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¿Por qué te podrían despedir?

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despedidoUna empresa no es un lugar al que uno va a pasar el rato. A una empresa (y me da igual que sea pública o privada), se va a trabajar. Te pagan por ello.

Lo mejor, lo ideal, es disfrutar de tu trabajo. Ya que la mayoría de los mortales que tenemos la suerte de tener un trabajo nos tenemos que levantar todas las mañana e ir a un sitio y pasar muchas horas, te recomiendo que lo hagas lo mejor que sepas y que además, disfrutes haciendo tu trabajo.

Por desgracia, esto no siempre es así, vagos y maestros del escaqueo, hay en todas partes y es verdad que hasta hace unos años, parece que a las empresas no les importaba esto demasiado y si así era, no hacían demasiado al respecto. Pero la situación ha cambiado y ahora ya no nos andamos con chiquitas. Desde Forbes nos desvelan los tipos de empleados a los que hay que despedir cuanto antes. Cualquiera de esta clase de individuos puede «contaminar» a todos los demás y podría hacer mucho daño dentro de la empresa:

Los perturbadores. Son aquellos que crean más problemas que soluciones. No se trata de algo puntual, sino que sus daños tienen más peso que sus logros en la empresa y además, no tiene intención de cambiar. Es el momento de cortarle las alas.

Los que prometen mucho y dan poco. Prometen mucho, pero dan poco. Hay gente que tiene una imagen propia demasiado sobrevalorada, y prometen que pueden hacer cualquier cosa, aunque se descubre rápidamente que tales habilidades en realidad no existen. Es difícil tratar con sus egos, pero con la colaboración de la persona afectada se puede tratar de encontrar un puesto de trabajo mejor, intentando evitar el despido.

Los que infravaloran los clientes. No importa si se trata de tiene un pequeño negocio o de una multinacional: los clientes son difíciles de ganar y fáciles de perder. Lo último cosa que una empresa necesita en este momento un trabajador, sea en la posición que sea, que no se esfuerce por mantener a los clientes.

Los vagos. La empresa es responsable de dejar claras las responsabilidades de los trabajadores y poner a su disposición las herramientas necesarias para hacer su trabajo, pero el trabajador tiene que poner todo su empeño en hacerlo. Y siempre los habrá que no lo hacen simplemente por pereza, porque ésta es su actitud ante la vida, y desde luego son una de las mayores lacras de la productividad.

Los que se escaquean. Hacen ver que sí, pero cuando se trata de tirar del carro, ellos nunca empujan. Serán productivos con las tareas más fáciles, o las que requieren menos concentración, pero no se puede contar con ellos para el trabajo duro. En momentos como el actual se necesitan trabajadores que si tienen que echar una mano en un campo que no es el suyo, lo hagan.

Los quejicas. Hay trabajadores que dedican la mitad de su tiempo a trabajar, y la otra mitad a buscar motivos por los que quejarse. No se debe ceder ante estos comportamientos y amenazas.

Los que desobedecen las normas. Todas las empresas tienen una serie de normas, ya sean más o menos rígidas, y están hechas para ser cumplidas. Si un empleado es un insubordinado, si rompe las reglas, si no respeta las normas, lo mejor es que abandone la empresa.

Espero que no estés entre ellos!!

¿Conoces a algún tipo más de personas a las que se debería despedir?

4 COMENTARIOS

  1. ¿Quién ha escrito este artículo? ¿El presidente de la CEOE? ¿Y que me dices si te digo que me escaqueo todo lo que puedo por que tengo un sueldo indigno y de vergüenza que me paga el empresaurio aprovechando la coyuntura de crisis actual?
    Que le den por culo a la productividad y al empresaurio.

  2. Y un tiempo después de despedir al quejica, resulta que se descubre que desde que se le echó los churros no saben igual. Que sus quejas no eran por fastidiar sino que estaba tratando de avisar de posibles problemas.

    En respuesta a la pregunta de si conozco a alguien más que se debería despedir, sí. Los directores y managers que se les infla el ego leyendo libros de autoayuda y de «éxito en la gestión», mientras no tienen ni la menor idea de hacer su trabajo, y los curritos tienen que estar apagando los incendios.

    Señores, que los que llevamos ya unos cuantos años en esto ya nos conocemos todos los cuentos y toda la palabrería.

  3. Estoy de acuerdo totalmente con Victor. Los jefes son personas y toman decisiones que unas veces pueden ser acertadas y otras veces no. En cuanto a despidos cuando no son casos evidentes, se basan en observaciones puramente subjetivas que nada tienen que ver con valorar el trabajo del despedido.

    Como muy bien dice Victor, los quejicas que son los que dicen las cosas como son y no como las quiere oir el jefe, son los primeros en caer. Son los que mas molestan al jefecillo de turno.

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