Bueno, bueno, me parece que además de preocuparnos por la pequeñina que viene, estamos aquí hablando de nuestros hijos, que son más importantes que la hipoteca.
Mi experiencia, es que tuve las hijas muy muy joven, y con la inocencia o la inconsciencia de mi juventud, pensé, que el diálogo, la comunicación iba a ser mi lema en la educación de mis hijas, que además como yo era una mamá muy jovencita seríamos casi amigas,a medida que fué pasando el tiempo y sobre todo cuando la adoslecencia se empieza a convertir en el mayor quebradero de cabeza que cualquier hipoteca te pueda dar, que cualquier trabajo, cuando todo lo demás te parecen problemas pequeñines, comparado con lo que empieza a suceder en casa y la super nani, se convierte en una realidad en casa, y te empiezas a ver reflejada en detalles, te das cuenta que tanto los niños como los adoslecentes necesitan sus límites, cómo conseguirlo depende de cada crio, yo tengo que ser autoritaria con una y más dialogante con la otra, y en ocasiones cambiar, pero te aseguro que hace mucho tiempo dejé de ser amiga-mamá, y pasé a ser MAMA, cuándo acabe la adoslecencia, que en estos tiempos parece eterna, entonces me plantearé si puedo ser amiga-mamá.
Lynxay te aseguro que los crios te retan, aunque no lo creas, y ven hasta donde pueden llegar, en ocasiones funciona con dialogo, pero como se empeñen en saber hasta donde resistes, un cachetito en el culete, viene que ni pintado.
Por lo que veo soy de las poquitas con niños adoslecentes, o yo no sé en que estadio están, aquí creo que es la epoca más dura para los padres, ya no puedes imponer de ese modo, tienes que dialogar, intentar que comprendan y lo más dificil todavía aceptar que sus vidas no son tus vidas, que tu ya elegistes en su momento lo que querías, y que ahora son ellos los que elijen, y a veces casi estás segura que se pueden dar una torta, y ahí es cuando tienes que apretar dientes, esperar a ver que pasa, si se la pega ayudarle, y si triunfa genial, os aseguro que es duro. Te encantaría imponerle lo que tiene que hacer, pero ellos tienen que tomar sus propias decisiones, aprender de sus fracasos y de sus triunfos, que son suyos y no tuyos.
Yo quieeeero un pequeñin, cuando son grandes es más dificil