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Decálogo de malas prácticas en tu trabajo (y cómo evitarlo)

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Si tienes la suerte de estar trabajando deberías aprovecharlo al máximo, no todos tienen la misma suerte que tú. Si además eres un empleado «de lo más normalito» y metes la pata unas cuantas veces, lo más probable es que te despidan, piensa que ahora lo que sobran son personas dispuestas a trabajar, así que más te vale que te apliques en lo tuyo. Ya no sólo eso, las empresas además no están dispuestas a  tolerar malos comportamientos en sus empleados, pudiendo llegar a ser motivo de despido.

Forbes nos ofrece un decálogo de malos hábitos en el trabajo y cómo evitarlos:

1. Eres adicto al e-mail

En reuniones, con clientes o con tu jefe, no puedes separarte de tu BlackBerry. Crees que estás siendo productivo porque no se te escapa ni un mensaje, pero tus compañeros (especialmente cuando te están hablando) lo ven como un insulto.

Mirar constantemente tu smart phone transmite arrogancia. (Matt Eventoff, coach de New Jersey)

¿Cómo evitarlo?
Coloca la BlackBerry boca abajo. Si vas a una reunión, déjala en tu mesa. Si estás esperando un e-mail muy importante, házselo saber antes a tus compañeros. “Tu BlackBerry no esta convocada”, añade Eventoff.

2. Eres un pelota

Demasiados cumplidos en la oficina pueden darte una mala reputación.Decir que si a todo lo que diga tu jefe perjudica la imagen que das ante tus compañeros. Aún peor, el propio jefe puede ver en tu actitud de constantes halagos más una molestia que un diálogo constructivo.

¿Cómo evitarlo?
Echa un vistazo a las últimas cosas a las que has dicho que sí. ¿Hay algo en lo que no estés de acuerdo si lo piensas detenidamente? Decir no de vez en cuando demuestra tanto a tus compañeros como a tus jefes que tienes personalidad.

3. Eres un cotilla 

¿Estás realmente concentrado en tu trabajo o estás más pendiente de enterarte del último cotilleo? Esa necesidad de saberlo todo es una fuente de estrés para ti y para tus compañeros y pone en peligro tu puesto de trabajo.

¿Cómo evitarlo?
La única información que necesitas es la de tu horario, tus reuniones y demás eventos relacionados con tu trabajo. Tienes que evitar el impulso de meterte en una conversación que no te pertenece o que no atañe a tu puesto de trabajo. Si todo esto falla, plantéate invertir en unos auriculares.

4. Tus e-mails fallan

Si los compañeros que reciben tus e-mails se sienten amenazados por ellos en vez de recibirlos como un simple intercambio de información amistosa, es el momento de que revises tu forma de comunicarte. Un email no tiene entonación ni expresa emociones, es fácil que un correo corto se malinterprete como demasiado agresivo, exigente o impaciente.

¿Cómo evitarlo?
Acostúmbrate a leer tus propios correos antes de enviarlos y piensa cómo lo recibirías si te lo mandaran a ti.

5. Siempre pones excusas

Es verdad, te has olvidado del informe, pero no piensas admitirlo. No sabes responder a las preguntas de tu jefe pero intentas hacerlo de todos modos. El resultado es que no sólo tu pierdes el tiempo, sino que se lo haces perder a él.

¿Cómo evitarlo?
Ponte un recordatorio diez minutos antes de cada reunión con tu jefe, Es mejor dedicar 10 minutos de tu tiempo para juntar lo necesario para la reunión que dedicar 20 a inventarte excusas delante de todo el mundo.

6. Tienes demasiadas tareas

La norma en la mayoría de puestos de trabajo hoy en día es la de hacer muchas cosas al mismo tiempo, pero dicen los expertos que esto causa más problemas de productividad que mejoras. “Si se te ha perdido más de una cosa últimamente, puede que no estés tan preparado para hacer malabares como pensabas”, comenta Roy Cohen, asesor y autor de “Guía para sobrevivir en Wall Street”.

¿Cómo evitarlo?
Haz un esfuerzo para centrárte sólo en una cosa. Haz caso al e-mail o al télefono, pero no a las dos cosas al mismo tiempo. “Responde cada correo cuando acabas de leerlo y no contestes al teléfono hasta que hayas acabado”, aconseja Flannery.

7. Vas de diva

“Esto no está entre mis funciones”. Intenta no poner tantos límites a tu trabajo, como decir no a determinadas tareas que crees que no son parte de tu responsabilidad o exigir salir cada día a la hora en punto. Eso que ves como auto-protección, es excesivo tanto para tus compañeros como para tus jefes, y notarás que al final no te protege en absoluto.

¿Cómo evitarlo?
La próxima vez que te den una tarea que no quieres hacer, piensa en quién la hará si tú te niegas. Date cuenta que en tiempos de crisis, cuando las reducciones de plantilla están a la orden del día, todo el mundo acepta tareas que no son las propias, y de este modo ganan puntos para no estar en la próxima reducción.

8. Eres el ladrón de la oficina

Si siguen apareciendo bolígrafos que no son tuyos en tu escritorio, tienes un problema. Aunque lo hagas sin querer, a nadie le gusta verte con su lápiz, su grapadora o peor, su querida taza de del desayuno.

¿Cómo evitarlo?
Etiqueta tus cosas o házles alguna marca. Puede parecer una tontería, pero la próxima vez que veas algo en tu mesa que no tiene tu marca, intenta recordar a quién se lo has cogido y devuélveselo a su propietario.

9. Tu estilo no te ayuda

Una cosa es tu estilo personal, la otra cómo te vistes para ir a trabajar. Si tu jefe te recuerda que mañana tienes una reunión con un cliente para que escojas ropa apropiada, tienes un conflicto que puede costarte la siguiente promoción.

¿Cómo evitarlo?
Piensa en una persona de la oficina a la que admires, ¿cómo va vestida? ¿Por qué miran mejor la ropa de esa persona que la mía?. Imagina también su actitud cada mañana delante del armario. Luego véte de compras pensando qué es lo que quieres transmitir tú.

10. Estás irascible

“Un empleado enfadado es un empleado peligroso”, aseguran los expertos. Si te pones histérico cada vez que la fotocopiadora se atasca o cada vez que internet va despacio, deberías reconsiderar tu comportamiento. No sólo quedas mal ante tu jefe, si no que tus compañeros tampoco hablarán bien de ti.

¿Cómo evitarlo?
Haz una pausa antes de reaccionar a una situación que te estresa.

¿Qué otros malos hábitos crees que podrían ser motivo de despido? ¿Cómo solucionarlos?

7 COMENTARIOS

  1. Parecen los 10 pecados capitales, la verdad es que simplemente con un poco de sentido común es posible borrar cualquier tipo de mal hábito.
    En cualquier caso no veo que ningúno tenga tanto peso como para que te echen y además en muchos casos la gente que permance más tiempo en las empresas tienen varios másters en cada uno de ellos.

    curriculumalacarta.es

  2. El punto 2 y el 7 se contradicen… Al menos cuando tienes un jefe que considera qeu tu trabajo es todo lo que no le apetece hacer a el. ¿Le digo que no?

  3. hola,me siento muy mal porque el otro dia los nervios me traicionaron y acuse a un compañero de ladron .no me aparecia el bolso ,y estabamos el gefe y yo solos y le di a entender que sospechaba de dicho compañero y a mi gefe le sento muy mal ,y me dijo que esto no lo volviese a decir mas ,yo me disculpe le dije que sentia lo que habia dicho ,pero ahora estoy avergonzada ,como actuar apartir de ahora ?estara enfadado aun?

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