La rotunda victoria electoral del primer ministro Boris Johnson el mes pasado ha provocado un estallido de optimismo entre las empresas y los consumidores británicos, según algunas señales tempranas de la economía.
El éxito de Johnson en asegurar una amplia mayoría parlamentaria, que puso fin a un período de estancamiento en Westminster, significa que el Reino Unido está en camino de dejar la Unión Europea el 31 de enero y comenzar un período de transición de 11 meses sin cambios.
También puso fin a la perspectiva de un cambio a la izquierda en la política británica. El Partido Laborista de la oposición había propuesto nacionalizar industrias clave, tomar participaciones en muchas otras empresas y más intervención estatal.
Sin embargo, algunos economistas se muestran escépticos sobre si el repunte de la confianza se traducirá en un impulso significativo del crecimiento, que ha perdido impulso desde el referéndum de Brexit en 2016 y se ha ralentizado a finales de 2019.
A algunas empresas les preocupa que la negativa de Johnson a contemplar la posibilidad de pedir una prórroga del período de transición de Brexit -aunque Gran Bretaña no haya sellado un nuevo acuerdo comercial con la UE antes de finales de 2020- corre el riesgo de crear otro “borde del precipicio”.
A continuación se presentan algunas de las primeras señales que muestran una mejora en el optimismo después de las elecciones del 12 de diciembre.
El viernes, Deloitte dijo que el 53% de los directores financieros eran más optimistas sobre las perspectivas de sus empresas que tres meses antes, la mayor cuota desde que se iniciaron los registros en 2008.
La encuesta de Deloitte se llevó a cabo completamente después de la elección y coincidió con el componente de las expectativas de negocio del Índice de Gerentes de Compra de Servicios (PMI) – un indicador de los negocios británicos muy vigilado – que alcanzó su nivel más alto en diciembre desde septiembre de 2018.
El PMI subió notablemente desde una lectura preliminar para el mes que se basaba únicamente en las respuestas antes de las elecciones, lo que indica una clara mejora del sentimiento después de la votación.
Sin embargo, el panorama general de la economía a partir del PMI se mantuvo consistente con un crecimiento nulo en el cuarto trimestre.
El público se mostró mucho más optimista sobre las perspectivas de la economía británica tras las elecciones, según una encuesta encargada por la empresa de tarjetas de pago Barclaycard.
La proporción de personas que dijeron tener confianza en el futuro de la economía subió 10 puntos hasta el 41%, la más alta desde marzo de 2017, según la encuesta de 2.000 personas realizada por Longitude Research del 17 al 19 de diciembre.
Sin embargo, en los últimos años los analistas han dudado de la importancia de la confianza de los consumidores en la economía.
Los británicos han estado entre los más pesimistas acerca de las perspectivas económicas de su país de todos los países de la Unión Europea, de acuerdo con los datos de la Comisión Europea, pero su gasto ha seguido impulsando la economía.
Por el contrario, mientras que la encuesta de Barclaycard mostró un aumento del optimismo entre los consumidores, el British Retail Consortium informó de un comercio navideño pésimo para las principales cadenas de tiendas.
Los empleadores británicos aumentaron la contratación de personal permanente de las agencias de empleo el mes pasado por primera vez en un año, según mostró una encuesta de la Confederación de Reclutamiento y Empleo (REC), otra señal de una mayor confianza empresarial.