La infancia del niño que se convirtió en dictador y quiere bombardear al mundo

Johngo

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En mayo de 2001, la historia de Corea del Norte alteró su curso cuando Kim Jong Nam, el hijo mayor del entonces Líder Supremo norcoreano, Kim Jong Il, fue aprehendido por las autoridades japonesas de inmigración cuando intentaba ingresar al país con un pasaporte falso de la República Dominicana. Tras ser interrogado por los agentes migratorios, Jong Nam admitió su identidad y afirmó que simplemente intentaba visitar Disneyland.

Fue entonces masivamente divulgado que este incidente llevó a una pelea entre el joven y su padre, Kim Jong Il, aunque los verdaderos motivos detrás del deterioro de su relación no se conocen (los miembros de la familia Kim usaban frecuentemente identidades falsas cuando viajaban al exterior).

Cuando alrededor del año 2008 Kim Jong Il finalmente decidió que Kim Jong Un, su hijo menor, sería su sucesor, el joven era el menos conocido de todos sus hijos en el mundo exterior y poco o nada se sabía de su vida.

Tal es la falta de certeza sobre Jong Un, que ni siquiera está confirmada su fecha de nacimiento. Vagamente se dice que fue entre 1982 y 1984, y aunque no se puede corroborar, varias fuentes citan el 8 de enero de 1983 como el día de su cumpleaños. Si hemos de creerle a las publicaciones oficiales de Corea del Norte, habría pasado su juventud como militar incógnito dentro del Ejército Popular de Corea. En realidad, pasó su adolescencia en Suiza, donde asistió a un colegio internacional caro en Berna, la capital del país, llamado International School of Berne (ISBerne). Hoy, la misma secundaria cuesta alrededor de USD 20.000 por año.

Podemos presumir que durante estos años aprendió a hablar en inglés, quizá un poco de alemán y que también adquirió alguna idea de cómo funciona el mundo occidental. Sin embargo, algunos compañeros de Kim de aquella época lo recuerdan como "un niño algo tímido a quien le encantaba la pizza y disfrutaba de ver deportes en la televisión", según registra Andrei Lankov, autor de The Real North Korea (La verdadera Corea del Norte).

Lo cierto es que el futuro dictador no era un estudiante destacado en la prestigiosa escuela, por lo que cuando tenía 15 años, su padre decidió ahorrar su dinero y lo cambió a un colegio público en el municipio de Köniz llamado Liebefeld Steinhölzli.

Vistiendo un jersey de los Chicago Bulls, jeans y un par de zapatillas Nike, fue presentado ante sus compañeros como "Un Pak", el hijo de un diplomático asiático. El primer día de clases se sentó al lado de un portugués llamado João Micaelo, que hoy trabaja de chef.

Se fue sin obtener ningún resultado en los exámenes. Estaba mucho más interesado en el fútbol y el baloncesto

"Un se esforzó para expresarse, pero él no era muy bueno hablando alemán y se ponía nervioso cuando le pedían dar las respuestas a algún problema. Los maestros lo veían en aprietos y avergonzado y luego seguían con la clase. Lo dejaban en paz", recuerda Micaelo.

"Se fue sin obtener ningún resultado de sus exámenes. Estaba mucho más interesado en el fútbol y el baloncesto que en las clases".

Por otro lado, el chef también recuerda la vida excéntrica de su amigo de la infancia, que vivía en un apartamento grande en una zona residencial cerca del colegio. "Pasábamos casi todas las tardes juntos. A menudo me invitaba a su casa a comer. Tenía un chef privado que cocinaba lo que quisiera", le dijo a The Sunday Telegraph en una entrevista. "Estaba rodeado de los mejores productos que el resto de los niños no podíamos pagar: televisores, grabadoras de video, una PlayStation de Sony. Tenía un cocinero, un conductor, un profesor privado", agregó.

Según el mismo portugués, Kim se divertía mirando películas de Jackie Chan, de James Bond, o jugando al baloncesto, pero no le interesaban las chicas y demostraba cierta nostalgia por Corea del Norte. "Los fines de semana había fiestas con mucho consumo de menores de edad. Pero nunca vi una gota de alcohol pasar por sus labios y no estaba interesado en las chicas. Raramente hablaba de su vida en la 'patria,' pero yo sabía que tenía cierta nostalgia. En su estéreo solo escuchaba canciones norcoreanas, especialmente el himno nacional. La música occidental no era suficiente para él".

Más allá de su abstinencia y nostalgia, una anécdota en particular que relata un ex compañero que solía jugar al básquet con "Un Pak", Marco Imhof, podría interesarle a los analistas que intentan comprender el temperamento del dictador que hoy amenaza casi diariamente con bombardear al mundo. "Recuerdo que una vez nos dieron unos espaguetis para comer que fueron servidos bastante fríos, y le habló a los sirvientes de una manera bastante brusca", dijo Imhof. "Me sorprendió porque no era como él normalmente era".

En el año 2000, Kim Jong Un regresó repentinamente a su país natal para recibir entrenamiento particular en la Universidad de Kim Il Sung. Allí estudió hasta 2007. Un año después, su padre sufrió un derrame cerebral que lo obligó a apresurar la designación de su sucesor. Ya en el año 2009, el nombre del "Joven General Kim" o el "General de Cuatro Estrellas" fue introducido en la sociedad norcoreana, y fue cada vez más evidente que el más joven de los hijos de Jong Il estaba siendo preparado para ser el próximo líder del país.

El 19 de diciembre de 2011, los norcoreanos amanecieron con la noticia de que su Líder Supremo había muerto luego de 17 años en el poder. Kim Jong Un fue declarado el nuevo líder casi inmediatamente. En su Líder Supremo había muerto luego de 17 años en el poder. Kim Jong Un fue declarado el nuevo líder casi inmediatamente. En su primer comunicado al mundo, el 30 de diciembre, el joven dictador afirmó: "Declaramos solemnemente y con confianza que los políticos insensatos de todo el mundo, incluyendo al gobierno títere de Corea del Sur, no deben esperar ningún cambio de nosotros".

Después de casi seis años en el poder, Corea del Norte ha mantenido esencialmente la misma estructura, pero Kim Jong Un, quizá más temperamental que sus antecesores, no ha eludido la oportunidad de aterrorizar al mundo con su destrucción.

Como el joven dictador en su infancia, en la que vivió una vida apartada en los palacios de la familia Kim -a excepción de su breve estancia en Suiza-, Corea del Norte vive el progresivo aislamiento a medida que el heredero aumenta su poder nuclear y agrava su amenaza a la seguridad mundial.
 
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