los 44.5 millones de ucranianos, que están divididos a partes iguales entre los proeuropeos y los prorusos.

Cabe afirmar con toda seguridad que hubiera ocurrido lo mismo en el caso puramente hipotético de que la situación hubiera sido la inversa, es decir, si en Kiev gobernaran los proeuropeos y los manifestantes fueran prorusos.

En términos generales, los partidarios de un acercamiento a la UE viven mayoritariamente en el oeste de Ucrania y son católicos u ortodoxos de obediencia al patriarca de Kiev. Mientras que los patrocinadores de vivir en la órbita de Rusia están en el oriente del país, son fieles ortodoxos del patriarca de Moscú y algunos de ellos son rusos o hablan este idioma. En porcentaje, un 78% de toda la población es ucraniana y el 17% rusa con pequeñas minorías en las fronteras.

Por estas razones, las dos mitades tienen un empeño ardoroso en sostener sus posiciones. A esto hay que añadir que el actual estatus político de Ucrania, una república independiente desde la caída de la URSS en la órbita política de Moscú, pero sin lazos institucionales con el resto de Europa, es un asunto de excepcional importancia para la seguridad política, militar y económica del Kremlin. El politólogo norteamericano George Friedman afirma que Ucrania para Rusia es tan importante como Escocia para el Reino Unido o el estado de Texas para Estados Unidos. Nosotros podríamos añadir a esta comparación lo que supone Cataluña para el resto de España. En cambio no lo es tanto para la UE, aunque a ésta no le desagradaría tenerla como socio.

Esto se debe la posición geográfica de Ucrania, al estar situada entre Rusia y el resto de Europa. Con sus 600.000 kilómetros cuadrados de extensión, es un territorio montañoso en sus fronteras occidental, los Cárpatos, y oriental, el Cáucaso. El resto es una llanura fértil que produce excelentes y abundantes productos agrícolas y alberga materias primas muy demandadas. Aparte de estas ventajas, desde el punto de vista de la defensa sería una zona fácil de atravesar hacia Rusia para cualquier invasor potencial. Moscú se encuentra a solo 480 kilómetros de la frontera con Ucrania.

El país tiene 1.576 kilómetros de frontera con Rusia; 891 con Bielorrusia; 428 con Polonia; 90 con Eslovaquia; 103 con Hungría; y 538 con Rumanía, en dos tramos separados por los 940 kilómetros con Moldavia.

Para cualquier gobierno que esté en el Kremlin -los zares, los soviets, Putin o quien le suceda- es clave la península de Crimea en el Mar Negro de Ucrania, donde se abren los puertos de Sebastopol y Odesa, vitales para la economía y la defensa de Rusia. Sobre todo, si se tiene en cuenta que se trata de su único acceso al Mediterráneo y que en el invierno los mares del norte y el Báltico se hielan. Al disolverse la URSS e independizarse Ucrania en 1991, Moscú tuvo buen cuidado de cerrar un acuerdo para la utilización militar y comercial de estos puertos.

Con esta geografía, Rusia desea que Ucrania permanezca discretamente en su órbita, actuando para Moscú como estado tapón -buffer state en inglés-, de manera que los países de la UE y de la OTAN se encuentren cuánto más alejados mejor. (Algo parecido, en términos generales, salvadas las distancias y diferencias, de lo que ha significado Uruguay para Brasil y Argentina).

Tanto Ucrania como Georgia flirtearon hace unos años con su ingreso en la Unión Europea y en la OTAN, lo que provocó, entre otras razones, la respuesta militar de Moscú contra los georgianos en 2008. Era también un aviso directo a Kiev, en donde entonces gobernaba el moderado proeuropeísta Viktor Yuvchensko y su primera ministra Julia Timoshenko, vencedores en la pacífica revolución naranja, malograda poco después.

La Rusia de Putin se sintió amenazada porque no podía permitir el acercamiento de Kiev a Europa y, mucho menos, que la revolución naranja pudiera ser el preludio potencial de un movimiento político análogo en la propia Rusia.

Para conseguir su objetivo, Rusia dispone de un arma económica y política de primera magnitud, que ya ha utilizado en un par de ocasiones contra Occidente, en 2006 y 2009, al cortar con discreción el suministro de gas natural con destino a Europa.

En Europa los que más temen el poderío ruso son, lógicamente, los siete países fronterizos, en especial Polonia que lleva el miedo en lo genes de su historia. Alemania había iniciado recientemente una aproximación política y económica a Rusia, que podría calificarse de histórica. Sin embargo, en este último año ha puesto en riesgo esa naciente relación especial al patrocinar el movimiento paneuropeo de Ucrania. Con todo esto, Berlín está mandando el mensaje de que quiere ocupar de nuevo un puesto relevante en el mundo, pero sin desempolvar las viejas botas del paso de la oca, arrumbadas en el olvido y que tan caras le costaron en la primera mitad del siglo XX.

En cuanto a Estados Unidos, no tiene intereses cruciales de primera magnitud en este asunto. Desde luego todo lo que sea debilitar a Rusia le conviene, pero en lo que se refiere a Ucrania, Washington se regodea con que los Juegos Olímpìcos de Sochi se le hayan amargado a Putin por culpa de estas manifestaciones sangrientas. Una venganza por el papel jugado por Putin en el escándalo de espionaje protagonizado por Edward Snowden, asilado en Rusia tras su filtración de documentos que demostraban el espionaje realizado por EEUU a diversos líderes europeos.
 

Johngo

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Los manifestantes de Ucrania toman a 67 policías como rehenes

20 de Febrero de 2014 • 12:11hs

KIEV (Reuters) - Los grupos que protestan contra el Gobierno de Ucrania retienen como rehenes a 67 policías en la capital, dijo el jueves el Ministerio del Interior del país.

Poco antes, el ministerio había informado que la policía antidisturbios "Berkut" había sido reforzada con armas de combate para tratar de recuperar el control por las violentas protestas que han dejado al menos 50 muertos desde el martes.

"Para liberar a los rehenes, la Policía tiene derecho a usar sus armas", dijo el ministerio en un comunicado publicado en su página web.

Otros tres policías se encuentran desaparecidos, dijo el ministerio.
 

MariamSe

Banned
Sinceramente, es una guerra total lo que está pasando en Ucrania! por Dios! que alguién lo pare o estoy segura que se extenderá y será imprevisible el futuro!

 
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