Hilo de CHINA

Johngo

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China como prestamista de última instancia de Rusia, Argentina y Venezuela

China está utilizando sus sustanciales recursos para intervenir como prestamista de última instancia y ayudando a algunos de los países con más problemas económicos en la actualidad como Rusia, Venezuela y Argentina.

La semana pasada el gobierno chino insinuó que estaría dispuesto a ampliar un programa de swap de divisas para ayudar a Rusia a superar la peor crisis económica que ha vivido desde el default (incumplmiento de pago) en 1998. China ha prestado 2.300 millones en créditos a Argentina como parte de un programa de un swap de divisas y el mes pasado le prestó 4.000 millones de dólares a Venezuela, un país que que solo tiene reservas para pagar su deuda a dos años vista.

China está utilizando sus recursos económicos para ampliar su influencia en la economía global y desintermediando al FMI como prestamista de última instancia. El FMI suele pedir una serie de reformas con el objetivo de “estabilizar” la economía de los países en los que interviene a cambio de créditos. China en cambio tiene como objetivo principal asegurar sus intereses economicos para mantener su dominio sobre recursos estratégicos en países de los cuales precisa para mantener su economía.

A diferencia de Ucrania, donde un gobierno de dudoso origen instalado por occidente después de dar un golpe de estado, que ha recibido 17.000 millones de dólares del FMI; países como Rusia, Argentina y Venezuela están muchas veces enfrentados a EE.UU. quitándoles la posibilidad de recurrir a las instituciones con sede en Washington como el FMI o el Banco Mundial. China posee 3,89 billones de dólares en sus reservas de divisas, que son las áas importantes del mundo y las utiliza con destreza para hacer notar su peso en países estratégicos.

China como prestamista de última instancia de Rusia

La firma entre China y Rusia de un contrato swap de divisas a tres años de 150.000 millones de yuanes chinos (24.000 millones de dólares) en octubre 2014 permitía a Rusia pedir prestado yuanes por rublos rusos. Este programa no va a resolver los problemas de Rusia, cuya moneda ha perdido a lo largo del año un 41% en 2014, algo que unido a la caída de los precios del crudo y a las sanciones de occidente por la anexión de Crimea, pero sí podría generar un poco de confianza en los mercados.

Dos meses después de que Rusia anexara en marzo 2014, China firmó un acuerdo a 30 años valorado en 400.000 millones de dólares para comprar gas ruso. Las importaciones de petróleo ruso han batido récords históricos en noviembre 2014, según las aduanas chinas.

China como prestamista de última instancia de Argentina

La ayuda china a Argentina les ha ayudado a incrementar sus reservas de divisas extranjeras a un máximo de 13 meses con 30.900 millones de dólares. Además Argentina ha recibido 1.000 millones de dólares en yuanes a principios de este mes, como parte de un programa swap de divisas a tres años con China. Los fondos transferidos acumulados a Argentina llegan a 2.300 millones desde octubre 2014. El swap tiene un valor máximo fijado en 11.000 millones de dólares en tres años.

China como prestamista de última instancia de Venezuela

En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro recibió prestados otros 4.000 millones de China después de que las reservas de divisas del país estuvieran en mínimos de once años. Venezuela tiene en este momento reservas de 21.000 millones de dólares que equivale a la deuda que tendrá que pagar en 2015 y 2016.

Venezuela además de sufrir una inflación feroz, que genera escasez de bienes básicos, también está sufriendo la bajada del precio del crudo, su producto principal de exportación y generador de ingresos de divisas. Los especuladores apuestan que hay un 89% de probabilidad que Venezuela haga un impago de su deuda en los próximos cinco años.

China ha prestado a Venezuela 47.000 millones de dólares desde 2007, conviritiéndose en el acreedor más importante de Venezuela, y ésta paga las deudas con crudo.

Acuerdos de swaps de divisas con 28 bancos centrales con China

El Banco Central de China (People’s Bank of China) ha firmado acuerdos de swap de divisas con 28 otros bancos centrales en el mundo incluidos los de Reino Unido y Australia, convirtiendo al yuan en una alternativa al dólar para el comercio y las finanzas globales.

Al promocionar el uso de su divisa, China está defendiendo de una manera inteligente sus intereses y retando el dominio de la economía dolarizada del mundo.

Fuente: Bloomberg
 

Johngo

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La actividad del sector manufacturero de China se contrajo por primera vez en siete meses

La actividad del sector manufacturero de China se contrajo por primera vez en siete meses en diciembre, mostró el miércoles un sondeo privado, subrayando la urgencia detrás de una serie de sorprendentes medidas expansivas adoptadas por Pekín en los últimos dos meses.

El débil desempeño será parte del debate sobre si Pekín debe adoptar una política económica más expansiva o acelerar reformas al mercado para estimular la demanda, o ambas.

El reporte es el más reciente dato decepcionante de un cuarto trimestre que ha sido sorprendentemente sombrío para la segunda mayor economía mundial, que se espera que este año se expanda a su menor ritmo en casi 25 años.

"La demanda doméstica lideró la desaceleración, en tanto, las nuevos pedidos se contrajeron por primera vez desde abril del 2014. La contracción de los precios se profundizó", dijo Qu Hongbin, economista jefe de HSBC para China.

"Nosotros creemos que una actividad económica más débil y mayores presiones deflacionarias propician una mayor flexibilización monetaria", agregó.

El índice de gestores de compra (PMI) definitivo de HSBC/Markit para el mes de diciembre fue de 49,6, justo por debajo del nivel de 50 puntos que separa al crecimiento de la contracción.

La cifra fue levemente superior a la cifra preliminar de 49,5, pero representó una baja respecto a los 50,0 puntos de noviembre.

El total de nuevos pedidos se contrajo por primera vez desde abril, aunque levemente, pese a que las nuevos pedidos de exportaciones aumentaron.

Destacando la debilidad de la demanda, los precios de la producción cayeron por quinto mes consecutivo y muchas compañías consultadas dijeron que estaban reduciendo sus precios para aumentar su competitividad.

Esto, a su vez, llevó a las empresas a reducir la producción por segundo mes consecutivo, aunque la tasa de contracción fue pequeña.

El empleo siguió debilitándose, extendiendo la secuencia de pérdida de trabajos a 14 meses, aunque la tasa se desaceleró.

El crecimiento económico de China, golpeado por un enfriamiento del mercado inmobiliario, exportaciones inestables y una menor demanda doméstica, se desaceleraría a un mínimo de 24 años de un 7,4 por ciento este año, aunque un desempeño extremadamente débil en el cuarto trimestre ha llevado a algunos a pensar que esa cifra podría ser demasiado optimista.

Muchos observadores del mercado esperan que Pekín reduzca su meta de crecimiento anual a un 7 por ciento el próximo año, desde el 7,5 por ciento en el 2014.

El descenso en la producción industrial, un aumento de las presiones deflacionarias, menores beneficios industriales y un aumento de la morosidad ponen de relieve los desafíos a los que se enfrenta Pekín en el 2015. Las autoridades no sólo necesitan alentar más préstamos bancarios, sino también hallar una forma de estimular una demanda genuina.

El banco central recortó inesperadamente los tipos de interés a finales de noviembre por primera vez en más de dos años en un intento por reducir los costes del crédito y evitar una mayor desaceleración económica. También ha flexibilizado algunas restricciones a los préstamos. SHANGHAI (Reuters)
 

Tizo

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El crecimiento económico de China se desaceleró a su menor ritmo en más de dos décadas, al registrar una expansión de 7,4% en 2014, comparado con 7,7% del año previo, dijo el martes el gobierno.

La tasa de expansión de China supera por mucho la de otras economías importantes, pero representa una marcada declinación respecto a las de alrededor de 10% que tuvo el país en años anteriores y aumenta las presiones al gobierno comunista que intenta impedir una desaceleración mayor en 2015.

El crecimiento anual de la segunda economía más grande del mundo supone la mayor desaceleración desde 1990, cuando creció un 3,8%, y no alcanza el objetivo oficial de 7,5% para todo el año.

La expansión alcanzó 7,3% en el último trimestre del año pasado sin que hubiera variación respecto del trimestre anterior, que fue el más bajo en cinco años.

La desaceleración de China se debe en parte a los esfuerzos de Beijing para transformar la economía, cambiando el foco de la excesiva dependencia en la industria pesada y el comercio en favor del consumo interno. Pero la transición se ha visto sacudida por una serie de problemas, incluyendo una caída del mercado inmobiliario y exportaciones irregulares.

Las autoridades han intentado modificar a la baja sus expectativas al afirmar que sería aceptable un crecimiento menor a la meta oficial.

El presidente del país, Xi Jinping, dijo el año pasado que la economía ha entrado en una "nueva normalidad". Sin embargo, la sorpresiva baja en las tasas de interés que decidieron en noviembre los estrategas políticos es indicativa de la preocupación de las autoridades hacia un aumento en la pérdida de empleos, una situación políticamente peligrosa.

En una conferencia de prensa, Ma Jiantang, director de la Oficina Nacional de Estadística, dijo que el crecimiento del año pasado "estuvo dentro de un rango razonable" y que se espera que el crecimiento para 2015 sea "estable".

"Sin embargo, también debemos ser conscientes de que la situación nacional e internacional sigue siendo complicada y el desarrollo económico se enfrenta con dificultades y desafíos", dijo.

Las empresas chinas se preparan para un año más doloroso.

"Me temo que el panorama económico no es muy optimista. La competencia será aún más difícil", dijo Han Yi, responsable de ventas de Tianjin Yihsin Packing Plastic Co., que emplea a 700 personas haciendo vasos de plástico y envases de galletas en Tianjin, a casi una hora al sureste de Beijing.

La economía china creció un 7,7% en 2013.
 

rcalber

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Es interesante lo que ocurre con China. Si realmente se planteasen aumentar su demanda interna, sería una buena oportunidad para equilibrar nuestra balanza comercial con ellos, que no alcanza un 20% de tasa de cobertura.

Con el petroleo barato sería una buena ocasión para regular una situación que ha sido irrregular durante las ultimas decadas.
 

ellagunas

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Gracias por la información.

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