EEUU-el resultado electoral muestra profundas divisiones

Johngo

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LA POLARIZACIÓN AFECTARÁ LOS DOS AÑOS DE GOBIERNO QUE LE RESTAN A OBAMA

La mayoría de los blancos y de los viejos optó por los republicanos, mientras que los negros y los jóvenes por los demócratas. En ciudades pequeñas ganó la oposición y en las grandes el oficialismo

EDWARD LUCE

El hecho de que el electorado estadounidense haya elegido el Parlamento más polarizado de los tiempos modernos, con los republicanos y los demócratas más separados que nunca, seguramente tendrá gran influencia en el futuro próximo.

Además, esta polarización extrema refleja al propio electorado: el martes pasado, nueve de cada 10 afroestadounidenses votaron por candidatos demócratas, mientras casi ocho de cada 10 blancos votaron por los republicanos.

Esta aguda división racial tiene su réplica en prácticamente cualquier otra medición demográfica. Ya se trate de los viejos, que salieron en bandadas para votar por el Partido Republicano, o de los jóvenes, que se presentaron de a cuentagotas para votar por los demócratas; de las pequeñas ciudades (con voto republicano) o de los grandes centros urbanos (con voto demócrata), los comicios pusieron en evidencia un mapa político cada vez más dividido. En 2008, Obama aprovechó esta situación asegurándose de que los grupos demográficos que lo favorecían votaran de a millones. Pero el martes, optaron por quedarse en casa y actualizar sus perfiles en Facebook.

La escala de la derrota no debe ser subestimada. Desde que los votantes estadounidenses le dieron la espalda a Franklin Delano Roosevelt en las elecciones parlamentarias de 1938, nunca el partido que controla la Casa Blanca perdió tantas bancas en el Congreso. Los demócratas perdieron por lo menos 60 escaños –11 más que los que perdió Clinton en 1994, un resultado que ya fue considerado una “victoria histórica” de los republicanos.

Como ocurrió en aquella ocasión, ahora la oleada arrastró a algunos demócratas veteranos. Desde Chet Edwards, el centrista texano, a John Spratt, presidente del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, y James Oberstar, el decano de su partido en Minnesota, ha pasado a retiro una generación de demócratas, y las huestes del partido quedaron especialmente escasas en el sur.

Entre los republicanos, que en apenas dos años han pasado de un estado moribundo a otro electrificado, se ven nuevas caras que, en muchos casos, corresponden a insurgentes del Tea Party cuyo desprecio por los demócratas es apenas mayor que el que sienten por los republicanos tradicionales. Cuando se analice a los nuevos legisladores republicanos, sus divisiones internas se harán aparentes. El tranquilo John Boehner, que será el próximo presidente de la cámara baja, tendrá que tomar lecciones de domador de tigres: su numerosa mayoría republicana contiene dos partidos, el del establishment y el de los insurgentes.

La competencia por las gobernaciones fue igualmente mala para los demócratas; los republicanos ahora controlan 33 de los 50 estados. Para Obama esto es particularmente alarmante porque contar con un gobernador amigo puede marcar la diferencia en una carrera presidencial disputada.

El único factor positivo para el presidente es que en las elecciones de mitad de término el presentismo siempre es bajo, de alrededor de 40% del padrón, contra aproximadamente 60% en las presidenciales.

Como estas elecciones correspondieron al final de la peor recesión desde la década de los 30, no es sorprendente que produjeran los peores resultados parlamentarios para un presidente desde aquella época. Dado el parecido con una montaña rusa que tiene la política de EE.UU., sólo un tonto haría pronósticos para 2012.

Financial Times
 

droblo

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Las casas de apuestas siguen viendo un demócrata como presidente tras las elecciones de 2012, una cámara de representantes en manos republicanas y no hay claridad en el Senado
 
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