Pese a la escalada que el Euribor inició el año pasado, el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales disminuyó un 5% en 2022, alcanzando un total de 11.556, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto marca el fin de dos años consecutivos de aumentos de dos dígitos después de un aumento del 60,3% en 2021 y un aumento del 41,6% en 2020.
No obstante, este es el segundo año consecutivo en el que las ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual superan las 11.500, lo que sugiere que sigue siendo un problema importante. En los tres años anteriores, el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales no superó las 8.000.
Durante el cuarto trimestre de 2022, se registraron 3.049 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, lo que representa un aumento del 50,8% en comparación con el trimestre anterior, pero una disminución del 7,9% en comparación con el cuarto trimestre de 2021.
En 2022, se iniciaron 25.551 ejecuciones hipotecarias, un 22,3% menos que en 2021. De estas ejecuciones hipotecarias, 24.288 afectaron a fincas urbanas (que incluyen viviendas) y 1.263 a fincas rústicas.
Por comunidades autónomas, Andalucía lideró las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas, con un total de 4.362, seguida de la Comunidad Valenciana (3.344) y Cataluña (3.136). Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas usadas disminuyeron un 18,3% en comparación con 2021, mientras que las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas nuevas disminuyeron un 20,6%.
La estadística revela además que el 15,9% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en 2022 corresponde a hipotecas constituidas en 2007, el 14,9% a hipotecas suscritas en 2006 y el 10,4% a hipotecas firmadas en 2005.