Ni PIB, ni paro, ni IPC… lo que realmente puede llevar a España al colapso es el declive demográfico del país que nos ha llevado a que en este año hayan habido más muertes que nacimientos. En el primer semestre de 2018 España tuvo un crecimiento vegetativo negativo de 46.590 personas. A lo largo de los seis primeros de 2018 se registraron 226.384 fallecimientos mientras que se registraron solo 179.794 nacimientos.
En cuanto al saldo vegetativo –nacimientos menos defunciones– fue positivo en el primer semestre de 2018 en tres autonomías: Madrid, con 3.714 personas más; Murcia (997), e Islas Baleares (428). Por el contrario, los saldos más negativos se produjeron en Galicia (-9.135 personas), Castilla y León (-7.857) y la Comunidad Valenciana (-5.959).