¿Cuando acabará esta legislatura?

Tizo

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Si algo viene reiterando el presidente del Gobierno es su voluntad firme de agotar la legislatura y, en consecuencia no anticipar las elecciones generales, como insistentemente le reclama el resto de fuerzas políticas... ¿todas? Eso ya no está tan claro, pese a que empiezan a surgir voces sugiriendo que quizás fuese oportuno cerrar la legislatura desde el interior de las filas socialistas. La fecha electoral es potestad exclusiva de Rodriguez Zapatero, pero algunos trámites pueden pesar.

Uno de ellos, sin duda, la tramitación parlamemtaria de los Presupuestos 2012. Captará sin duda atención durante las próximas semanas, con relativo acompañamiento de los avatares que vivan las cuentas de comunidades autónomas, ayuntamientos... hasta completar el dibujo de ingresos, gastos, déficit y endeudamiento para el año por venir.

Las cuentas del estado central tendrán como novedad ser los primeros elaborados bajo supervisión de la Unión Europea y con las restricciones de gasto que impone la nueva regla que vincula el incremento de los compromisos con los crecimientos pasado y futuro. Aunque en esta ocasión la limitación será más bien teórica, ya que los objetivos de déficit impondrán más austeridad que cualquier otra cosa.

El Gobierno sabe que tendrá que ser especialmente cuidadoso con la tijera si quiere agotar la legislatura. El pacto firmado el pasado año con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Coalición Canaria (CC) le basta para salvar las votaciones, aunque es de suponer que mbos exijan que sus zonas de influencia sean de las menos afectadas por los recortes. Las cuentas de 2012 serán las últimas de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque el encargado de gestionarlas será otro, previsiblemente, Mariano Rajoy o Alfredo Pérez Rubalcaba. La configuración parlamentaria tras las elecciones generales condicionará que el sucesor del actual presidente pueda realizar cambios en unas u otras partidas o tenga que asumir casi al 100 por 100 los números heredados.

No sólo en el Ministerio de Economía trabajan a destajo para elaborar los nuevos presupuestos, ya que los gobiernos autonómicos, algunos recién aterrizados, intentan combinar su situación financiera actual con la consecución del objetivo de déficit. Previsiblemente, también tendrán que aplicar una regla de gasto similar a la estatal, ya que Hacienda sólo está esperando a la investidura de Álvarez Cascos en Asturias para convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera en que se establecerá el nuevo límite.

Precisamente este encuentro podría servir para que algunas comunidades comuniquen oficialmente a la desde este lunes vicepresidenta primera, Elena Salgado, que no serán capaces de cumplir con lo exigido para este año, un desfase máximo equivalente al 1,3 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB). Cataluña ya lo ha anunciado y la nueva presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha sido poco sutil a la hora de sugerir que le resultará muy complicado. En vista de los datos de déficit del primer trimestre, algunos de los dirigentes territoriales que aún permanecen callados también podrían verse obligados a admitir que se desviarán de lo planteado.

Reducciones de gasto, límites de déficit, escaso crecimiento y aritmética parlamentaria son quizá demasiados factores para conseguir que la elaboración de los presupuestos de 2012 no se convierta en un auténtico embrollo que, antes o después, tocará cuadrar.
 
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