silviaperez
Si es la primera vez que te encuentras con una de nuestras acompañantes de Barcelona, puede que estés sufriendo los nervios de la "primera cita", pero ¿te has parado a pensar en cómo se puede sentir esa joven y bonita acompañante con la que te encuentras? Esta puede ser su primera vez también. Aunque la mayoría de nuestros acompañantes pueden parecer seguros y confiados por fuera, pueden estar tan nerviosos como usted por dentro. Para saber más acerca de los encuentros por primera vez desde el punto de vista de un escort, algunos de nuestras chicas de luxuryescortsbarcelona.com revelan cómo se iniciaron en el negocio de los escorts y cómo se sintieron en su primer encuentro.
Encuentro con un hombre de negocios mayor
"Aunque ya llevo más de seis meses en Barcelona, sólo recientemente he empezado a ofrecer servicios de acompañantes como una forma de complementar mis ingresos. Algunos de mis amigos se habían convertido en acompañantes y me dijeron que podía ganar un buen dinero y pasarlo bien mientras lo hacía. Mi primer cliente me pidió que me reuniera con él en un hotel del West End para tomar una copa. Llegué al bar y lo encontré ya esperándome. Ya había pasado por el escenario tantas veces en mi cabeza, pero realmente no sabía qué esperar, así que me sorprendió gratamente encontrar que aunque era más viejo de lo que había imaginado, estaba muy bien vestido, inmaculadamente arreglado, y tenía una forma de hacerme sentir a gusto desde el principio. Mientras sorbía mi bebida, mis nervios iniciales comenzaron a desaparecer un poco, aunque todavía tenía la sensación de que todos en el bar sabían exactamente por qué estaba allí.
Después de unos 15 minutos sugirió que subiéramos a su habitación. Asentí con la cabeza. Mi boca se había secado de repente y no pude hacer que dijera la palabra 'sí'. Él abrió el camino y yo lo seguí, con la cabeza llena de pensamientos de si estaba haciendo lo correcto. Tan pronto como entramos en su habitación, me llevó hacia él y me besó. Sus labios eran cálidos y firmes y sabía al alcohol que acababa de beber. Sentí mis brazos desnudos presionados contra la fina lana de su chaqueta y pude sentir mi corazón literalmente estallando a través del fino vestido de seda que llevaba puesto. También pude sentir su erección a medida que me acercaba a él. Después de besarnos por unos minutos, se apartó y me pidió que me desnudara. Siempre he estado orgullosa de mi cuerpo y trabajo duro en el gimnasio para mantenerme en forma, por lo que no estaba para nada nerviosa por quitarme la ropa. También parecía que el vino que había tomado antes, combinado con su obvio deseo y excitación, había liberado mis inhibiciones, así que hice lo que pensé que era un striptease sexy para él.
Encuentro con un hombre de negocios mayor
"Aunque ya llevo más de seis meses en Barcelona, sólo recientemente he empezado a ofrecer servicios de acompañantes como una forma de complementar mis ingresos. Algunos de mis amigos se habían convertido en acompañantes y me dijeron que podía ganar un buen dinero y pasarlo bien mientras lo hacía. Mi primer cliente me pidió que me reuniera con él en un hotel del West End para tomar una copa. Llegué al bar y lo encontré ya esperándome. Ya había pasado por el escenario tantas veces en mi cabeza, pero realmente no sabía qué esperar, así que me sorprendió gratamente encontrar que aunque era más viejo de lo que había imaginado, estaba muy bien vestido, inmaculadamente arreglado, y tenía una forma de hacerme sentir a gusto desde el principio. Mientras sorbía mi bebida, mis nervios iniciales comenzaron a desaparecer un poco, aunque todavía tenía la sensación de que todos en el bar sabían exactamente por qué estaba allí.
Después de unos 15 minutos sugirió que subiéramos a su habitación. Asentí con la cabeza. Mi boca se había secado de repente y no pude hacer que dijera la palabra 'sí'. Él abrió el camino y yo lo seguí, con la cabeza llena de pensamientos de si estaba haciendo lo correcto. Tan pronto como entramos en su habitación, me llevó hacia él y me besó. Sus labios eran cálidos y firmes y sabía al alcohol que acababa de beber. Sentí mis brazos desnudos presionados contra la fina lana de su chaqueta y pude sentir mi corazón literalmente estallando a través del fino vestido de seda que llevaba puesto. También pude sentir su erección a medida que me acercaba a él. Después de besarnos por unos minutos, se apartó y me pidió que me desnudara. Siempre he estado orgullosa de mi cuerpo y trabajo duro en el gimnasio para mantenerme en forma, por lo que no estaba para nada nerviosa por quitarme la ropa. También parecía que el vino que había tomado antes, combinado con su obvio deseo y excitación, había liberado mis inhibiciones, así que hice lo que pensé que era un striptease sexy para él.