Lee Jae-yong, el empresario surcoreano heredero del poderoso conglomerado Samsung, fue condenado este viernes a cinco años de prisión por varios delitos de corrupción relacionados con el caso de la Rasputina surcoreana, que afecta a la élite política y empresarial del país asiático y que terminó con la destitución de la entonces presidenta del país, Park Geun-hye.
En una de las sentencias más esperadas de los últimos meses, un tribunal de Seúl consideró a Lee, de 49 años, culpable de soborno, malversación de fondos, perjurio y ocultación de bienes en el extranjero. El fallo es, sin embargo, sensiblemente menor a los 12 años que había pedido la Fiscalía.
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