Hilo de Grecia

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Aprendan idiomas



Los españoles y los italianos aprenden alemán, así podrán emigrar a Alemania.

¡ Tendríamos que hacer lo mismo !

No, la troika dice que debemos aprender búlgaro
 

Tizo

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La economía de Grecia se contraerá en 25% para cuando salga de la recesión, advirtió el martes el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras, mientras el gobierno examinaba su próximo programa de punzante austeridad con las organizaciones que le han hecho préstamos de rescate.

Stournaras habló en un foro griego-chino de negocios antes de que altos funcionarios de su ministerio reanudaran las negociaciones con inspectores de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, los cuales forman la llamada "troika".

"La reducción acumulativa (del Producto Interno Bruto) desde 2008 es apenas menor al 20% y se prevé que llegue al 25% para 2014", dijo Stournaras.

Los bonos gubernamentales pendientes de pago y otras deudas con el sector privado llegaron a 6.500 millones de euros (8.510 millones de dólares), precisó.

La troika exige al gobierno que reduzca el déficit presupuestal en más de 11.500 millones de euros (15.100 millones de dólares) en dos años como condición para que siga recibiendo las entregas de los préstamos de emergencia.

También el martes, antes de las declaraciones de Stournaras, Grecia subastó bonos del Tesoro con los que recaudó 1.300 millones de euros (1.700 millones de dólares) con una tasa a 13 semanas que disminuyó levemente, a 4,31%.

La estatal Dirección de Administración de la Deuda Pública informó que la demanda de 1.000 millones de euros de bonos de deuda superó en 1,98 veces la cantidad ofrecida y que los restantes 300 millones de euros fueron obtenidos en pujas al precio.

El rendimiento fue ligeramente menor al 4,43%que tuvo la subasta de bonos similares del mes pasado.
 

droblo

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La bolsa griega está protagonizando un rebote considerable desde hace meses
 

Tizo

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Grecia revisó al alza sus cifras de déficit presupuestario y de deuda del año pasado, debido en gran parte a que la recesión fue más aguda de lo esperado y a una actualización de datos, informó el lunes el gobierno heleno.

La oficina nacional de estadísticas dijo que el gobierno tuvo un déficit en el 2011 del 9,4% del producto bruto interno, frente a un 9,1% calculado en abril.

La nueva cifra de deuda es de 170,6% del PIB, frente al 165,3% calculado previamente. La oficina elevó además levemente el déficit y la deuda del 2010.

En el 2013 Grecia tendrá su sexto año de recesión.

El país negocia con los acreedores un nuevo programa de austeridad para los próximos dos años. Hasta que sea logrado un acuerdo, Atenas no recibirá dinero alguno en forma de nuevos créditos que debían haber sido entregados en junio. Sin esos fondos, el gobierno se quedará sin dinero el 16 de noviembre.
 

Tizo

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Grecia recibió una extensión para cumplir con los requisitos de su programa de rescate financiero, afirmó el miércoles el ministro de finanzas heleno, quien sin embargo fue desmentido de inmediato por el Banco Central Europeo y por Alemania, el principal prestamista, que consideraron los comentarios una mera "especulación".

El ministro de finanzas, Yannis Stoumaras, dijo que el acuerdo se alcanzó como parte de semanas de negociaciones con los acreedores internacionales sobre un paquete de nuevas medidas de austeridad por 13.500 millones de euros (17.500 millones de dólares) para los próximos dos años.

Esas medidas de austeridad representan una condición para que el país siga recibiendo préstamos de emergencia.

"¿Qué hemos logrado hoy? Hoy hemos conseguido la extensión. Si no nos la hubiesen dado, hoy no solamente habríamos necesitado tomar medidas por valor de 13.500 millones de euros, sino por 18.500 millones de euros", aseveró Stoumaras ante el parlamento.

"No hemos caído en quiebra debido a que todavía tenemos fondos remanentes de la cuota anterior", agregó .

Una de las condiciones para el programa de rescate por 240.000 millones de euros es que Grecia reforme la economía para que la nación pueda volver a los mercados de bonos hacia el 2014. Grecia había solicitado una extensión de dos años a este plazo para tener tiempo de introducir medidas de austeridad y reformas en el mercado laboral.

En Berlín, el ministro alemán de finanzas Wolfgang Schaeuble desmintió la declaración de Stoumaras y la tachó de "especulación".

"No puedo confirmar esto", dijo Schaeuble a la prensa. "Hasta donde tienen conocimiento el Ministerio Federal de Finanzas y el gobierno alemán, no hay novedades".

El funcionario dijo que, antes de tomar cualquier decisión, los prestamistas esperaban todavía un reporte sobre el progreso de Grecia. El informe sería entregado por la llamada "troika", el grupo de inspectores de la deuda que incluye a la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional.

El presidente del BCE, Mario Draghi, negó también la aseveración de Grecia.

"La revisión no concluye aún", dijo. "Entiendo que ha habido progresos, pero que falta por definir algunas partes, y no sé nada salvo eso. No puedo comentar sobre esos rumores".
 

Tizo

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Aunque la UE sigue sin ponerle las cosas fáciles a su socio más díscolo, su discurso sobre Grecia se ha suavizado en las últimas semanas. Las voces de quienes en verano perdieron el miedo a hablar abiertamente de una posible salida de la economía helena de la zona euro, entre ellos el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, quien en agosto llegó a decir que sería un escenario manejable, se han acallado y la disposición a ofrecerle una nueva oportunidad (la enésima) ha ido ganando peso. ¿Por qué?

Pese a que algunos siguen considerando que la salida de Grecia del euro sería un "mal menor", existen razones de mucho peso que explican por qué Europa parece dispuesta a transigir una vez más con su indisciplinado miembro. Y es que aunque su amenaza ha pasado a un segundo plano en los últimos meses por el hostigamiento sufrido por España, Grecia sigue siendo un polvorín, cuya eventual explosión provocaría un tsunami sobre el resto de Europa de consecuencias difíciles de predecir y calibrar.

1.- Riesgo de un nuevo terremoto financiero. Aunque el golpe más duro sería para los propios bancos griegos (y los chipriotas), los más directamente expuestos, la onda expansiva alcanzaría al resto del sistema financiero del continente, con efectos potencialmente demoledores sobre los sectores bancarios de los países rescatados, Irlanda y Portugal, pero también sobre los de aquellas economías más grandes y que más desconfianza despiertan entre la inversión: España e Italia.

De hecho, los mercados mayoristas de financiación han estado cerrados a cal y canto durante muchos meses para las entidades españolas y sólo se han reabierto parcialmente para las compañías más grandes (Telefónica, BBVA, Gas Natural o Santander, que ya había hecho una incursión con éxito en agosto) después de que el BCE anunciara su plan de choque en el mercado de deuda.

¿Otro Lehman Brothers?
Los expertos están divididos sobre el alcance de la deflagración. Unos consideran que la eventual salida de Grecia del euro está ya en parte descontada y que la situación de la economía global no es tan grave como en 2008. Otros advierten, sin embargo, de que su quiebra impactaría con fuerza tanto en el sector privado como en el público (se calcula que de los más de 300.000 millones de deuda de Grecia, buena parte está en manos de instituciones públicas -la cifra ascendería a 50.000 millones sólo en el caso del BCE-) y espolearía aún más la desconfianza hacia la deuda española e italiana, disparando los costes de auxiliar y recapitalizar sus bancos.

Sin olvidar que, como sucedió con el colapso de Lehman Brothers, sería difícil prever la cadena de acontecimientos que desató dicha bancarrota en los meses siguientes, cuando la caída del banco de inversión forzó el rescate público de aquellas entidades que habían vendido seguros contra un eventual impago (CDS) de Lehman, como el gigante estadounidense AIG.

2.- Abultada factura económica. Desde hace tiempo, las cábalas sobre el impacto económico para la zona euro de una hipotética salida del Grecia son habituales. Desde los más de 400.000 millones que la troika ha empleado en salvar a Grecia entre inyecciones directas y adquisiciones de su deuda (cuantía a la que habría que añadir los estragos causados sobre el sector privado, de los que es muy complicado hacer un cómputo), pasando por el billón de euros que llegó a pronosticar el ex primer ministro griego Lukás Papadimos en mayo... Hasta llegar a las cifras astronómicas de un reciente estudio de Prognos AG encargado por la German Bertlesmann Foundation, según el cual una hipotética salida del euro de Grecia podría arrastrar también a Portugal, España e Italia, efecto dominó que supondría un coste sólo para Alemania de 1,7 billones de euros.

Como se ve, no hay consenso sobre las consecuencias, pero los expertos intuyen que la factura económica para la región sería, cualquier caso muy elevada... Pero ¿asumible?

3.- Riesgo de ruptura del euro. Precisamente, la gran amenaza griega se deriva del riesgo que representa para la pervivencia del euro. Los expertos alertan del efecto contagio que un colapso heleno, sobre todo si se produce de forma desordenada, tendría sobre la tercera y cuarta mayores economías de la zona euro, Italia y España, cuyas primas de riesgo, aunque anestesiadas por los planes de contingencia del BCE, siguen mostrando su vulnerabilidad y la desconfianza que le profesan los mercados.

La salida de Grecia certificaría que el euro no es un proyecto irreversible y pondría a España e Italia en el disparadero de un posible abandono de la moneda única.

4.- Alemania, tampoco a resguardo. En el hipotético caso de una desintegración del euro, nadie estaría a salvo. Ni siquiera Alemania, como advierte Prognos. Pese a que algunos de sus dirigentes, como su ministro de Economía, Philipp Rösler, señalaron semanas atras que una posible marcha de Grecia del euro ya no asustaba, sí debería inquietarles un hipotético desmoronamiento de la moneda única, ya que entonces Alemania tendría que hacer frente a un mercado común hundido y al impacto sobre sus exportaciones, su gran motor económico, tanto de la caída de la demanda como de la fortaleza del marco respecto al resto de divisas.

Como la propia canciller Merkel reconoció durante su visita a Atenas el 9 de octubre, en Europa "todos estamos relacionados; el 60% de los bienes de Alemania se exportan a países de Europa. Si un miembro tiene problemas, el resto se ve afectado".

Socio incumplidor
Grecia se ha revelado demasiadas veces en el pasado como un socio poco responsable e incumplidor, una etiqueta ganada a pulso de la que ahora, aunque quiera, difícilmente podrá librarse en un escenario doméstico marcado por una honda recesión, sin recursos para reactivar su economía y con una deuda que muy dificilmente podrá digerir.

Europa, con Alemania a la cabeza, quiere arrancarse la espina helena, y de ahí los comentarios de los últimos meses minimizando los efectos de su hipotetica salida del euro. Sin embargo, la dificultad de darle una respuesta ordenada al problema y la incertidumbre sobre las consecuencias que su marcha tendrían sobre la estabilidad económica y monetaria de la región invitan a pensar que la UE hará todo lo posible para mantener en el redil a su oveja más negra. Y buena prueba de ello es que hasta el rígido titular de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, se ha mostrado partidario de conceder más tiempo a Grecia para que cumpla con sus compromisos.

Es evidente que el miedo de Europa a lo desconocido sigue jugando a favor de Grecia, pero ¿acierta la UE dando una nueva patada hacia adelante a un problema que arrastra desde hace ya demasiado tiempo y que ha resquebrajado los cimientos de su unión monetaria? El tiempo y los mercados tienen la respuesta.
 

Tizo

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Dos importantes sindicatos de Grecia que representan a servidores públicos y al sector privado convocaron el miércoles a una huelga de 48 horas en protesta por las medidas de austeridad que serán sometidas a votación la próxima semana.

Los sindicatos informaron que la huelga del 6 y 7 de noviembre será acompañada por manifestaciones en el centro de Atenas ambos días. Protestas de este tipo realizadas previamente se han convertido en incidentes violentos.

El paro de actividades se anuncia mientras el ministro de finanzas presentó un presupuesto enmendado para 2013 que eleva los pronósticos de deuda y déficit del país para el año entrante.

También sucede al tiempo que los legisladores aprobaron un proyecto de ley de privatización en una votación fraccionada con la disconformidad de integrantes de los dos socios menores de la coalición tripartita del gobierno.
 

Tizo

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Los sindicatos griegos llevaron a cabo un paro general durante la jornada del martes, que incluyó además una serie de protestas nacionales contra un paquete de medidas de austeridad que se someterá a votación esta semana y que condenaría al país a más años de apretarse el cinturón a cambio de un rescate financiero internacional.

Los vuelos que llegaban al país y los que salían de éste se interrumpieron por tres horas en el comienzo de un paro de dos días que incluyó también el cierre de escuelas, así como la suspensión del servicio ferroviario y de transbordadores. Atenas se quedó sin transporte colectivo ni taxis, y los hospitales funcionaron únicamente con el personal de urgencias.

Más de 35.000 personas marcharon en dos protestas separadas que organizaron los sindicatos en Atenas. Otras 20.000 se concentraron para protestar en Salónica (Tesalónica), la segunda ciudad más grande del país.

La policía se declaró en alerta ante potenciales hechos de violencia, pues buena parte de las protestas antiausteridad en los últimos tres años han derivado en disturbios.

Las protestas culminarán este miércoles, cuando los legisladores votarán sobre un paquete de recortes al gasto y aumentos a los impuestos, por un total de 13.500 millones de euros (17.300 millones de dólares), que se aplicaría en los próximos dos años.

El resultado de la votación está en duda, ante las discrepancias en el gobierno de coalición instaurado hace cinco meses, y debido a la reticencia entre los legisladores de centro-izquierda a la aprobación de más medidas de austeridad. Pero el rechazo del paquete de ahorro dejaría a Grecia frente a la amenaza de incumplir con el pago de su colosal deuda, lo que eventualmente llevaría a que el país salga de la zona del euro.

Se trata de la mayor crisis política que ha enfrentado el primer ministro conservador Antonis Samaras desde junio, cuando formó la coalición. Su aliado menor, Izquierda Democrática, ha advertido que no respaldará las medidas, mientras que un puñado de legisladores del tercer partido de la coalición, el Socialista, se pronunciaría en contra del paquete de austeridad.

"La mayoría del gobierno se reduce, y el paro general ejerce más presión sobre los miembros del parlamento para votar en contra de los planes gubernamentales", advirtió Martin Koehring, de la firma Economists Intelligence Unit. "Pero al final esperamos que el paquete sea aprobado por los miembros del parlamento, porque la alternativa sería que el gobierno se quede sin efectivo... y que enfrente tanto una mora como una potencial salida de la eurozona".
 

droblo

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Los datos que deberían ser

Los que se proyectan tras los datos de Noviembre
 

Tizo

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Grecia necesitará ayuda monetaria internacional adicional a los programas de asistencia ya acordados que cubren hasta fines del 2014, dijo el domingo un miembro del consejo de administración del Banco Central Europeo (BCE).

Joerg Asmussen dijo a la radioemisora pública ZDF que Atenas probablemente no podrá volver a financiar su deuda soberana en el mercado de bonos en 2015 y 2016, por lo que necesitará un tercer plan de rescate.

Muchos de los socios de Grecia en la zona euro detestarían darle más dinero a Grecia, y aún más la canciller alemana

Angela Merkel, que se dirige a un año electoral.

Los acreedores internacionales han mantenido a flote a Grecia desde el 2010 y han comprometido créditos por 240.000 millones de euros (306.000 millones de dólares) hasta fines del 2014. El país no puede acudir ahora a los mercados internacionales debido a los elevados intereses que debe pagar por sus bonos, al temer los inversionistas que incurra en el impago.

Una recesión más profunda de lo previsto y el retraso en la implementación de reformas han creado además un descubierto presupuestario de unos 30.000 millones de euros con el presente sistema.

Los ministros de finanzas de la eurozona, el BCE y el Fondo Monetario Internacional se reunirán el martes para decidir cómo cubrir esa diferencia.

"La siguiente semana debemos pactar para financiar los años 2013 y 2014, pero uno tiene que ser honesto y decir que realmente no esperamos que el país tenga acceso a los mercados en 2015 y 2016. Eso significa que será necesario seguir con el programa", dijo Asmussen.

Los acreedores esperaban en un inicio que la deuda griega pudiera reducirse a 120% de su Producto Interno Bruto para 2020, pero ahora calculan que el año entrante será de 190% de su PIB y están proponiendo dar dos años más a Atenas para cumplir sus metas.

Grecia se encamina a un sexto año consecutivo en recesión, que podría deteriorar aún más su endeudamiento, mientras que el desempleo ronda el 25%.

Al FMI y muchos economistas les preocupa que dar más tiempo y dinero no sea suficiente y que Grecia y sus acreedores en la eurozona tal vez tengan que condonar parte de su deuda.

Pero hacerlo resulta impensable para muchos líderes políticos europeos porque se oponen a la idea de decir a los electores que sus impuestos se perderán.

"Eso es imposible", insistió el ministro de finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, con la radio germana ARD.
 
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