El Banco de España ha empeorado sus previsiones económicas descartando un escenario de recuperación temprana en lo que queda de año y prevé que la economía española registre una caída de entre el 10,5% y hasta el 12,6% en el conjunto del año en caso de materializarse la situación epidemiológica más desfavorable.
Así, prevé una caída de la tasa interanual de entre el 9,5% y el 12,3% en el tercer trimestre, que se corresponde con avances intertrimestrales del 16,6% y el 13%, respectivamente. De esta forma, Arce indicó que tras la recuperación “vigorosa” desde mayo, ha ido perdiendo intensidad en los meses de verano.
De esta forma, la institución empeora en la mayor parte de los casos sus previsiones de junio, ya que entonces auguraba una caída de entre el 9% y el 15,1% este año, un alza del PIB de entre el 6,9% y el 9,1% en 2021 y un repunte de entre el 2,4% y el 4% en 2022.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, indicó que la evolución reciente tanto de los indicadores epidemiológicos como de los de actividad económica conduce a descartar la materialización en el tercer trimestre del año del escenario de recuperación temprana, en el que se proyectaba un retroceso interanual del PIB del 7,3% para ese período.
Ante la “limitada información disponible” sobre la magnitud de los repuntes de contagios en las últimas semanas y la incertidumbre sobre su evolución, elabora sus previsiones bajo dos escenarios, contemplando en ambos la disponibilidad de una solución médica efectiva frente al Covid-19 tras el segundo trimestre de 2021 y sin tener en cuenta los fondos europeos, dada la “elevada incertidumbre” sobre la cuantía, el calendario para su recepción o la composición del gasto.
El informe subraya que el impacto de la crisis sobre la utilización del factor trabajo está siendo “muy severo”, si bien señala que el impacto laboral se ha visto amortiguado por los ERTE y el cese de actividad. Así, cree que en los próximos trimestres, el ritmo de mejora de la ocupación se verá atenuado, en consonancia con la evolución de la actividad y “mostrará una evolución muy heterogénea entre las distintas ramas de la economía”.
Según sus previsiones, el empleo caerá entre un 11,9% y un 14,1% este año y repuntará entre un 3,8% y un 7% y entre un 1,6% y un 2,7% los dos siguientes ejercicios, lo que situará la tasa de paro entre el 17,1% y el 18,6% este año. En 2021 oscilaría entre el 19,4% y el 22,1% y ya en 2022 bajaría a una horquilla de entre el 18,2% y el 20,2%.
Por lo que respecta a las cuentas públicas, estima que el déficit público registrará un fuerte aumento en 2020, situándose en el 10,8% y el 12,1% del PIB en cada uno de los dos escenarios considerados. A pesar de que estas ratios disminuirían a largo del horizonte de proyección, a entre el 7% y el 8,2% en 2021 y a entre el 5,8% y el 8,2% en 2022, avisa de que permanecerá en cotas “muy elevadas”.
Por su parte, la deuda pública experimentaría en 2020 un aumento de más de 20 puntos en el escenario 1 y de unos 25 en el escenario 2, hasta situarse en el 116,8% y el 120,6% del PIB, respectivamente. Esta ratio continuaría aumentando en los dos años siguientes: entre el 115,4% y el 125,6% en 2021 y entre el 118% y el 128,7% en 2022, en función de cada escenario.