INDICE ECRI
Uno de los índices que los analistas consideran más fiable es el que semanalmente elabora ECRI (Instituto de Investigación del Ciclo Económico), una institución independiente de EE UU que, a través de sus análisis, intenta predecir no sólo los cambios futuros en la dirección de la economía sino el momento en que se van a producir.
A principios de diciembre, el cofundador del índice, Lakshman Achuthan, explicó que
el ECRI sigue marcando una alta probabilidad de recesión en EE UU, lo que ha levantado alguna ampolla en los círculos financieros hasta el punto de ser cuestionado. La lectura del ECRI se basa en indicadores macroeconómicos y ahora da una probabilidad de recesión cercana al 60%, la cifra más alta desde mediados de 2009.
FLETES MARÍTIMOS
El índice Baltic Dry Index (BDI) cuenta también con muchos seguidores. Fue creado en 1744 y refleja la contratación de fletes marítimos de carga seca de las 26 principales líneas marítimas mundiales. El índice valora el precio del transporte por mar de las principales materias primas (carbón, hierro y granos) y señala la cantidad de contratos de envío que se cierran.
El BDI se considera un indicador adelantado de la economía y una brusca caída como la actual suele considerarse como indicativa de recesión a nivel global; se transporta menos y los precios bajan para poder competir. Sin embargo, al igual que ocurrió en diciembre de 2008, algunos expertos creen que su desplome obedece ahora a un exceso de barcos y a una fluida demanda más que a una calamitosa caída del comercio.
Según reza la teoría,
las divergencias entre el índice y la Bolsa indican cambios en el rumbo de los mercados. Si la Bolsa cae y el BDI sube, lo más probable es que la tendencia del mercado sea alcista y viceversa…, con permiso de los armadores.
INDICE DE LA HAMBURGUESA
También
The Economist elabora el índice Big Mac, que se basa en la teoría de la
paridad de poder adquisitivo según la cual, a largo plazo, los tipos de cambio deberían ajustarse hasta igualar el precio de una cesta de bienes y servicios en diferentes países. Entre aquellos, figura una hamburguesa del McDonalds, la Big Mac, cuyo precio en todo el mundo se compara a la media estadounidense.
La revista inglesa utiliza la hamburguesa desde 1986 para elaborar su índice y ofrecer una aproximación al grado de devaluación o revaluación de las monedas. El índice se basa en la noción de que un mismo producto debería costar lo mismo en todos los países. Es decir, un dólar debería tener el mismo poder adquisitivo en cualquier parte del mundo.
LOS PINTALABIOS
El turno esta vez es para el presidente de Estée Lauder Companies, Leonard Lauder, quien después de los ataques terroristas del 11-S comprobó que
suempresa vendía más pintalabios, sobre todo de color rojo, de lo usual. Así creó la teoría de que se podía
calibrar la situación de la economía dependiendo del nivel de compras de barras de labios.
Un hecho comprobado es que antes y durante una crisis económica la gente deja de comprar artículos de lujo para sustituirlos por otros más baratos. Es más, incluso algunas grandes marcas de cosméticos, como Elena Rubinstein, se forjaron a partir de las guerras mundiales.
El índice tiene en cuenta las cifras de ventas, pero también el color de los pintalabios para determinar la profundidad de la crisis. En las recesiones de los años 80, 90 y 2000, el sector europeo de productos personales superó a la Bolsa casi en un 100%. Ahora, la rebasa en torno al 40%.
EL LARGO DE LA FALDA
En los años 20, el economista George Taylor relacionó el largo de la falta con los mercados bursátiles con la creencia de que
la Bolsa es alcista cuando la moda es llevar la falda por encima de las rodillas y al revés. En los “locos años 20” predominaban las faldas cortas, pero con el crack del 29 se alargaron hasta los talones.
Con la segunda Guerra Mundial, la historia se repite y, más recientemente, en la década de los 60 se pusieron de moda las minifaldas para volver a aumentar la largura de la prenda con la crisis de los 70. Ahora las tendencias en el vestir varían con mayor rapidez, incluso no hay un largo de falta estándar, se usan todos a la vez. Por eso, este indicador pionero ha caído un poco en desuso.
LOS MÁS CURIOSOS
Existen otros índices parecidos como el basado en las
ventas de ropa interior masculina. El razonamiento de este indicador es que los hombres ven la ropa interior como un artículo de necesidad, por lo que sus ventas deben ser constantes salvo en una severa recesión económica, cuando se esperan más tiempo para comprar nuevas prendas.
Y lo mismo ocurre con las
corbatas, ya que en época de crisis su venta suele dispararse porque los hombres las utilizan más para aparentar que trabajan duro y para buscar empleo. Además, el color de las corbatas indica el estado anímico: colores más brillantes en épocas alcistas y más apagados en épocas bajistas.
El número de personas que trabajan como camareros también se usa para saber el estado por el que atraviesa la economía, ya que la teoría económica tradicional sostiene que el empleo es un indicador adelantado. Por ello nació el
índice de las camareras calientes (Hot Waitress Index) según el cual, en épocas de vacas flacas este tipo de trabajo resulta más difícil de encontrar, a la vez que en los locales se ven más personas atractivas sirviendo, aunque sea por un bajo sueldo.
El
cambio de pañales también se usa como indicador, debido a que en las crisis éste gasto es uno de los primeros que se reduce. Así, en EE UU a finales de 2011 el número de niños de dos años o menos había caído un 3%, mientras que las ventas de pañales bajaron tres veces más rápido. Al mismo tiempo, las ventas de pomadas para bebés aumentaron un 2,8%.
La
demanda de créditos blandos sería otro posible indicador económico. Los créditos han descendido siguiendo la recesión y esto puede ser una buena señal, puesto que en la industria financiera una menor demanda de préstamos puede significar un gasto más responsable por parte de los tenedores de los créditos y una economía más estable a largo plazo.
Por su parte,
The Wall Street Journal informó en su día de que las páginas web de funerarias y cementerios en EE UU mostraban un floreciente negocio de
venta de nichos y tumbas, muchos de los cuales pertenecieron a las familias durante generaciones. Según el periódico, con la llegada de los malos tiempos los propietarios optan por cambiarlos por dinero.
Un poco más morboso es un indicador que se sigue en Reino Unido y que constata, con los datos del Departamento de Transporte (DFT), que durante tres de las últimas cuatro recesiones, la cifra de muertos se eleva cuando los viajeros cambian el tren, metro y coche, por un medio mucho más económico de locomoción como la bicicleta.
En la primera mitad del año pasado,
el número de ciclistas muertos o gravemente heridos en las carreteras del país aumentó un 12% interanual, mientras que el de fallecidos entre los ocupantes de vehículos bajó un 21%, entre peatones descendió un 19% y entre motoristas, un 15%. Las muertes también se incrementaron en un 58% entre 1930 y 1935 y un 14% entre 1980 y 1984. Después de las recesiones de ambas décadas, el número de ciclistas fallecidos volvió a caer.
En la ciudad de Nueva York se observa con interés cómo proliferan los
taxistas con exceso de conocimientos y educación durante las crisis económicas, y cómo los
Marines estadounidenses suben de tono los anuncios de reclutamiento para intentar parar la avalancha de ciudadanos que quieren escapar del paro vía Ejército.
Otro “síndrome” curioso se produce al otro lado del Pacífico y tiene que ver con las peluquerías. Con la base de una encuesta entre 1.000 mujeres veinteañeras japonesas, el periodista del Nikkei, Kosuke Iwano, comparó los datos económicos con
el largo del pelo.
Así encontró que en 1990, el 60% de las encuestadas mantenían en pelo largo o semi largo. Pero en 1997, cuando la economía nipona comenzaba a flaquear, más de la mitad lucía pelo corto o media melena por primera vez. En 1998, Japón fue pasto de las quiebras financieras. A principios de 2008, cuando el país gozaba de su racha más larga de crecimiento económico desde la posguerra, el 80% de las mujeres llevaba el pelo largo o semi largo.Mucho más simples son los indicadores que dicen que cuanto más rápido te ofrecen descuentos los
vendedores de coches, más débil se encuentra la economía, que la utilización de los
cupones descuento se dispara con las crisis o que los restaurantes reducen el número de
juguetes y revistas para colorear que entregan a los niños para tenerlos entretenidos a fin de proteger sus márgenes de beneficio.
Está también el de los
contratistas, según el cual si el albañil, fontanero o electricista te atiende en 24 horas estamos en recesión y si te llaman ellos ofreciendo su trabajo, en depresión.