El
S&P 500 y los índices del
Nasdaq vuelven a marcar máximos históricos. Pero un
Hindenburg Omen activado ensombrece la dinámica alcista de
Wall Street.
No soy de los que cree demasiado en la efectividad del
patrón bajista descubierto por
Jim Miekka. Y mucho más con el lío de formulaciones que se han sucedido con el indicador.
Pero no es menos cierto que
el patrón ha estado presente en todos los grandes giros del mercado. Por tanto, si aparece, no cuesta nada tomar algunas precauciones elementales.
Refuerza tu retaguardia
Dice Sun Tzu en el imprescindible manual
“El arte de la guerra” que
“en terreno clave, refuerza tu retaguardia”. Y en Bolsa no hay mejor ejemplo de
“terreno clave” que una salida al alza en
máximos históricos.
No hay nada más típico que una salida al alza en falso en la que los de siempre pillan a los también de siempre en el renuncio. Y
la mejor precaución es un simple stop.
El Hindenburg Omen no es la única amenaza
Y con mucha más razón si
el Hindenburg Omen no es la única amenaza que se cierne sobre este mercado en máximos. Lo vemos en un gráfico.
Comencemos por el
Hindenburg Omen. Lo vemos aparecer de nuevo en todo lo alto tras una temporada
“callado”. Habíamos tenido su amenaza en los mínimos de la caída, pero ha reaparecido en los máximos.
Debo aclarar que ya había lanzado
advertencias específicas para el Nasdaq. Es decir, habíamos tenido amenazas de un
Hindenburg Omen para el
Nasdaq, pero no para el
Nyse. Ahora lo tenemos para el
Nyse, en su versión clásica y en su versión reformada. Y eso es lo
“tradicional” en la forma de mirar este indicador.
Eso sí,
no hay alerta por Hindenburg Omen en mi propia versión. Ya saben que yo lo adapto todo a la suma del
Nyse y el
Nasdaq. Y en el caso del
Hindenburg Omen utilizo como referencia el
S&P 500 en lugar de cualquiera de los dos composites.
La Línea AD no confirma los máximos de los índices
En el gráfico, superpuesta al precio, se ve trazada en azul la
Línea AD del conjunto de
Wall Street. Está claro que no ha seguido la misma trayectoria del precio. Aclaro que, además, no lo ha hecho tampoco el
Nyse. Por tanto, quienes tomen esta referencia se van a encontrar con el mismo análisis.
Por supuesto, el
Nasdaq está peor aún. Ya sabemos que los pequeños valores del mercado americano, mayoritariamente listados en el
Nasdaq, está sufriendo mucho más que la clase media, más agrupada del
Nyse.
El Oscilador McClellan de Volumen sigue sin cruzarse al alza
Los dos índicadores inferiores son sendas versiones del
Oscilador McClellan. La superior es la calculada con los valores de
Wall Street y la inferior la calculada con el volumen.
Vemos que
no ha habido acuerdo entre los dos indicadores. El de valores superó el cero al alza lanzando su señal alcista. Y el de volumen rozó el cero pero se ha mantenido en todo momento por debajo de esta cota.
Suele ocurrir que a largo plazo lleva razón el indicador de valores y a corto plazo ocurre lo que anticipa el de volumen. Y con un
Hindenburg Omen activado y una
divergencia en la Línea AD…
No cuesta nada colocar un stop por si acaso
Mis sistemas, los que ahora mismo tengo comprados, llevan incorporados sus propios gestores de
stops. En el gráfico se pueden ver unos puntitos rojos que marcan los mínimos que no deben ser traspasados al cierre. Y un cambio de dirección me provocará un nuevo punto rojo como referencia.
Pero para quien no cuente con un sistema específico para gestionar los
stops, basta con
situar un stop en la zona de los 3.210 puntos. Que sea al tick o de cierre depende de los gustos y la atención que cada cual pueda prestar a su operativa.
Miguel Larrañaga