Los proveedores de marihuana legal en Estados Unidos no ven la hora de que se terminen los negocios exclusivamente con dinero en efectivo, ya que se han visto obligados a manejar de un lado a otro con sobres llenos de billetes para pagar el alquiler o presentándose a una oficina de rentas internas con 20.000 dólares en bolsas para pagar los impuestos.
Sin embargo, no está claro si las nuevas normas del gobierno de Barack Obama se los permitirán.
Los departamentos de Justicia y Tesoro emitieron el viernes directivas a los bancos para hacer negocios con firmas de marihuana. Esta rama de negocios, incluso los comercios de marihuana recreativa en Colorado y operadores médicos en otros sitios, saludó la noticia, pero la industria bancaria dejó en claro que el tono de las directivas no tranquiliza lo suficiente sus aprensiones.
Los bancos esperaban que el anuncio les quitaría el temor a persecuciones en caso de que abrieran cuentas para comercios de marihuana, dijo Don Childears, presidente de la Asociación de Banqueros de Colorado, en una declaración escrita, pero no lo ha hecho.
"Después de una serie de luces rojas, esperábamos que esta guía fuese una luz amarilla", comentó Childearse. "En el mejor de los casos, esto equivale a `atiendan a esos clientes a riesgo propio' y enfatiza todos los riesgos. Esta luz es roja".
Algunos dispensarios han logrado abrir cuentas, a veces sin ser demasiado francos sobre su negocio, pero a la mayoría le ha resultado un dolor de cabeza. Como la marihuana sigue siendo ilegal según la ley federal, los bancos no han podido aceptar negocios de los proveedores de la droga sin arriesgarse a ser procesados por lavado de dinero o asociación ilícita.
Sin embargo, 20 estados tienen ahora leyes sobre los usos médicos de la marihuana; dos de ellos, Washington y Colorado, han legalizado la venta de marihuana a los adultos y los votantes de Alaska considerarán a mediados de año una ley similar.
Ahora que la industria está saliendo a la luz, los estados desean llevar la cuenta de las ventas de marihuana y recolectar impuestos y es mucho más fácil hacerlo cuando los negocios tienen cuentas bancarias.
También es más fácil para los negocios. Para la Cooperativa de Atención Esmerada (Conscious Care Cooperative) de Seattle, un dispensario de marihuana para usos médicos con tres sucursales y 11.000 miembros, las normas "decididamente despiertan entusiasmo", comentó Trek Hollnagel, un asesor comercial allí.
El dispensario empezó a operar con dinero en efectivo después de hacer una ronda infructuosa por los bancos. Hollnagel dijo que Conscious Care siempre habló francamente a los bancos sobre sus negocios y que algunos, incluso Bank of America, le permitió abrir cuentas, solo para congelarlas o cerrarlas más adelante.
"Cambiaban las políticas de un día para el otro", se quejó Hollagel. "Si todos tus fondos están congelados durante dos semanas te dificulta manejar un negocio. El lunes extiendes un cheque para el alquiler, el martes te llama el banco diciendo que la cuenta está congelada y el miércoles te llama el propietario para decirte que el cheque rebotó".
A causa de ello, Hollnagel u otros en el dispensario conducían con 10.000 dólares en un sobre para pagar sus cuentas y cuando se presentaban en el Departamento de Rentas Internas para pagar los impuestos, le tomaba media hora a un agente contar el dinero, afirmó.
"Ojalá con estos cambios podamos volver a ser un verdadero negocio", afirmó.
Sin embargo, no está claro.
Según las nuevas normas, los bancos deben revisar las solicitudes de licencia estatal de los clientes proveedores de marihuana, solicitar información sobre el negocio, comprender el tipo de productos a la venta y revisar las fuentes públicas disponibles para estar atentos a cualquier información negativa sobre el negocio. La guía indica a los bancos más de 20 "luces rojas" que podrían indicar violación de una ley estatal.