Hilo del TLCAN

Johngo

Well-Known Member
Dentro del plan para los primeros 100 días de su gobierno, Donald Trump estableció cuatro asuntos clave en materia comercial: su intención de renegociar o salir del Tratado de Libre Comercio (TLCAN); la salida de los Estados Unidos del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP en inglés); designar a China como un país manipulador de divisas; identificar los “abusos de comercio exterior que injustamente afectan a los trabajadores estadounidenses” y poner un fin inmediato a ellos.


Estos objetivos, además de demostrar el deseo de establecer políticas proteccionistas debido a la existencia de un sentimiento antiglobalización, que ya es una tendencia mundial, podrían resultar contraproducentes para los intereses económicos estadounidenses. Si bien es cierto que una renegociación o la salida de los Estados Unidos del TLCAN dañaría más a México y a Canadá, también tendría repercusiones para la economía estadunidense, precisamente la cual Trump busca defender.

En caso de renegociar las condiciones del TLCAN, cualquier aumento arancelario de los Estados Unidos debería ser igualado por sus socios comerciales –aunque está pendiente la posición que tome nuestro gobierno al respecto–. Con ello, los insumos serían más costosos debido al nivel de integración de las cadenas productivas existentes en América del Norte. Además, hay que considerar un incremento salarial; los salarios que paguen las empresas estadounidenses seguramente serán mayores a los que actualmente se pagan en las maquilas mexicanas, por ejemplo, o en las fábricas chinas. Esto puede y debe asumirse, a pesar de las declaraciones encontradas de Trump sobre el nivel del salario mínimo federal y su posible eliminación.1

Lo anterior podría afectar a las industrias, a los consumidores estadunidenses y al nivel de su poder adquisitivo. Además, un incremento en los costos llevaría a un aumento de los precios de las exportaciones estadunidenses, con lo cual perderían competitividad a nivel internacional. Esto resulta incluso más relevante si se considera que el grueso de las exportaciones de los Estados Unidos tienen como destino a México y Canadá (datos de 2015).

Está por verse si las reformas fiscales que promete Trump, algunas para implementarse durante sus primeros 100 días de gobierno –una reducción del 35% para las familias de clase media con dos hijos, un impuesto del 15% para las empresas, entre otras– podrían mitigar los efectos nocivos de la política comercial proteccionista que propone.

Asimismo, tampoco debe olvidarse que tal vez no le resulta atractivo a las empresas estadounidenses radicadas en el extranjero cubrir los costos de traslado al suelo estadunidense. Esto no solo implica un cambio en su ubicación geográfica sino los costos de producción, los cuales podrían llegar a ser equivalentes, o tal vez mayores, a pesar del arancel del 35% que Trump pretende imponerles. Cada empresa deberá hacer sus cuentas. Podría darse el caso de que las políticas de Trump no motiven a las empresas a regresar al territorio nacional.

Salida de Estados Unidos del TPP

Además de la renegociación o salida del TLCAN, Trump ha propuesto la salida inmediata de los Estados Unidos del TPP, lo cual también podría ser contraproducente para la economía del país. El ingreso y el impulso del TPP por parte de la administración de Barack Obama debe entenderse como un esfuerzo para renegociar el TLCAN sin hacerlo como tal, actualizando las normas que actualmente rigen el comercio internacional. Este acuerdo engloba a una mayor cantidad de países de la cuenca del Pacífico que el TLCAN, lo que se traduce en nuevos mercados, establece nuevas disposiciones relativas al comercio exterior y a las inversiones y endurece otras contempladas vagamente en tratados de libre comercio anteriores, que de por si son favorables, en la mayoría de los casos, a los intereses estadounidenses.

De acuerdo con un estudio elaborado por el Peterson Institute for International Economicsen 2016, el gran ganador del TPP sería Estados Unidos.2 Este informe, el cual es un modelo económico elaborado por Peter A. Petri y Michael G. Plummer, basado en proyecciones para el año 2030, estima que el TPP aumentaría los ingresos reales anuales de los Estados Unidos en 131 mil millones de dólares o en un 0.5% de su PIB, al tiempo que las exportaciones aumentarían a un nivel anual del 9.1%, lo que equivale a 357 mil millones de dólares. Todo esto no implica que no hubiera existido un impacto a nivel laboral –el estudio contempla la afectación de 53,700 empleos– el cual podría ser mitigado con políticas públicas encargadas de capacitar a las personas afectadas en diferentes sectores productivos o en nuevas actividades, especialmente en las relacionadas a la innovación y desarrollo. Sin embargo, debido a que el principal propósito es establecer una política comercial proteccionista este argumento carece de valor.

De acuerdo con un análisis del Brookings Institute, sí Estados Unidos sale del TPP –renegociarlo no ha sido opción hasta la fecha- se limitaría su poder de negociación en nuevos acuerdos comerciales bilaterales, estrategia que pretende emprender Trump.3 Ello podría afectar el beneficio de dichos acuerdos y terminar afectando a la economía estadounidense. Además, los Estados Unidos perderían presencia en Asia-Pacífico y en la creación de nuevas reglas para el comercio internacional y la inversión.

Por si fuera poco, China se establecería como el líder económico en la región a través del Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP en inglés) –acuerdo comercial regional liderado por China, país que ya declaró buscará acelerar su implementación. Esto podría llevar a que los exportadores estadounidenses enfrenten una desventaja competitiva en la región de mayor crecimiento en el mundo.

Asimismo, vale la pena mencionar, como bien lo hace el Brookings Institute, que sí Trump quiere reducir la ventaja comercial y económica que China ha ganado durante los últimos años, la implementación del TPP sería la mejor forma de hacerlo. El TPP le otorga la oportunidad a los Estados Unidos de ingresar a varios mercados asiáticos con un preferencia comercial, en los cuales tradicionalmente China ha contado con una presencia importante. Además, en caso de que China y Estados Unidos iniciaran una guerra comercial, la misma se traduciría en un aumento de precios para los consumidores estadounidenses, lo que impactaría su nivel adquisitivo, especialmente el de aquellos que dieron su voto a Trump, así como la variedad de productos existentes.

Si bien proteger la economía nacional es algo que todo gobernante debe buscar, no parece claro que una política comercial proteccionista como la que impulsa Trump sea la mejor manera de hacerlo, aún cuando proponga ciertas medidas para impulsar la economía, como las reducciones impositivas. En especial, en un mundo irreversiblemente globalizado.

Por Greta Bucher licenciada en Relaciones Internacionales con Honores por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México y maestra en Estudios de Asia y África con especialidad en China por el Colegio de México.

1 The Washington Post publicó una guía sobre las diferentes posturas que Trump ha tomado respecto al salario mínimo durante su campaña –disminuirlo ya que lo consideraba demasiado alto lo cual, señaló, afectaba la competitividad del país; aumentarlo para beneficiar a los trabajadores; y, más recientemente, eliminarlo para que cada Estado de la Federación lo establezca según considere pertinente. Michelle Ye Hee Lee, “A guide to all of Donald Trump’s flip-flops on the minimum wage”, The Washington Post, 3 de agosto de 2016. Consultado el 15 de noviembre de 2016.

2 Peter A. Petri y Michael G. Plummer, “The Economic Effects of the Trans-Pacific Partnership: New Estimates”, Peterson Institute for Internacional Economics, enero 2016, consultado el 26 de enero de 2016.

3 Joshua P. Meltzer, “Trump, trade, and security: A way forward”, Brookings Institute, 14 de noviembre de 2016. Consultado el 16 de noviembre de 2016.

Nexos en línea (México)
 
Última edición por un moderador:

droblo

Administrator
El presidente Donald Trump prometió el lunes impulsar el sector manufacturero de Estados Unidos mediante una disminución del déficit comercial con México, que alcanza 64.000 millones de dólares.

?Ya no vamos a permitir que otras naciones rompan las reglas, roben nuestros empleos y drenen nuestra riqueza?, afirmó el mandatario durante un evento en la Casa Blanca en la que exhibió productos fabricados en los 50 estados del país, desde un camión de bomberos hasta un bate de béisbol.

Poco después de las declaraciones de Trump, la oficina del representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, difundió un informe de 18 páginas con sus objetivos para la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México, el cual entró en vigor en 1994.

Además de reducir el déficit comercial, el gobierno de Trump quiere incluir en el acuerdo un capítulo sobre economía digital, fortalecer las obligaciones en materia ambiental y laboral, y enmendar las reglas de origen para que un volumen mayor del intercambio sea de productos de Estados Unidos y América del Norte.

La Casa Blanca puso el énfasis en el comercio después de que otros temas planteados durante semanas, como la energía, capacitación laboral e infraestructura, no suscitaran mucho interés debido a que la atención se ha centrado en las pesquisas relacionadas con Rusia.

Trump se tomó su tiempo para ver los productos expuestos en la Casa Blanca: se puso un sombrero vaquero fabricado en Texas; sujetó un bate de béisbol hecho en Luisiana, e incluso subió a la cabina de un camión de bomberos construido en Wisconsin. ?¿Dónde está el incendio? ¿Dónde está el incendio? ¡Hay que apagarlo rápido!?, afirmó

Los nuevos objetivos del TLCAN, un requisito para comenzar las negociaciones sobre la actualización del acuerdo en los próximos 30 días, contienen los primeros puntos específicos del gobierno de Trump.

Los partidarios del TLCAN afirman que el tratado permitió a las compañías vender a mejores precios sus productos, desde vehículos hasta aspiradoras, en beneficio de muchos consumidores estadounidenses.

El presidente señaló que solo busca la igualdad de condiciones para las compañías y los trabajadores estadounidenses, aunque ?si esas condiciones se inclinan un poco hacia nosotros, yo también las aceptaría?.

Pero el presidente tiene un discurso ambiguo respecto del comercio global. Su marca de ropa era elaborada por trabajadores con bajos salarios en el extranjero, y lo mismo ocurre con la línea de modas de su hija Ivanka Trump.

Al día de hoy, la firma de Ivanka Trump continúa fabricando sus productos en el extranjero. Su abogada, Jamie Gorelock, dijo el lunes en un comunicado que la hija del presidente ?ha renunciado a la compañía, no controla las operaciones de la firma, y se le ha dicho que no puede solicitar al gobierno actuar en un asunto que implique la marca en ninguna manera, lo que limita su capacidad de intervenir personalmente?.

Trump ha dicho que los déficits comerciales son un obstáculo para la economía estadounidense porque envían dinero al exterior. Pero el balance negativo del país disminuyó de 762.000 millones de dólares en 2006 a 505.000 millones en 2016, debido principalmente a que los estadounidenses redujeron su consumo durante la Gran Recesión.

El gobierno de Trump examina múltiples casos de comercio sobre productos particulares y sopesa la imposición de aranceles y cuotas al acero extranjero con la expectativa de reducir la producción en China, aun cuando ese país representa una fracción de las importaciones siderúrgicas estadounidenses.

El gobierno de México dijo en un comunicado que los objetivos del gobierno de Estados Unidos sobre el TLCAN darán mayor claridad a las negociaciones.

Chrystia Freeland, la ministra canadiense de relaciones exteriores, aseguró que ?el TLCAN sustenta millones de empleos de la clase media? en América del Norte, y que Canadá recibe con agrado la oportunidad de integrar ?propuestas progresistas, amplias y justas? al pacto.

A pesar del informe, no queda perfectamente claro cómo Trump renegociará el TLCAN para reducir los déficits comerciales de Estados Unidos, dijo Phil Levy, miembro prominente del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales y profesor de negocios en la Universidad Northwestern.

?No hay detalles?, señaló Levy. ?No hay nada ahí para que uno pudiera decir ?así es como eliminaremos el déficit comercial??.

Cuando el TLCAN entró en vigor en 1994, Estados Unidos tenía un pequeño superávit comercial con México y un pequeño déficit con Canadá. Pero los déficits comerciales estadounidenses aumentaron después.

En 2016, Estados Unidos tuvo un saldo comercial negativo con México de 64.000 millones de dólares, y con Canadá, de casi 11.000 millones. Ninguno de esos déficits se aproxima a sus niveles históricos. Estados Unidos tuvo su mayor déficit comercial con Canadá en 2008 y con México en 2007, cuando alcanzó casi 75.000 millones de dólares
 

droblo

Administrator
El presidente Donald Trump acusó el domingo a México y Canadá de ser "muy difíciles" en la mesa de negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y amenazó de nuevo con retirar a Estados unidos del acuerdo.

Trump tuiteó el domingo por la mañana que el TLCAN es el "peor acuerdo comercial jamás hecho".

Durante un mitin público días atrás en Phoenix, Trump dijo que "probablemente terminará poniendo fin" al TLCAN "en algún momento".

A principios de mes, los representantes de Estados Unidos, México y Canadá iniciaron negociaciones formales para reelaborar el pacto comercial de 23 años de antigüedad, que según Trump ha sido el culpable de que cientos de miles de empleos estadounidenses se hayan perdido en las fábricas de su país.

Trump también recurrió a Twitter para insistir en la necesidad de que Estados Unidos erija un muro en su frontera sur. El presidente de Estados Unidos escribió que México pagará al final por el muro "a través de reembolsos/otra forma". México ha dicho repetidamente que no hay posibilidad de que eso suceda.

En la actualidad, la frontera de Estados Unidos con México tiene 1.052 kilómetros (654 millas) de valla fronteriza, equivalente a un tercio de lo que mide la Gran Muralla China. Cerca de la mitad de esa valla está en la frontera de Arizona con México.
 

droblo

Administrator
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte ha existido por 23 años, pero cada día hay más dudas de que cumpla otro año.

El presidente de Estados Unidos Donald Trump ha amenazado con retirar al país del acuerdo si no consigue lo que quiere en las renegociaciones.

Pero lo que Trump quiere _que se produzcan más autopartes en Estados Unidos y se otorguen más contratos gubernamentales a empresas estadounidenses, entre otras cosas_ probablemente sea inaceptable para los otros dos socios del TLCAN: México y Canadá.

La cuarta ronda de negociaciones del tratado comenzó el miércoles en Arlington, Virginia. Como señal de lo difícil que podrían ponerse las cosas, los países extendieron dos días más las negociaciones, hasta el martes.

“¿Qué es lo que el gobierno va a hacer? ¿Serán pacientes y analizarán todo esto?”, cuestionó Phil Levy, alto miembro del Consejo de Chicago sobre Asuntos Mundiales. “¿O tomarán esto como pretexto para decir: ‘Tratamos de negociar pero no funcionó’? ¿Ahora necesitamos salirnos de esto?’”.

Salirse el tratado parece ser el escenario preferido de Trump. Durante su campaña presidencial en 2016, calificó al TLCAN como un desastre que acababa con los empleos estadounidenses. En una entrevista con la revista Forbes publicada el martes, el mandatario dijo: “Pienso que el TLCAN tendrá que rescindirse para que podamos hacer algo bueno. De otra forma, no creo que puedas negociar un buen acuerdo”.

Phil Levy piensa que la probabilidad de que el TLCAN sobreviva es de menos del 50%.

Terminar con el TLCAN sacudiría a todo el continente. Los granjeros estadounidenses dependen del mercado mexicano. Los fabricantes han construido complicadas cadenas de suministro que cruzan las fronteras de Norteamérica. Los consumidores se han visto beneficiados por los precios más bajos.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte eliminó la mayoría de las barreras comerciales en Estados Unidos, Canadá y México. Sin embargo, los críticos dicen que el tratado envió cientos de miles de empleos manufactureros a México, donde las compañías aprovecharon los bajos salarios.

Antes de que las renegociaciones comenzaran en agosto, muchos grupos empresariales y del sector agropecuario esperaban que el gobierno de Trump se conformara con ajustar el acuerdo comercial, actualizándolo _por ejemplo_ para reflejar el aumento del comercio electrónico. Pero el representante comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer afirmó desde el inicio que su país no estaría satisfecho con nada que no fuera una reforma integral.

Así que el gobierno estadounidense ha buscado garantizar más producción automotriz en su país y que más contratos gubernamentales en el bloque del TLCAN vayan a las empresas de Estados Unidos. También pretende que el tratado caduque a menos que los países acuerden actualizarlo cada pocos años, y descartar un proceso de resolución de disputas.

Tales propuestas son vistas por Canadá y México como suicidas.

Durante una visita a Washington el miércoles, el primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo a reporteros que cree que “es muy importante y muy posible conseguir un (acuerdo) ganar-ganar-ganar” en las renegociaciones del TLCAN.

Pero reconoció que “debemos estar listos para cualquier cosa, y lo estamos”.

Los negociadores están bajo presión para llegar a un acuerdo este año, antes de que las elecciones presidenciales en México y las elecciones generales en Estados Unidos incrementen la tensión política en 2018.

“El gobierno se impuso la tarea de hacer una revisión realmente radical y terminarla para Navidad”, dijo Levy, quien fue asesor comercial del presidente George W. Bush. “No me sorprende que el embajador Lighthizer no haya podido hallarle la cuadratura al círculo”, agregó.

Gary Hufbauer, del Instituto Peterson de Comercio Internacional, dijo que Trump “muy probablemente” tiene la autoridad legal de retirarse del TLCAN si las negociaciones colapsan. Pero el Congreso puede refutar la decisión. Los legisladores pueden aprobar una resolución para requerir que el presidente reciba autorización del Congreso antes de recurrir a la cláusula del tratado que permite que los países se retiren. También podrían amenazar con bloquear la agenda del presidente a menos de consiga aprobación del Congreso para retirarse.

Si Estados Unidos abandona el TLCAN, las barreras comerciales en Canadá y México podrían volver a colocarse. Algunos aranceles no subirían significativamente. Pero los aranceles sobre muchos productos agrícolas estadounidenses pueden subir hasta 37% en el caso del maíz, para poner un ejemplo, de acuerdo con Caroline Freund, del Instituto Peterson.

Por esa razón, muchos grupos agrícolas y legisladores de estados agrícolas han exhortado al gobierno a “no hacer daño” en las renegociaciones del TLCAN.

Daniel Ujczo, abogado comercial para la compañía Dickinson Wright PLLC, predijo que Canadá y México podrían pedir un tiempo muerto si Estados Unidos insiste en continuar con sus controvertidas propuestas.

“La estrategia tanto canadiense como mexicana será tomar una pausa”, dijo Ujczo, y “permitir que el proceso nacional estadounidense se desarrolle” para que los grupos empresariales y agrícolas, y muchos legisladores, alcen la voz para defender el tratado.

Los partidarios del TLCAN ya están alineándose. En un discurso el martes en la Ciudad de México, Thomas Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, prometió que “vamos a pelear hasta el final para proteger el acuerdo”.
 

droblo

Administrator
El presidente Enrique Peña Nieto y el primer ministro canadiense Justin Trudeau reafirmaron el miércoles su compromiso con una renegociación trilateral del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Durante una visita de estado de Trudeau a la Ciudad de México, los mandatarios evadieron los cuestionamientos sobre su reacción ante los comentarios que el presidente estadounidense Donald Trump hizo horas antes acerca de la posibilidad de que su nación busque acuerdos bilaterales si decide retirarse del TLCAN.

Trudeau admitió que “estamos en un contexto un tanto impredecible”, pero dijo que Canadá y México siguen creyendo que un acuerdo trilateral es la mejor forma de avanzar.

Peña Nieto restó importancia a las propuestas de Estados Unidos que México y Canadá consideran inaceptables, y señaló que se debería prestar menos atención a lo que se diga fuera de la mesa de negociaciones.

La cuarta ronda de conversaciones al respecto comenzó el miércoles en Washington.
 

droblo

Administrator
Altos funcionarios canadienses y mexicanos expresaron el miércoles su frustración con el actual escepticismo estadounidense sobre el libre comercio, afirmando que hay que tener presentes los beneficios para los tres países durante la actual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

El embajador canadiense en Estados Unidos, David MacNaughton, dijo durante una reunión de líderes empresariales y académicos en la Universidad Estatal de Arizona que se necesita un mejor mensaje para cambiar los temores de Estados Unidos.

Agregó que de esa manera, los tres países podrán trabajar con éxito en mejorar el TLCAN, firmado hace un cuarto de siglo. Dijo que los tres países deben reconocer que ganarán más al reducir los aranceles y otras barreras al comercio internacional.

“No hay nadie en el mundo que quiera que Estados Unidos tenga más éxito que Canadá, porque su prosperidad es nuestra prosperidad”, dijo MacNaughton. “Todos necesitamos arremangarnos y trabajar duro en esto.”

“Lo hace difícil si la actitud es de ‘No tenemos un trato justo y por lo tanto todos los cambios tienen que ser concesiones de las demás partes’“, dijo MacNaughton durante una entrevista breve después del panel, refiriéndose a la postura del gobierno de Estados Unidos sobre el TLCAN. “Necesitamos comunicar mejor los beneficios del comercio”, agregó.

El embajador Mario Chacón, director de la organización gubernamental ProMéxico, que promueve el comercio y la inversión extranjera, dijo al grupo que gran parte de la pérdida de empleos estadounidenses que según los políticos estadounidenses son culpa del libre comercio en realidad obedece a los cambios introducidos por la tecnología.

“Estamos perdiendo puestos de trabajo por los robots, por máquinas”, dijo Chacón, añadiendo que los países necesitan capacitar mejor a los trabajadores para nuevos puestos de trabajo en las economías en desarrollo.

Chacón dijo que el TLCAN será renegociado exitosamente sin importar quién gane las elecciones presidenciales de México este verano. Así como el presidente Donald Trump ha cuestionado si el TLCAN es beneficioso para Estados Unidos, el candidato presidencial izquierdista Andrés Manuel López Obrador ha criticado los tratados de libre comercio firmados por México, alegando que no ponen al pueblo mexicano en primer lugar.

Ni MacNaughton ni Chacón están involucrados directamente en las renegociaciones del TLCAN y no revelaron detalles sobre las conversaciones. Sin embargo, ambos expresaron su confianza en que se alcanzará un nuevo acuerdo a pesar de la política estadounidense y mexicana. Chacón recalcó que México tiene suficientes legisladores que apoyan el TLCAN, sin importar quién gane la presidencia.

“Tendremos un nuevo TLCAN más pronto que tarde”, dijo, y agregó que espera que las conversaciones concluyan al final del año.

Por la tarde, el encuestador conservador Frank Luntz dijo a los reunidos que el estado de ánimo actual dentro del Partido Republicano en contra del TLCAN ha existido desde hace 15 años, pero que “se convirtió en una avalancha cuando Donald Trump asumió el cargo”.

“Nunca pensé que los republicanos serían hostiles al comercio”, dijo Luntz. “Hará falta un gran esfuerzo para darle la vuelta a eso”.

Dijo que para que un TLCAN renegociado tenga éxito y sea apoyado tanto por demócratas como por republicanos, Estados Unidos debe redactar las reglas, exigir a otros países que cumplan con sus estándares, insistir en la aplicación de las reglas y hacer que todas las naciones rindan cuentas.

“Si estas son las cuatro prioridades”, dijo Luntz, “conseguirá apoyo para el comercio de todo Estados Unidos”.
 

droblo

Administrator
Si México, Estados Unidos y Canadá no concluyen en dos meses las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, Washington podría aplazarlas para después de la elección o asunción del próximo mandatario mexicano, dijo el lunes el representante comercial estadounidense Robert Lighthizer.

El funcionario planteó la postura al concluir la séptima ronda de renegociación del TLCAN en la Ciudad de México, en las que se han conseguido pocos avances a la fecha.

“El tiempo disponible es bastante corto. No creo que podamos terminar esto a finales de mayo, y pensar que podemos tener todo concluido”, declaró Lighthizer. “No es absurdo pensar que se tenga que reducir el ritmo de las conversaciones en un momento determinado precisamente para mantener las conversaciones en marcha... y esperar hasta después de las elecciones”, afirmó el funcionario en referencia a los comicios presidenciales del 1 de julio en México.

“La pregunta es: ¿hasta cuándo? ¿Cuándo empezarías? Después de la elección o después de que el nuevo presidente esté a cargo y tenga listo su equipo”, manifestó Lighthizer.

Señaló que en las conversaciones más recientes se alcanzaron acuerdos solo en tres de los 27 capítulos restantes del TLCAN, como salud e higiene, transparencia y prácticas reglamentarias.

El progreso en las conversaciones ha sido más lento de lo esperado, subrayó, y agregó que después de noviembre podría ser más difícil conseguir la aprobación del Congreso estadounidense.

“Existe cierta posibilidad de que los demócratas se hagan del control del Congreso, e incluso si eso no sucede, con seguridad tendrán una composición distinta en el Congreso”, agregó.

Desde el inicio de las renegociaciones, solo se han alcanzado acuerdos en seis de los 30 capítulos del TLCAN, y persisten grandes discrepancias en diversos temas como el contenido regional y estadounidense en los vehículos, y los paneles de solución de diferencias.

Estados Unidos puso una nueva controversia en las conversaciones cuando el presidente Donald Trump anunció que su país impondrá nuevos aranceles a las importaciones de aluminio y acero, aunque después señaló que se exoneraría a México y Canadá de esa medida en caso de una exitosa renegociación del TLCAN.

Lighthizer rechazó que se hubiera tratado de una táctica de intimidación para presionar a Canadá y México.

“Es simple coincidencia”, afirmó el funcionario en relación a la fecha del anuncio de los nuevos aranceles.

No se trató de ninguna amenaza, afirmó Lighthizer. “Yo la verdad lo presenté como algo positivo... A mi juicio es un incentivo para conseguir un acuerdo”.

Lighthizer señaló que “en este momento nuestro objetivo continúa siendo tener un acuerdo trilateral”, aunque subrayó que el gobierno de Trump está “dispuesto a avanzar de forma bilateral” sea con Canadá o México.
 

droblo

Administrator
La Casa Blanca dijo el miércoles que México, Canadá y otros países podrían quedar exentos de los nuevos aranceles al aluminio y el acero propuestos por el presidente Donald Trump, una medida que podría suavizar el golpe en medio de amenazas de represalias por parte de socios comerciales y de advertencias de legisladores y grupos empresariales sobre consecuencias económicas adversas.

La portavoz presidencial Sarah Huckabee Sanders dijo a los reporteros que las excepciones se harán “caso por caso” y “país por país”, lo que da marcha atrás a la política planteada por la Casa Blanca hace apenas unos días de que no habría exenciones al plan de Trump.

El anuncio fue efectuado mientras los legisladores republicanos y grupos empresariales se preparaban para el impacto de los aranceles del 25% al acero importado y del 10% al aluminio, aparentemente resignados a más medidas comerciales proteccionistas luego de que Trump indicara que se avecinan batallas económicas con China.

La partida del asesor económico de la Casa Blanca Gary Cohn, quien se opone a los aranceles propuestos, desató una ola de ansiedad entre líderes empresariales e inversionistas preocupados por una posible guerra comercial.

“Lo exhortamos a que reconsidere la idea de aplicar amplios aranceles con el fin de evitar consecuencias negativas involuntarias para la economía de Estados Unidos y sus trabajadores”, le escribieron 107 republicanos de la Cámara de Representantes a Trump en una carta.

La Casa Blanca dijo que está previsto que el mandatario haga un anuncio definitivo en algún momento a partir del jueves, y las autoridades trabajan para adaptar la redacción en el texto de los aranceles de forma que Trump tenga la flexibilidad de aprobar exenciones para ciertos países.

“Ya ha mostrado cierto grado de flexibilidad; creo que un grado de flexibilidad muy sensato, muy equilibrado”, dijo el secretario de Comercio Wilbur Ross a la CNBC. “No estamos tratando de hacer estallar el mundo”.

Trump señaló que podría estar preparando otras medidas comerciales. En un tuit indicó que “Estados Unidos está actuando velozmente en torno al robo de propiedad intelectual”. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que el mandatario se refería a una investigación en curso sobre China, en la que el representante comercial estadounidense analiza si las normas chinas de propiedad intelectual son “poco razonables o discriminatorias” hacia las empresas estadounidenses.

El funcionario, que habló a condición de guardar el anonimato con el fin de poder declarar sobre las deliberaciones internas, dijo que se espera que en las próximas tres semanas se emita un anuncio sobre los hallazgos del reporte, y las posibles medidas en represalia.

Mientras tanto, los empresarios siguieron emitiendo advertencias en torno a las posibles consecuencias negativas de los aranceles, y el presidente y director general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos planteó que podría avecinarse una guerra comercial. Esa perspectiva, dijo Tom Donohue, pondría en riesgo el impulso económico generado por los recortes fiscales republicanos y por la derogación de algunas normativas.

“Exhortamos al gobierno a que se tome en serio este riesgo”, dijo Donohue.

El presidente ha dicho que los aranceles son necesarios para reforzar a las industrias estadounidenses del acero y del aluminio, y para proteger la seguridad nacional. Ha intentado utilizarlos como un instrumento de presión en las conversaciones para revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al insinuar que México y Canadá podrían quedar exentos de los aranceles si ofrecen términos más favorables a Estados Unidos dentro de ese acuerdo.

Los legisladores opuestos a los aranceles, incluidos el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, han sugerido que se adopten enfoques más específicos para hacer frente a las importaciones chinas. Pero los congresistas tienen pocas herramientas a su disposición para oponerse al presidente, que ha advertido que cumplirá su promesa de campaña.

“No creo que el presidente vaya a ser disuadido fácilmente”, dijo el senador republicano John Cornyn, que ha sugerido realizar audiencias sobre los aranceles.

El senador republicano Lamar Alexander dijo que Trump lo había escuchado a él y a otros que están en desacuerdo con el rumbo de las políticas comerciales.

“Le agradezco por eso, y ha escuchado con atención. El problema es que hasta ahora no lo he convencido”, señaló Alexander.

Los republicanos en el Congreso han cabildeado a funcionarios del gobierno para que reconsideren el plan y se enfoquen en medidas comerciales específicas para China, ya que, de proceder los aranceles, aliados como Canadá y la Unión Europea podrían aplicar represalias.

La UE dijo que estaba preparada para responder a cualquier arancel con medidas de contraataque contra productos estadounidenses, como las motocicletas Harley-Davidson, los pantalones de mezclilla Levi’s y el bourbon. Cecilia Malmstroem, comisionada comercial del bloque europeo, dijo que la UE estaba haciendo circular entre sus estados miembros una lista de bienes estadounidenses a los cuales aplicarles aranceles, de forma que pueda responder con rapidez.
 

droblo

Administrator
¿Estados Unidos se retirará del Tratado de Libre Comercio de América del Norte? Los negociadores tratan de rescribir el acuerdo que el presidente estadounidense Donald Trump ha calificado como un “desastre” que acaba con los empleos. Hace poco, los representantes comerciales de los tres países se reunieron en la Ciudad de México pero no lograron llegar a un acuerdo en medio de temores de que Trump se retirará del tratado.

Trump también ha complicado la situación al amenazar con imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio de México y Canadá, si no obtiene el tratado que quiere.

The Associated Press entrevistó al representante federal republicano Will Hurd, de un distrito del sur de Texas que tiene fuertes vínculos comerciales con México. La entrevista ha sido editada para mayor claridad.

___

P: ¿Cómo afecta el TLCAN a tu distrito?

R: Represento a 29 condados desde San Antonio hasta El Paso, dos husos horarios, a poco más de 1.300 kilómetros (820 millas) de la frontera con México. Toma 10 horas conducir a través de mi distrito a 120 kilómetros por hora (80 millas por hora). Es del tamaño del estado de Georgia. El comercio fronterizo es importante. El TLCAN es importante. Tienes producción en ambos lados de la frontera. Tienes gente que vive en el lado de Estados Unidos y trabaja en México. La cantidad de comercio que cruza en los puertos terrestres de mi distrito es significativa, y tiene un impacto en la economía local. El socio comercial más importante de Texas es México. Así que esas relaciones son importantes.

___

P: ¿La gente en tu distrito quiere mantener el TLCAN?

R: Cien por ciento. No hay ningún problema más grande que ese en mi distrito, por el impacto que tiene en nuestra economía y en nuestros empleos.

___

P: ¿Cuáles son las expectativas de que los negociadores de Estados Unidos, Canadá y México puedan llegar a un acuerdo sobre un nuevo TLCAN?

R: Estuve en la Ciudad de México. Tuve la oportunidad de reunirme con los negociadores de los tres países. Todos creen que estamos cerca de alcanzar un acuerdo. Están trabajando en algunos de los temas más delicados y discuten dichas cuestiones.

La realidad es... que no tenemos mucho tiempo. Los comicios presidenciales de México comenzarán a acelerarse a partir de fines de marzo y abril. Tenemos elecciones de mitad de periodo en Estados Unidos, donde el Congreso deja de trabajar. Creo que este gobierno se está dando cuenta de la importancia del TLCAN y que retirarse podría tener un impacto en los mercados, y con la volatilidad que estamos viendo en los mercados actualmente, ese otro golpe a ese sistema es innecesario.

___

P: ¿Por qué crees que el TLCAN tiene tan mala reputación entre el público estadounidense en general?

R: Hemos dado por sentado la importancia del comercio internacional y cómo ayuda a nuestra economía. Por ejemplo, el 17% de la cerveza que se consume en Estados Unidos viene de Piedras Negras (en México). Es una ciudad al otro lado de Eagle Pass (Texas), que está en mi distrito. Tenemos que recordar que las importaciones y exportaciones crean empleos en Estados Unidos.
 

droblo

Administrator
México y Canadá, los dos mayores mercados para las exportaciones de Minnesota, promueven los beneficios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que podría ser renovado el mes entrante en Washington, D.C.

El cónsul mexicano Gerardo Guerrero y el cónsul general canadiense Paul Connors han explicado la conveniencia del TLCAN ante fábricas, agricultores y obreros de Minnesota, informó la Radio Pública de Minnesota.

Ambos socios comerciales de Minnesota contribuyeron a la supervivencia del sector de los pavos cuando el estado enfrentó la gripe aviar en 2015, dijo Shawntera Hardy, comisionada local del Departamento de Empleo y Fomento Económico (DEED por sus siglas en inglés).

“Uno de los países que dieron un paso al frente y dijeron ‘seguiremos comprando sus buenos pavos’ fue México. Ellos nos ayudaron a capotear la tormenta”, declaró Hardy.

El sector del pavo en Minnesota es el más grande en Estados Unidos y alcanza un valor de 1.000 millones de dólares. El estado exporta casi una séptima parte de su producción de pavos.

El año pasado, Minnesota importó de Canadá mercancías por 10.000 millones de dólares y a la inversa por 4.300 millones de dólares. Minnesota compró a México productos por 2.000 millones y le hizo envíos por 2.400 millones, según el departamento.

Esos números serían diferentes sin el TLCAN, declaró Guerrero.

“El pavo paga un arancel de 10%”, dijo Guerrero. “El queso de 45%. Con el TLCAN, todas las exportaciones a México son libre comercio”.

Efectuado el ajuste inflacionario, el mercado de exportaciones del TLCAN ha crecido alrededor de 50% para Minnesota desde 1994, según Hardy.

Por su parte, el gobernador Mark Dayton envió en febrero a Washington una carta de apoyo al nuevo TLCAN.

La central sindical AFL-CIO exige leyes laborales más estrictas como parte del acuerdo.

“Continuaremos peleando por un modelo comercial diferente, que no solo convenga a los intereses corporativos, sino a las familias ordinarias en los tres países del TLCAN”, dijo Celeste Drake, especialista en política comercial de la central en Washington, D.C.
 

droblo

Administrator
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto dijo el domingo que está optimista sobre la idea de llegar a un acuerdo sobre la reforma al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Peña Nieto hizo esta declaración en Alemania, en la feria anual de tecnología y energía Hannover Messe. Él y la canciller alemana Angela Merkel inauguraron esta feria, donde México es el país invitado este año.

Ambos se mostraron satisfechos con el acuerdo preliminar alcanzado el sábado entre la Unión Europea y México para actualizar su acuerdo comercial que tiene casi 20 años.

El desafío de México es reformar el TLCAN que tiene con Estados Unidos y Canadá. Unas tres cuartas partes de las exportaciones de México van a Estados Unidos; y más o menos la mitad de sus importaciones provienen de ese país.

“Estamos optimistas, también, de que vamos a terminar de la renegociación (y) modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte... asegurando beneficios para todos las partes”, puntualizó Peña Nieto.
 

droblo

Administrator
Los principales representantes comerciales de México, Estados Unidos y Canadá concluyeron el viernes sin acuerdo la última ronda de renegociaciones del TLCAN, a pocos días de que venza un plazo no oficial para que el Congreso estadounidense pueda someterlo a votación.

El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, dijo que los grupos de trabajo de los tres países se reunirán de nuevo a partir del lunes. Sin embargo, el jueves es el último día dentro de los plazos procesales para que el Congreso de Estados Unidos lo someta a votación.

México rechaza los intentos de Washington de que se incluyan normas para que haya mayor contenido regional en la industria automotriz, y para orientar la producción hacia las fábricas de Estados Unidos y Canadá, que pagan sueldos más altos.

Un funcionario mexicano que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hacer declaraciones dijo que los representantes comerciales estarán “localizables”. Sin embargo, reconoció que será difícil y sugirió que Estados Unidos debe mostrar flexibilidad.

Washington también desea modificar el sistema de resolución de disputas, e incluir una cláusula de extinción que les permitiría a los países retirarse después de cinco años.

Robert Lighthizer, representante de Comercio de Estados Unidos, dijo en un comunicado que las negociaciones “han abarcado una gran cantidad de temas bastante complejos” que incluyen propiedad intelectual, lácteos y agricultura, energía y leyes laborales.

“Estados Unidos está listo para seguir trabajando con México y Canadá a fin de lograr los avances necesarios sobre tales objetivos”, añadió Lighthizer. “Nuestros equipos seguirán plenamente comprometidos”.

El presidente Donald Trump volvió a criticar el TLCAN el viernes.

“El TLCAN ha sido un acuerdo terrible, lo estamos renegociando ahora, veremos qué ocurre”, afirmó Trump. “El TLCAN ha sido un desastre horrible, horrible para este país, y veremos si podemos hacer que sea razonable”.

El tiempo también se le está agotando a México, que sostendrá elecciones presidenciales el 1 de julio. Andrés Manuel López Obrador, el candidato izquierdista que encabeza las encuestas, ha dicho que no debería apresurarse la renegociación y debería dejársele al ganador de los comicios.
 

droblo

Administrator
Al equipo comercial del presidente Donald Trump se le agota el tiempo para renegociar el TLCAN con México y Canadá este año, incluso mientras dialoga con China y discute con sus aliados sobre los aranceles de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio.

En caso de que los negociadores no puedan concretar pronto un nuevo TLCAN, las pláticas podrían extenderse hasta 2019. El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, impuso un plazo extraoficial para hoy jueves.

O Trump podría cumplir con su amenaza de retirarse del pacto al que ha descrito como un “desastre” aniquilador de empleos y provocar un caos comercial entre las tres naciones.

“El tiempo se agota rápidamente”, dijo Dan Ujczo, abogado comercial en Dickinson Wright, en Columbus, Ohio.

Trump ha estado enfurecido por el TLCAN desde hace mucho tiempo, pero siempre ha parecido una posibilidad distante que se concrete una renegociación que satisfaga al presidente. Cuando entró en vigor en 1994, el TLCAN puso fin a la mayor parte de las barreras comerciales entre Estados Unidos, Canadá y México. El comercio se incrementó en la región. Los granjeros estadounidenses que exportaban maíz y otros productos se beneficiaron.

Pero muchos de los fabricantes estadounidenses, en particular automotrices, trasladaron su producción a México para aprovechar los bajos costos de mano de obra, y enviaban sus productos de regreso a Estados Unidos. El flujo de importaciones incrementó el déficit comercial de Estados Unidos con México, que fue de 69.000 millones de dólares el año pasado (Estados Unidos tuvo un superávit comercial de casi 3.000 millones de dólares con Canadá en 2017).

Trump busca reformar el TLCAN para intentar devolverle la producción automotriz a Estados Unidos y reducir el déficit comercial del país. Estados Unidos exige que para que el vehículo sea considerado como libre de impuestos por el TLCAN, un porcentaje del contenido de los vehículos debe venir de un país en donde el salario promedio para un empleado automotriz sea de alrededor de 15 dólares por hora, o sea Estados Unidos o Canadá.

Pero las compañías han creado complicadas cadenas de suministros que traspasan las fronteras del TLCAN. Al hacerlo, aprovechan las ventajas de cada país, por ejemplo: la mano de obra barata de México, así como la cercanía de los consumidores en Estados Unidos y Canadá. Los fabricantes advierten que cambiar las reglas alteraría sus operaciones, incrementaría los costos y los colocaría en una desventaja competitiva respecto a los fabricantes de Asia y Europa.

Ann Wilson, vicepresidenta senior de la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipamiento, que representa a los proveedores automotrices, argumenta que la propuesta de Estados Unidos podría incrementar el precio promedio de un vehículo nuevo, que actualmente excede los 35.000 dólares.

El Centro de Investigación Automotriz, una organización independiente, informó el mes pasado en un reporte que esos requerimientos harían que hasta 125 modelos de auto sufran aumentos de precio de entre 470 y 2.200 dólares.

Pero el TLCAN no es el único tema urgente en la agenda comercial del gobierno estadounidense. Trump tiene programada una reunión el jueves con el viceprimer ministro chino Liu He en un intento por evitar una guerra comercial con el gigante asiático. Liu también se reunirá con un equipo encabezado por el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin.

Estados Unidos y China, enfrascados en un conflicto en torno a las exigencias de Beijing de que las compañías estadounidenses entreguen secretos tecnológicos a cambio de ingresar al mercado chino, han intercambiado amenazas de imponer aranceles a 50.000 millones de dólares en productos. Y Trump le ha solicitado al Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, que encuentre 100.000 millones de dólares en productos adicionales chinos para ser gravados.

La posibilidad de una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo ha inquietado a los mercados financieros globales, y ha alarmado a importantes compañías.

“Hay demasiado en juego como para que fracasen estas negociaciones”, indicó Christine McDaniel, alta investigadora en el Centro Mercatus de la Universidad George Mason. “La economía estadounidense, sus compañías, sus empleados, y su gente dependen todos los días de poder comprar y vender con sus contrapartes dentro del país y en todo el mundo”.

Trump restó importancia el jueves a la posibilidad de una negociación exitosa con Beijing

“¿Tendrán éxito?”, se preguntó el presidente ante la prensa. “Suelo dudarlo”.

Las sanciones comerciales podrían alterar las relaciones entre ambas naciones y tienen el potencial de poner empleos en riesgo. Los consumidores resultarían perjudicados por los precios más elevados por los productos a los que se les impongan aranceles por su importación.

En tanto, Japón, un férreo aliado estadounidense, amenaza con ir ante la Organización Mundial de Comercio y protestar por los aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Trump aprobó la medida en marzo bajo el argumento de que la importación de dichos productos era una amenaza a la seguridad nacional del país. Otorgó excepciones hasta el 1 de junio para México, Canadá y la Unión Europea, pero no para Japón.

Los aranceles a las importaciones de acero y aluminio han dividido a los aliados tradicionales de Estados Unidos. Esos países quieren excepciones permanentes ante la medida. O quieren que se retiren por completo. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, tuiteó en referencia a Estados Unidos “con esos amigos, quién quiere enemigos”
 

droblo

Administrator
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo el domingo que los esfuerzos para renegociar un acuerdo comercial con Canadá y México podrían extenderse hasta el próximo año.

El jueves pasado, la administración Trump incumplió con un plazo informal fijado por el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, para entregar al Congreso un nuevo Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés) para que los legisladores votaran en este año que hay elecciones intermedias.

Mnuchin dijo en “Fox News Sunday” que los negociadores están “todavía muy separados”, pero continúan trabajando en muchos asuntos.

Agregó que el presidente Donald Trump está más decidido a llegar a un acuerdo que sea bueno para Estados Unidos que cumplir con un plazo específico.

Trump siempre ha dicho que el TLCAN es malo para Estados Unidos y sus trabajadores.
 

droblo

Administrator
El presidente Donald Trump pronosticó el miércoles que los fabricantes y trabajadores estadounidenses del sector automotor se sentirán “muy felices” con el resultado de las conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

“Comprenderán muy pronto de qué estoy hablando”, añadió en declaraciones a la prensa en el jardín de la Casa Blanca.

Previamente había tuiteado que “próximamente habrá grandes noticias” para los trabajadores del sector automotor.

Trump dijo que ha sido “muy difícil tratar” con México y Canadá y que no está “complacido con sus pedidos”. Pero, añadió, “ganaremos, y ganaremos en grande”.

El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha dicho que la renegociación del TLCAN, el acuerdo entre Canadá, Estados Unidos y México. podría prolongarse hasta el año próximo.
 

droblo

Administrator
El presidente Donald Trump planteó el viernes la idea de reemplazar el TLCAN con dos acuerdos _uno con México y el otro con Canadá _, lo que añadió más incertidumbre a las estancadas conversaciones comerciales entre los tres países.

En declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, Trump dijo que los vecinos de Estados Unidos son “dos países muy distintos” que tal vez ya no deberían estar bajo las mismas reglas comerciales.

“Para ser honesto con ustedes, no me importaría que el TLCAN tuviera un nombre distinto en el que se hiciera un acuerdo por separado con Canadá y otro acuerdo con México”, afirmó.

Seguramente ese comentario complicará más las conversaciones iniciadas hace meses para renegociar el histórico acuerdo de libre comercio que eliminó gran parte de los aranceles y los impuestos entre los tres países. El diálogo ya de por sí era tenso cuando Trump anunció esta semana que impondría aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Canadá, México y la Unión Europea, lo que desató una condena global y amenazas de aranceles en represalia que podrían afectar duramente a los productores estadounidenses.

Desde hace tiempo Trump ha criticado al TLCAN, llamándolo un “desastre” que acaba con los empleos y que ha diezmado la manufactura estadounidense.

“Ha sido un acuerdo malísimo para Estados Unidos desde el primer día”, afirmó el mandatario el viernes, rechazando las objeciones de algunos de los aliados más cercanos del país. “Son nuestros aliados, pero se aprovechan económicamente de nosotros”.

Horas antes, el mandatario acusó a Canadá en un tuit de tratar “muy mal a nuestros negocios agrícolas y a nuestros granjeros por mucho tiempo”.

“¡Son muy restrictivos al comercio! ¡Deben abrir sus mercados y retirar sus barreras comerciales!”, escribió. Las cifras del Departamento de Comercio muestran que Estados Unidos registró un superávit comercial con Canadá durante los últimos tres años.

Washington intentó utilizar la amenaza de los aranceles para obtener concesiones de Canadá y México en las negociaciones del TLCAN, ofreciéndoles a sus dos vecinos una exención permanente si accedían a las exigencias estadounidenses. Pero el secretario de Comercio Wilbur Ross dijo que ya “no hay una fecha muy precisa” para que las conversaciones lleguen a su fin, y por lo tanto los aranceles entraron en vigor el jueves a medianoche.

El primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo el jueves que había ofrecido acudir a Washington esta semana para concluir las conversaciones, pues pensaba que ya se estaba cerca de un acuerdo, pero que el vicepresidente Mike Pence le llamó y le dijo que la reunión con el presidente estadounidense se llevaría a cabo solamente si Trudeau accedía a incluir una cláusula para que el pacto expirara automáticamente a los cinco años.

Trudeau indicó que se negó a ir debido a esa precondición “totalmente inaceptable”. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que aún había diversas cuestiones por solucionar.

Las políticas comerciales de Trump _y específicamente los aranceles al acero y al aluminio_ han sido criticadas internacionalmente.

Canadá anunció planes de aplicar aranceles a productos estadounidenses por 12.800 millones de dólares, desde el acero hasta el yogurt. México se quejó que los aranceles “afectan y distorsionan el comercio internacional” y advirtió que penalizará las importaciones estadounidenses, incluida la carne de puerco, las manzanas, las uvas, los quesos y el acero laminado.
 

droblo

Administrator
El presidente Donald Trump informó que tiene la intención de postergar la firma de una versión revisada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) hasta después de las elecciones de medio mandato, el 6 de noviembre, alegando que de esa manera quiere alcanzar un mejor acuerdo con México y Canadá.

En una entrevista transmitida el domingo, Trump dijo que podría firmar rápidamente un acuerdo con ambos vecinos de Estados Unidos, “pero no estoy contento con ello. Quiero hacerlo más justo”. Cuando se le preguntó sobre el momento oportuno para llegar a un acuerdo, Trump dijo: “Quiero esperar hasta después de las elecciones”.

La decisión de Trump de aplazar las negociaciones del TLCAN se produce mientras Estados Unidos y Canadá se han visto envueltos en una disputa comercial de ojo por ojo por los aranceles que Trump aplicó primero al el acero y el aluminio de Canadá y otras naciones. Canadá anunció aranceles de represalia contra Estados Unidos el viernes, por un valor de miles de millones de dólares, pero el presidente estadounidense indicó que las negociaciones de comercio pueden continuar.

En la entrevista con el programa “Sunday Morning Futures with Maria Bartiromo”, del canal de noticias de Fox, Trump amenazó de nuevo con imponer aranceles a las importaciones de autos, camiones y autopartes, diciendo: “Los autos son los grandes”. La medida ha sido vista como una posible táctica de negociación para reanudar las conversaciones del TLCAN, que podrían comenzar después de las elecciones del domingo en México.

Si Estados Unidos avanzara con nuevos aranceles a las importaciones de automóviles, golpearía a la economía canadiense, debido a la naturaleza crítica que tiene la industria automotriz en el país. Se espera que el Departamento de Comercio de Estados Unidos celebre audiencias sobre aranceles de automóviles a finales de julio y que complete su investigación sobre las importaciones de automóviles a finales de este verano.

Trump ha tratado de renegociar el TLCAN para alentar a los fabricantes de Estados Unidos a invertir más en el país, trasladando la producción desde México, donde pagan salarios mucho más bajos. Las conversaciones se han estancado en varios temas, como la insistencia de Trump en una cláusula que pondría fin al TLCAN cada cinco años a menos que los tres países acuerden mantenerlo.

El presidente estadounidense ha indicado que podría buscar pactos comerciales separados con Canadá y México en lugar de continuar con un acuerdo tripartito, pero cualquier acuerdo modificado tendría que ser debatido en el Congreso. Los negociadores no cumplieron con el plazo autoimpuesto de concluir las conversaciones a mediados de mayo para permitir que los legisladores lo analizaran antes de las elecciones de noviembre.

Trump ha chocado con el primer ministro canadiense Justin Trudeau por el tema del comercio. Después de salir de las reuniones del G7 en Quebec el mes pasado, el presidente estadounidense tuiteó que Trudeau era “débil” y “deshonesto”.

Trump y Trudeau hablaron por teléfono la noche del viernes después de que Canadá anunciara que impondría sus propios aranceles en represalia por las nuevas cargas comerciales estadounidenses contra las importaciones de acero y aluminio. La oficina de Trudeau dijo que el primer ministro “transmitió que Canadá no ha tenido más remedio que anunciar contramedidas recíprocas” a los aranceles de Estados Unidos.
 
Arriba