Pedro Sánchez ha prometido demasiado ...

Pedro Sánchez ha vendido su alma al diablo …
Pedro Sánchez no ha hecho nada de nada. Se montó una gran imagen electoral con su gobierno feminista de ministras y ministros … eso sí, subiendo el precio del gasoil a los ciudadanos para que contaminen menos y anunciando que quiere prohibir la venta (y matriculación) de coches gasolina, diésel e híbridos para 2040.
¿Se acuerdan de aquello de prometer hasta meter? …
Al final, el famoso “impuesto a la banca” para financiar las pensiones se ha quedado en “agua de borrajas” … y tampoco ha hecho pública la lista de defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal, como prometió Pedro Sánchez cuando estaba en la oposición.
Parece que todo sigue, maquillado por Pedro Sánchez, como estaba.
“La agricultura se ve fácil cuando el arado es un lápiz y se está a mil millas del campo de maíz” ... (Eisenhower)
Pedro Sánchez se puso la meta de la transparencia y de la limpieza contra la corrupción. Y las dimisiones de Máxim Huerta y de Carmen Montón, unidas a la imputación del titular de Agricultura, Luis Planas, y las grabaciones del comisario Villarejo a Dolores Delgado, la ministra de justicia llamando maricón al juez Marlaska, nos dan una dimensión de su talante, y, como colofón, la interesante situación fiscal de Pedro Duque, han dejado una imagen muy negativa sobre la honestidad socialista. Sin hablar de las bombas vendidas a Arabia …
Ya saben cómo vive ahora Felipe González (el de los mítines con chaqueta de pana), y muchos otros socialistas de pro, sin mentar a los “barones” socialistas … ¡Pedro se sube al carro!
En España seguirán pagando los de siempre, directa o indirectamente, los ciudadanos.
“Todo aquel que aspira al poder ya ha vendido su alma al diablo.”
(Johann Wolfgang von Goethe)
Y Pedro Sánchez ha querido pactar y prometer de todo a Tirios y Troyanos para subir al poder, viajar más de 60.000 km para dar una imagen de gran estadista internacional y preparar su campaña electoral para las elecciones que le han obligado a convocar …
Cuentan que en un pueblecito de Cádiz. existía una Cofradía conocida como el Rosario de la Aurora. Sus componentes salían en procesión de madrugada, rezando el rosario a la luz de un farol. Pero, a esas horas, muchos eran los cofrades y muchos los juerguistas. Y hubo una madrugada en que se enfrentaron de tal manera que la cosa acabó a tortas...
¡Y está claro que esto va a acabar como el Rosario de la Aurora!

Mark de Zabaleta
 
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