Hilo de Portugal

droblo

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Datos básicos del país









Antonio Jiménez Barca:

Passos Coelho. Su Gobierno ha sufrido un previsible desgaste político, pero aún goza de la legitimidad que le procuraron las urnas en junio. La estabilidad política, pues, está asegurada.

Además, los portugueses sufren con resignación el plan de recortes firmado con los gestores de la troika sin excesiva conflictividad social: entre otras medidas, los funcionarios y los pensionistas que cobran más de 1.000 euros han visto esfumarse las pagas extra, el IVA ha subido hasta el 23% en muchos productos de la cesta de la compra y en los restaurantes, y se ahorra en transportes públicos, en educación y en sanidad. Un ejemplo: una consulta de urgencias cuesta 20 euros. Y una visita ordinaria al médico, cinco. Frente a este progresivo desmantelamiento del Estado de bienestar, los sindicatos solo han organizado en los últimos meses una huelga general, en noviembre, sin incidentes violentos, más allá de algunos paros sectoriales que no consiguieron detener el país. Portugal funciona, aun al ralentí.

Entonces, ¿Por qué los mercados continúan cebándose con la economía portuguesa?

“Porque el país tiene un problema con el crecimiento económico, y me da la impresión de que ni los mercados ni nadie saben cómo va a hacer Portugal para crecer”, explica José António Ferreira Machado, economista y decano de la Facultad de Economía de la Nueva Universidad de Lisboa. El problema es antiguo: en la última década, el país no creció nunca por encima del 1%. En 2012 será mucho peor: el Banco Nacional de Portugal ha previsto una caída del PIB del 3%, pero Ferreira Machado y otros analistas creen que será incluso peor y que el desplome rebasará el 5%. El paro roza ya el 14% de la población activa y sigue subiendo. Los bancos han registrado en 2011 pérdidas cercanas a los 1.000 millones de euros. Y el consumo roza mínimos históricos. Hay quien asegura que hasta el tráfico en Lisboa se resiente de la paralización de la economía y que, hoy por hoy, hay muchos menos atascos en la capital portuguesa debido a la crisis. “El problema, a mi modo de ver, está en la competitividad de las empresas portuguesas. Eso también lo señaló la troika. Podemos salir de esta recesión, pero si no somos capaces de crecer para poder pagar la deuda, nada nos puede salvar”, añade Ferreira Machado.

Un reciente informe de Goldman Sachs es algo más preciso: prevé que Portugal no podrá volver a los mercados en 2013 y que necesitará 30.000 millones de euros adicionales para hacer frente a sus necesidades financieras. Pero añade que no será necesario efectuar una quita en la deuda, porque el Gobierno está seriamente comprometido con las, en su opinión, necesarias reformas estructurales.

Un segundo rescate a Grecia y el alejamiento definitivo —lo que aún está por ver— del fantasma de la bancarrota helena dará aire a Portugal, que enseñará, nuevamente, esta semana a los representantes de la troika cómo están cumpliendo a rajatabla con los recortes previstos y cómo llevan a cabo punto por punto con el recetario de la austeridad. Pero bastará que el laberinto griego se siga enredando para que Portugal tirite de nuevo. “Los ciudadanos lo ven esto con un sentimiento de injusticia”, agrega el decano de la Facultad de Economía. “Porque parece que, por mucho que hagan, puede que no sirva para nada, y es que la justicia”, —y se encoge de hombros con resignación— “tiene poco que jugar aquí”.
 
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JF Sebastian

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Portugal tiene la pinta de Grecia II y despues vamos nosotros.
 

droblo

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Así recibió una revita lusa a Merkel en su última visita
 

Tizo

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El gobierno portugués publicó nuevas tablas fiscales que reducirán aún más los ingresos de los trabajadores y pensionistas, una nueva medida de austeridad que los críticos dicen aumentará las penurias y dificultará la recuperación económica del país.

El nuevo aumento de los impuestos a la renta de las personas físicas, anunciado en noviembre, fue publicado el lunes por la noche en la gaceta oficial para su entrada en vigencia. El gobierno pretende elevar el impuesto sobre la renta para las personas físicas un 30% este año a fin de reducir el déficit presupuestario a 4,5% del PIB, frente al 5% del año pasado.

El nuevo aumento se suma a los anteriores incrementos a impuestos sobre ventas y a las reducciones salariales para los empleados públicos, así como a reducciones en los pagos de prestaciones sociales y al encarecimiento del transporte público.

Las últimas medidas incluyen además una sobretasa de 3,5% a los ingresos de todos. Las deducciones fiscales de hipotecas y seguro médico también fueron reducidas.

Los aumentos fiscales afectan de manera especialmente dura a la clase media portuguesa. Un matrimonio con dos hijos y un salario mensual conjunto de 5.000 euros (6.670 dólares), por ejemplo, perderá casi 300 euros al mes. Y los que ganen 41.000 euros al año pagarán un impuesto sobre la renta del 45%, cuando la tasa anterior era de 35,5%.

En el 2010, el déficit llegó al 10,1% del producto interno bruto, lo que asustó a los inversionistas que dejaron de prestar a Portugal ante los temores sobre su economía y la de otros países de la eurozona. La falta de financiación en los mercados de bonos obligó a Portugal a solicitar un paquete de rescate de 78.000 millones de euros en mayo del 2011 para poder pagar sus deudas.

El ministro de Hacienda Vitor Gaspar consideró el aumento fiscal algo "enorme", pero reconoció que es inevitable si Portugal desea cumplir las metas del déficit presupuestario prometidas a los acreedores internacionales.

Las medidas de austeridad han sido culpadas de elevar el desempleo al 16,3% y estrangular la economía, que cumpliría su tercer año consecutivo de recesión en 2013, con una contracción prevista en 1,9%.
 

Tizo

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La oficina de estadísticas de Portugal dijo el lunes que la economía se contrajo el año pasado un 3,2% - el mayor descenso anual desde 1975.

Portugal adoptó amplias medidas de austeridad para reducir su deuda soberana, incluyendo aumentos de impuestos y la reducción en la paga y pensiones de los funcionarios públicos a cambio de 78.000 millones de euros (102.000 millones de dólares) de ayuda financiera internacional que recibió en mayo del 2011. Esas medidas de austeridad han sido culpadas por el empeoramiento de la recesión y creciente penuria.

El Instituto Nacional de Estadísticas dijo el lunes que una merma en el consumo interno y una contracción de las exportaciones fueron el principal factor del empeoramiento económico, que bajó en el cuarto trimestre un 3,8%.

El desempleo es del 17,6%, el tercero en las 27 naciones de la Unión Europea tras Grecia y España.

En el 2011 la economía se contrajo un 1,6% y el gobierno pronosticó que la de este año será el 2%.
 

Tizo

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La crisis económica portuguesa amenaza con llevarse por delante a un segundo gobierno en menos de dos años. El primer ministro Pedro Passos Coelho, del conservador PSD, baraja ya la posibilidad de dimitir si el Tribunal Constitucional luso rechaza en los próximos días los presupuestos generales del país para el presente año.
Cercado en el propio Ejecutivo por sus socios del CDS, que reclaman un cambio de rumbo y el relevo de ministros para no dar por rota la alianza; atosigado en la Asamblea de la República por una oposición cada vez más beligerante y que a manos del Partido Socialista acaba de plantear la cuarta moción de censura desde las elecciones del 2011, y perseguido por un creciente movimiento social, Passos ha advertido a su partido que la posibilidad de unas elecciones anticipadas está cada vez más cerca.
Su amenaza de dimisión fue planteada esta semana, según la prensa lusa, ante la comisión permanente del PSD, pero los destinatarios no son otros que los magistrados del Constitucional. Si tumban sus presupuestos, el primer ministro augura la necesidad de un segundo rescate (el anterior fue de 78.000 millones de euros) y además una crisis política sin precedentes en Portugal. Ante ello, miembros de su propia formación apelan a la creación de un Gobierno de salvación en el que, además de la actual coalición, tuviese cabida el Partido Socialista.
Los cada vez más mayoritarios movimientos sociales que se oponen a la política de recortes y a las imposiciones de la troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Unión Europea) centran todas sus esperanzas en que sea el Tribunal Constitucional precisamente el que provoque con su decisión sobre los presupuestos un cambio en la política de Portugal y frene la imparable creciente imposición fiscal, los recortes en las pagas de funcionarios y pensionistas y la venta de todo el patrimonio público del país.
«Al Gobierno no le importa nada más que el déficit, los bancos y las grandes empresas», apunta desde Lisboa Raquel Freire, una de las líderes del movimiento 12M. Junto a otros grupos como «que se lixe a Troika» (que le den a la troika), han recuperado el protagonismo de antiguos capitanes de la revolución de 1974 y, con ellos, han comenzado a instalar talleres en Lisboa para explicar a los más jóvenes el Portugal de la dictadura, la que aseguran ha vuelto con la troika y las medidas de austeridad.
La contestación social prepara además las manifestaciones del 25 de abril, con la idea de volver a levantar al país como el pasado 2 de marzo al grito de «o povo é quem mais ordena».
 

Johngo

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Portugal, abocada a buscar alternativas de ahorro tras el fallo del Tribunal

La decisión del Tribunal Constitucional de Portugal de declarar ilegales e inconstitucionales algunas de las medidas de ajuste aprobadas para cumplir las exigencias de su rescate, ha puesto en un grave apuro al Gobierno de Pedro Passos Coelho, que deberá buscar ahora nuevas alternativas de ahorro.

El 16 de mayo de 2011, Portugal, a cambio de un duro plan de recortes, recibió una ayuda financiera de 78.000 millones de euros (52.000 millones aportados por la UE y los otros 26.000 por el Fondo Monetario Internacional, FMI) en tramos hasta 2014.

El citado rescate también incluía una partida de 12.000 millones de euros destinados a hacer frente "a eventuales necesidades de capitalización" de la banca, que al final recibió dicha ayuda en diciembre.

A cambio del rescate, Europa exigía a Portugal un duro programa de ajuste fiscal, reformas estructurales y mantenimiento de la solvencia financiera.

Así, el Ejecutivo portugués aprobó la privatización de empresas y servicios públicos, la congelación de salarios y pensiones o la subida de impuestos para reducir el déficit hasta el 3 % antes de 2014.

Además aprobó una ley para capitalizar los bancos y aumentó las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social y redujo las aportaciones de las empresas.

El 4 de junio de 2012, los técnicos de la "troika" (BCE, FMI y UE) dieron por buenas las cuentas del país y ordenaron el desembolso de 4.100 millones de euros, es decir, del quinto tramo del rescate acordado en mayo de 2011 para salvar a Portugal de la bancarrota.

Meses más tarde, el 7 de septiembre, el Gobierno portugués presentó una subida de 7 puntos en la contribución de los trabajadores a la Seguridad Social y la bajada en casi 6 de las cuotas empresariales, pero la presión social y las discrepancias en la coalición gubernamental le obligó a dar marcha atrás.

En su lugar los Presupuestos para 2013, aprobados por el Parlamento el 27 de noviembre, incluyeron un importante aumento de la presión fiscal a través de los impuestos sobre la renta.

Algunas de estas medidas han sido declaradas inconstitucionales y discriminatorias en una sentencia publicada por el Tribunal Constitucional, entre ellas la suspensión de una de las dos pagas extras anuales a funcionarios y pensionistas y el recorte de subsidios de desempleo (6 %) y enfermedad (5 %).

Este fallo del Alto Tribunal luso es el segundo que descalifica las medidas de ahorro del Ejecutivo conservador ya que el pasado julio los magistrados consideraron discriminatoria la suspensión de las pagas extras a funcionarios y pensionistas y no al sector privado, pero no impidieron que la medida se aplicara ese año por la situación financiera del país.

Además, dicho fallo fue visto por el mercado como una amenaza para la credibilidad de las finanzas lusas y sirvió de excusa para que la izquierda solicitara la renuncia del primer ministro que ha visto como en esta semana también ha dimitido su ministro de confianza, Miguel Relvas.

Ahora, el Gobierno se verá obligado a buscar otras formas para cumplir las metas del déficit público, que podría subir cerca de un punto porcentual. EFE


Dos años de rescate portugués ponen en evidencia gruesos errores de la troika


Los dos años del programa de rescate han permitido a Portugal recuperar la confianza de los mercados, pero han puesto en evidencia gruesos errores de la "troika" que han sumido a su mejor alumno en la peor crisis de su historia reciente.

El primer ministro conservador luso, Pedro Passos Coelho, el gobernante del sur de Europa más alineado con Alemania y el que más ha defendido la receta de la austeridad, no ha logrado sacar al país de una espiral de recesión y desempleo que dura ya tres años pese a cumplir, al pie de la letra, todas las medidas exigidas al país.

La UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con un apoyo del Gobierno luso que nunca lograron en Grecia, confiaban tener en Portugal un modelo exitoso de rescate, basado en reformas y recortes presupuestarios que, sin embargo, no ha logrado por ahora los resultados previstos.

Por culpa de una caída aguda del consumo y la demanda interna, los fuertes aumentos de impuestos al salario, que en dos años elevaron más de un 40 % la presión fiscal sobre los portugueses, generaron al final menor recaudación pública, al igual que la subida de los peajes o un aumento del IVA de hasta el 300 %.

En un país donde el Estado movía cerca de la mitad de la economía y una quinta parte de la fuerza laboral, la reducción abrupta del sector público estimuló, según muchos economistas, el cierre de miles y miles de empresas y una caída del PIB que, en el trienio 2011-2013 sumará siete puntos porcentuales.

La troika, formada por el FMI, la Comisión y el Banco Central europeos, suavizó en dos ocasiones y por iniciativa propia -como subrayó el Ejecutivo luso- las metas exigidas a Portugal a cambio de su préstamo de 78.000 millones de euros.

Pero pese a la ingeniería contable realizada con privatizaciones y fondos de pensiones de la banca, el país no ha podido cumplir ningún año los objetivos.

Las medidas de austeridad aplicadas por Passos Coelho le han valido, en cambio, un alto coste político y social, con dos sentencias del Tribunal Constitucional contra los presupuestos de 2012 y 2013, tres huelgas generales, cuatro mociones de censura y cientos de manifestaciones y acciones de acoso callejero.

Las patronales se oponen también a muchos de los recortes y negocian con los sindicatos, contra la voluntad del Ejecutivo, subir el salario mínimo, congelado en 485 euros mensuales.

El líder conservador se ha convertido en el político peor valorada en las encuestas y hace un año que a su Partido Social Demócrata (PSD) le saca una creciente ventaja el Partido Socialista (PS), al que desalojó del poder en las elecciones anticipadas que siguieron al rescate.

Los democristianos, garantes de su mayoría absoluta en el Parlamento, han mostrado su descontento por algunas medidas de austeridad y en su propio partido le critican con dureza líderes muy influyentes.

El jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, la figura más respetada en el PSD, se ha distanciado del primer ministro, pide atención a los problemas sociales y fue quien envío al Constitucional los últimos presupuestos.

En la oposición, que no deja de exigir su renuncia, ha perdido el consenso del PS con el programa del rescate, cuya "profunda renegociación" pidieron los socialistas esta semana.

Passos Coelho, cuyo meteórico ascenso en el seno de su partido lo llevó en solo un año a la presidencia de la organización y a la del Gobierno, culpa al mal escenario económico internacional y al pobre desempeño de las exportaciones lusas de la falta de recuperación de la economía y el repetido empeoramiento de sus previsiones.

Como principal éxito destaca la vuelta de Portugal a los mercados financieros, donde los intereses de su deuda han caído a cerca del 6 %, un tercio de lo que pagaba hace un año.

El mes pasado también celebró que una de las grandes agencias de calificación de riesgo cambió el pronóstico "negativo", que todas mantienen sobre la economía lusa, y consideró "estable" la nota de bono basura atribuida a Portugal poco después del rescate. EFE
 

Johngo

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Gobierno de Portugal mantendrá objetivos del rescate pese a fallo judicial

El Gobierno de Portugal recortará los gastos para compensar por un fallo de la corte constitucional que rechaza algunas de las medidas de austeridad dispuestas en el presupuesto de este año, a fin de cumplir con las metas del rescate, anunció el domingo el primer ministro Pedro Passos Coelho.

En un discurso televisado, Passo Coelho se refirió a la resolución de la corte emitida el viernes y dijo que ésta presentaba "riesgos y obstáculos graves" para este año y el próximo, pero reafirmó su compromiso con el programa económico y de ajuste fiscal bajo el salvataje de la UE y el FMI.

"El Gobierno está comprometido con todos los objetivos del programa", dijo, y descartó nuevas alzas de impuestos aunque sostuvo que era crucial evitar un segundo rescate, por lo cual había pedido a sus ministros recortar los gastos.

El viernes, la corte rechazó cuatro de nueve medidas de austeridad en el presupuesto de este año, incluyendo recortes a los bonos por festividades para pensionados y empleados públicos y reducciones en las licencias por enfermedad y beneficios laborales.

Analistas esperan que Portugal pueda llegar a un acuerdo con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para reemplazar las medidas y compensar por el fallo de la corte, lo que podría costar entre 900 millones y 1.300 millones de euros.

La totalidad del paquete de medidas de austeridad incluido en el presupuesto del 2013 asciende a unos 5.000 millones de euros. La mayor alza de impuestos en la historia reciente de Portugal fue en gran parte ratificada por el tribunal.

La decisión del tribunal se produjo antes de una reunión informal de los ministros de Finanzas de la zona euro la semana próxima en Dublín, donde se espera que los funcionarios aprueben extensiones a los vencimientos de los préstamos de rescates a Portugal e Irlanda.

Passos Coelho admitió que la resolución judicial debilitaba la postura de Portugal en el encuentro, pero dijo que había pedido a su ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, que hiciera todo lo posible para proteger los intereses del país y conseguir una extensión de los plazos de pago.


La oposición lusa rehúsa más ajustes y pide al Gobierno renegociar el rescate


La oposición portuguesa en bloque mostró su firme rechazo a la adopción de nuevos recortes en gasto social que anunció hoy el Gobierno, al que reclamó en cambio que renegocie las condiciones del rescate financiero del país.

Portavoces del Partido Socialista (PS), del Comunista (PCP) y del marxista Bloque de Izquierda (BI) coincidieron en censurar al Ejecutivo luso, de signo conservador, por las duras críticas que hizo hoy al Tribunal Constitucional por su decisión de anular cuatro de los recortes presupuestarios de 2013.

El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, anunció hoy que el país deberá acometer nuevos cortes de gasto social para compensar los más de mil millones de euros que costará al Estado la sentencia y que éstos se producirán en las áreas de Sanidad, Educación, Seguridad Social y empresas públicas.

Desde el principal grupo de la oposición, el socialista, su secretario nacional, Joao Ribeiro, lamentó que el Ejecutivo continúe empeñado "en ir más allá del programa" de ajustes acordado con la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de su rescate financiero.

"El Gobierno actúa como si Portugal no fuese un país soberano, miembro de la UE, y es esa actitud la que le impide luchar por unas condiciones más justas" en sus conversaciones con los organismos internacionales prestatarios de la ayuda financiera.

Los socialistas lusos, que presentaron sin éxito esta semana una moción de censura contra el Ejecutivo, insistieron en que el primer ministro, Pedro Passos Coelho, se encuentra "aislado" y abogaron por la convocatoria de elecciones anticipadas, tal y como vienen defendiendo en la última semana.

"Este puede seguir siendo el Gobierno de Portugal, pero ya no es el Gobierno de los portugueses", resaltó Ribeiro.

Desde el PCP, el miembro del Comité Central del partido Jorge Cordeiro tachó de "cínico" a Passos Coelho por atribuir la responsabilidad del rumbo del país a los fallos del Constitucional.

En su opinión, es el Ejecutivo "el único responsable del declive económico y del retroceso social que vive el país", pero aprovecha el fallo de la máxima instancia judicial como "una nueva oportunidad de imponer más austeridad".

"Quieren liquidar servicios públicos y derechos para continuar sirviendo a los intereses del capital, y utilizan pretextos para disfrazar sus propios errores", recalcó.

La coordinadora del BI, Catarina Martins, defendió por su parte que la decisión del Constitucional "para nada coloca en una situación más frágil al país frente a los organismos internacionales", al contrario de lo que defiende el Gobierno.

"El fallo del Tribunal ha generado la oportunidad de exigir mejores condiciones para el país, que es lo que debería hacer el primer ministro en vez de chantajear a las instituciones", aseveró.

Martins también recordó que el Gobierno ya preparaba desde hace meses, independientemente de la decisión del Constitucional, una reforma del Estado para ahorrar 4.000 millones de euros y cuyas primeras medidas debían entrar en vigor ya este mismo año.

La portavoz del grupo marxista consideró que es el momento de que "el pueblo portugués pueda elegir su destino" con la celebración de comicios legislativos, e instó al jefe del Estado, el también conservador Aníbal Cavaco Silva, a disolver el Parlamento y convocar elecciones.

El presidente portugués, sin embargo, ya dio ayer su respaldo a Passos Coelho al emitir un comunicado en el que señalaba que el actual Ejecutivo tiene las condiciones necesarias para seguir en el poder.

El anterior primer ministro luso, el socialista José Sócrates, que pidió el rescate hace ahora dos años y perdió las elecciones anticipadas convocadas poco después, censuró a Passos Coelho por convertir al Constitucional en un "enemigo político" e imponer medidas que no estaban en el acuerdo original con la UE y el FMI. Agencias Reuters y EFE


Portugal: Bruselas advierte contra falta de respeto de objetivos del plan de ayuda

La Comisión Europea pidió el domingo a Portugal que respete los objetivos definidos en el marco de su plan de ayuda, después del rechazo por la Corte Constitucional de varias medidas de austeridad recomendadas por los acreedores del país.

La Comisión dice que "confía en el Gobierno portugués para identificar rápidamente las medidas necesarias para que el Presupuesto de 2013 respete los objetivos presupuestarios" definidos.

Pero también advierte en su comunicado de que "todo desvío de los objetivos del plan de ayuda o su renegociación neutralizaría los esfuerzos ya realizados por los ciudadanos portugueses o prolongaría sus dificultades".

"La aplicación continua y determinada del programa de ayuda es la mejor manera de restaurar un crecimiento económico estable y de mejorar las perspectivas de empleo en Portugal. Al mismo tiempo, es condición previa a un eventual alargamiento de los préstamos concedidos a Portugal", agrega el Ejecutivo europeo.

En los próximos días podría llegar una decisión acerca de un alargamiento de los vencimientos de los préstamos consentidos a Irlanda y Portugal, dos países de la zona euro bajo asistencia financiera.

Los 27 dieron su acuerdo de principio, pendiente de confirmar posiblemente esta semana entrante en una reunión en Dublín. Los 27 han pedido a troika, que reúne a los principales proveedores de fondos de Portugal e Irlanda, que presente "la mejor opción posible" para alargar los vencimientos de los préstamos.

Portugal está confrontado a una crisis política desde que el Tribunal Constitucional dictaminó el viernes que son discriminatorias y por lo tanto inconstitucionales la supresión del 14º mes de las remuneraciones de los funcionarios y de los pensionistas, así como el recorte de los subsidios por desempleo y enfermedad.

Esta decisión priva al Gobierno de 900 a 1.300 millones de euros de economías y complica singularmente la consecución de sus objetivos presupuestarios, definidos de acuerdo con los acreedores internacionales del país en en el marco del plan de rescate de 78.000 millones de euros concedido en mayo de 2011 por la UE y el FMI.

El primer ministro, Pedro Passos Coelho, criticado una política de rigor considerada excesiva, recalcó que no renunciará a ella. "El Gobierno respetará todos los objetivos del programa de ayuda y reafirma el respeto de los compromisos interiores y exteriores del Estado portugués", aseguró este domingo. AFP
 

Tizo

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El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Jacob Lew, fue despedido esta semana por los europeos con un "muchas gracias por sus consejos pero aquí tenemos nuestra forma de hacer las cosas". Por supuesto Lew no se hacía ninguna ilusión, pero debía cumplir el protocolo político-diplomático de siempre, y hacer la gira del bloque económico que hasta ahora ha sido el principal socio comercial de su país, para explicar por qué los Estados Unidos van a seguir un camino totalmente opuesto al de Europa, aunque ofreciendo el suyo como modelo para salir de la crisis del Continente.

Los europeos necesitan demostrar que su método (la contención fiscal, los recortes, etc.) es austero pero no despiadado. La próxima representación de este mensaje estaba previsto que tuviera lugar en Dublín, en la mañana del próximo viernes 12, en el consejo de ministros de Economía/Finanzas del Eurogrupo, que tendrá como uno de los puntos principales de la agenda el caso de Portugal, de modo que lo que decidan pueda ser discutido (o supervisado) por la tarde en una reunión informal del Ecofin de la Unión Europea "a 27". O al menos ése era el calendario previsto.

El ministro de Hacienda, Vítor Gaspar, declaró el miércoles que acudía a Dublín para conseguir apoyo oficial europeo al regreso de Portugal al mercado de la deuda pública. El ahogo fiscal se traduce en un agobio financiero de las empresas, que sólo pueden financiarse a un costo del 6,7% de media, en comparación con el 4,4% de Italia y el 5,1 de España.

Lo que probablemente propondrán los ministros de finanzas será adoptar la recomendación del Fondo Monetario Internacional, dada a conocer a principios de semana, de prolongar los plazos en que Portugal debe reajustar sus cuentas (lo que sería un alivio de largo plazo para su población) y lo que debe hacer para merecerlo (lo que conllevará más penalidades a corto plazo para los portugueses y el riesgo de mayor inestabilidad política). El ministro Gaspar ofrece como contrapartida un programa de recortes del gasto.

Sentencia y consecuencias

El primer "alivio" que el ministro pedirá será un retraso en la devolución de un tramo de €2.000 millones, de próximo vencimiento. Irlanda, Eslovenia y España miran expectantes lo que se vaya a decidir en Dublín. El 25% de las exportaciones portuguesas se realizan a España. Una bancarrota fiscal de Portugal tendría consecuencias desastrosas sobre la banca española, la cual, según el Banco Internacional de Pagos, era acreedora, en 2011, de €65.000 millones de deuda portuguesa.

Todo el programa de alivio, sin embargo, depende del febril calendario político portugués, condicionado por la sentencia del Tribunal Constitucional, de la pasada semana, contraria, entre otras medidas, a la supresión de una paga extra de los funcionarios. El primer ministro anunció, dos días después de la sentencia, recortes a la seguridad social, la educación, la salud y las compañías públicas.

También se ve afectado el gobierno por la dimisión a primeros de mes del ministro de Relaciones Parlamentarias Miguel Relvas por un asunto de ética académica, que obliga a una remodelación del gobierno (que se estima inminente), y por la censura planteada por la oposición contra los recortes financieros.

Mientras Portugal no despeje estas incógnitas de tipo político es difícil que el Ecofin dé su visto bueno a cualquier recomendación del Eurogrupo. De Alemania ya ha venido una advertencia, encriptada en palabras de ánimo: "el trabajo admirable hecho hasta ahora por los portugueses ha tenido muchos logros", declaro recientemente Martin Kotthaus, portavoz del ministerio alemán de Hacienda. Gracias a ellos Portugal "ha recuperado la confianza de los mercados", Esa confianza, añadió, "es muy difícil de obtener y debe ser cuidadosamente preservada".

La misma recomendación del FMI, que prevé la normalización fiscal de Portugal en un plazo de siete años, no está libre de posibles tropiezos. La primera reacción alemana ha sido la de no conceder más de cinco años. Por otra parte, se aplicaría no al total de los préstamos recibidos por Portugal (€78.000 millones), sino a los recibidos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y el Mecanismo Europeo de Estabilidad.

¿Una gran coalición?

La inestabilidad política está siendo acompañada por gran agitación social. El sentimiento de empobrecimiento progresivo domina a la mitad de la población. El presidente de una asociación de socorro a personas sin cobijo, Henrique Pinto, estima la población bajo el nivel de pobreza en un 23%.

Ahora, por la recomendación del Constitucional, el gobierno debe añadir, a los €4.000 millones de ahorro previstos en el acuerdo de rescate hasta 2015 (5,5% del PIB), 1.328 millones más. El dinero que ha de poner para devolver pagas extras debe extraerlo ahora de otras partidas; lo más probable es que será a costa del profesorado y las fuerzas de seguridad, las dos áreas de empleo público que el FMI considera hinchadas. El ministro de Economía, Álvaro Santos Pereira, aseguró el pasado martes que los recortes "son fundamentales para que se puedan bajar los impuestos a los portugueses y a las empresas".

La política de austeridad ha golpeado gravemente al empleo; si la tasa de paro se cerró en 2012 en 12%, a finales de 2013 se calcula será del 19%. Esas condiciones son argumentos para que la oposición socialista, (PSP) denuncie el desmantelamiento del estado de bienestar. Los recortes a éste son, desde todos los puntos de vista, inevitables en una economía que el pasado año se contrajo un 3,2%, y que se espera se contraiga en éste un 2,3% adicional.

La profundidad de la crisis hace temer a algunos por la paz político-social. El presidente de la Asociación Portuguesa de la Banca, Fernando Faria da Oliveira, recomendó este martes que los socialistas entrasen en el gobierno: "Necesitamos asegurar la estabilidad política para que las medidas de ajuste funcionen".

Nada ilustra mejor la distancia entre las estrategias económicas de Estados Unidos (y aún podríamos añadir Japón) y las de la Unión Europea que las proposiciones expansivas del norteamericano Lew y la ansiedad con que Portugal espera de Dublín un alivio temporal y casi a los márgenes, para su comprometida situación fiscal y económica.
 

cgilnavarro

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Menuda volatilidad del rendimiento del bono a 10 años....

También importante caída del PIB...
 

rcalber

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Me alegra un montón que Portugal este finalizando su proceso de ajuste. A ver si las PIGS dan una alegria, remontan y se contagian, que ya son 6 años de crisis y 3 o 4 de poco crecimiento me parece que no nos los quita nadie, mientras se siguen desapalancando familias y empresas.
 

droblo

Administrator
Y lo más curioso es que ese repunte ha ocurrido con una grave crisis política lo que significa que la estabilidad parlamentaria rajoniana no es garantía de nada.
 
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