La imparable subida de la luz

por Carlos Lopez

La imparable subida de la luz 4Según datos de Eurostat, nuestro país tiene uno de los precios de la energía eléctrica más caros de toda Europa que se ha encarecido aún más en este comienzo de 2020. Y no sólo eso, sino que la tendencia continua al alza, en parte porque cada vez hay menos usuarios en el mercado regulado y más en el mercado libre, en el que, casi inexplicablemente, los precios son más altos.

Y es que la liberalización del mercado de la electricidad en España, a pesar de que se pensaba que serviría que ayudaría disminuir los precios, gracias al aumento de la competencia, el efecto ha sido el contrario, ya que las compañías tienden a ofertar un mejor precio de la energía pero añadiendo servicios extras que llegan a constituir el auténtico negocio de estas empresas.

Además, la existencia de los peajes y costes fijos asociados al consumo eléctrico provocan que las 244 comercializadoras tengan un escollo insalvable a la hora de proponer descuentos visibles en sus facturas.

Nuestro país, tenía en el primer semestre de 2.009 la décima luz más cara de la Unión Europea. Es decir, de los grandes países, el nuestro era el que la tenía a precios más modestos, aunque fuese por encima de la media comunitaria. Ahora ocupa el quinto puesto, y su subida sólo se ha visto superada por la que ha tenido Letonia, que ha encarecido un 54,8% su recibo de la luz en esta década trascurrida. En nuestro país, factura eléctrica se ha encarecido un 52,38% en 10 años, frente a la media europea del 31,64%.

La explicación de las compañías señala siempre al mismo culpable (aunque la verdad sea que muchas veces es más bien un cómplice): el Estado, que controla dos de las tres partes de las que se compone la factura eléctrica.

La misma está compuesta por tres grandes conceptos:

  • La energía en sí, que supone un 37,48% del total de la factura y que, realmente es el único concepto de la factura en la que pueden influir las compañías con sus ofertas, tarifas especiales o servicios añadidos.
  • Los peajes, que suponen la parte más abultada del recibo, con un 41,14% del importe final del mismo. Dentro de este concepto se hallan se aglutinan conceptos como las subvenciones a las renovables, la distribución y transporte de la energía o el famoso déficit de tarifa.
  • El resto de la factura, el 21,38% los componen impuestos, tanto el IVA, como los especiales.

Aun a pesar de esta subida en la última década, un respiro para nosotros, pobres consumidores, es que, con respecto al año pasado, el importe de la factura eléctrica ha disminuido un 13,4%, lo cual tampoco es un gran hecho, dado que esta bajada se debió a que en octubre del año pasado, el Gobierno decidió suspender durante seis meses el cobro del impuesto del 7% a la generación eléctrica. Esto significó una bajada del 4% en la factura del consumidor, pero esta moratoria de 6 meses acabó en abril, lo que quiere decir que esta tendencia a la baja ya no existe.

En relación a esto, tampoco hay mucho mérito en comparar el 2.019 con el 2.018, ya que éste último, según Facua, fue el segundo más caro de la historia, sólo por detrás del 2.012. En 2.018, los consumidores hicieron frente a tres de las facturas eléctricas mensuales más caras de la historia.

En este sentido, Facua ha presentado al Gobierno un documento con sus reivindicaciones para reducir la factura eléctrica de las familias españolas, entre las que se incluirían la bajada del IVA de la electricidad al 4% y la creación de una tarifa regulada para todas las familias que no superen los 10 kilovatios de potencia contratada. Con estas medidas, la organización de consumidores argumenta que el usuario ahorraría de media casi 130 euros anuales, defendiendo que “los desproporcionados precios de la luz, la ausencia de competencia en el sector y la situación económica de las familias españolas” justifican el establecimiento de una tarifa fijada “para proteger a los consumidores”.

Por su parte, las medidas que el Gobierno ha ideado pasan por la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia, que ha aprobado su propuesta definitiva de peajes eléctricos, lo cual ya es un paso, aunque tenga que pasar todavía el trámite del Consejo de Estado. El contenido de la Circular consiste en el establecimiento de la fórmula para calcular lo que debemos pagar los consumidores por el transporte y distribución de electricidad. Las empresas van a cobrar menos que ahora por esas actividades, así que los consumidores vamos a pagar menos, una cantidad que se calcula en un 5,6% de media. Además, se establecerán seis periodos al día con peajes distintos, simplificado a tres para usuarios con menos de 15 kw contratados de potencia.

En Península, Baleares y Canarias será período punta, con peajes más altos de 10 de la mañana a 2 de la tarde y de 6 de la tarde a 10 de la noche de lunes a viernes. Período valle, con los peajes más bajos, de medianoche a 8 de la mañana de lunes a viernes, y los fines de semana y festivos nacionales durante todo el día. El resto de horas, de lunes a viernes, será período llano, con peajes intermedios. Ceuta y Melilla forman grupo aparte, con pequeñas diferencias respecto a lo anterior.

Estos cambios tendrían que entrar en vigor el 1 de enero. Pero se da por hecho que no se llegará a tiempo. Cuando todo esté listo, sin fecha concreta, las eléctricas tendrán un plazo de seis meses para reprogramar contadores y aplicarlo.

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