El oro muestra su potencial como valor refugio ante la expectativa de bajada de tipos de interés

por Marc Fortuño

Desde la crisis, la Reserva Federal y muchos de sus homólogos mundiales han mantenido bajos los tipos de interés y han utilizado políticas como la relajación cuantitativa, o la compra de bonos y otros activos financieros, para impulsar la asunción de riesgos, lo que a su vez ha ayudado a los titulares de activos financieros.

Durante ese tiempo, el monto de la deuda de las empresas y del gobierno ha aumentado, lo que ha puesto a los bancos centrales en la posición de tener que mantener bajos los tipos de interés. La Reserva Federal se embarcó en un programa en el que trató de normalizar la política, pero ahora se espera que regrese a la modalidad de relajación, ya que reduce los tipos de interés y detiene la reducción de las tenencias de bonos en su balance general.

Tras la reciente sugerencia del Banco Central Europeo de comprar bonos o de reducir los tipos de interés para apoyar a la economía en declive, las expectativas de que el Banco de Japón podría ser el próximo en facilitar la política monetaria y que los bancos de los mercados emergentes probablemente sigan una senda similar.

Además de las señales de un empeoramiento de la desaceleración económica mundial, ese  identificó una serie de riesgos que podrían surgir en los próximos meses para obligar a los responsables de la formulación de políticas a aflojar las políticas. Estos incluyen el empeoramiento de las disputas comerciales entre los Estados Unidos y sus socios comerciales; las tensiones ya mencionadas entre los Estados Unidos e Irán; y el impacto de Brexit y otras cuestiones económicas y políticas en Europa.

Ante este contexto, el oro parece tener una posición atractiva y ha disfrutado de un avance bastante espectacular en 2019. El aumento de más del 12% hasta alcanzar los 1.445 dólares la onza.

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Los signos de una política monetaria cada vez más agresiva por parte de los bancos centrales de todo el mundo han sido un importante impulsor del oro en los últimos tiempos, ese clásico escudo contra las amenazas inflacionarias. Y la perspectiva de tipos de interés más bajos debería apoyar la demanda de inversión en oro en la segunda mitad de 2019.

Las compras de oro físico por parte de los bancos centrales deberían seguir siendo positivas “en un futuro previsible, lo que debería contribuir a reducir la demanda de los consumidores. Señala que estas compras netas de estas instituciones alcanzaron las 247 toneladas en los cinco meses hasta mayo y a un coste de 10.000 millones de dólares.

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