Comentaba el cómico Will Rogers que la diferencia entre la muerte y los impuestos es que la muerte no empeora cada vez que el congreso se reúne y es que ya lo dijo Benjamin Franklin En este mundo sólo hay dos cosas seguras: la muerte y pagar impuestos.
Yo temo más a los impuestos que a la muerte ya que creo que después de la muerte no hay nada pero sé que después de los impuestos, vienen más impuestos.
Quizas la mala imagen que tienen los impuestos se debe a que sabemos que gran parte de lo que se recauda se gestiona mal y otra gran parte directamente se roba, si tuviésemos la certeza de que se distribuían bien la mayoría de nosotros lo veríamos como algo positivo y necesario.
Así que me hago la pregunta ¿Funcionan mejor los países con mayores impuestos? ¿Qué ocurre con los que recaudan menos?.
Recientemente la OCDE ha publicado un informe sobre los impuestos sobre los salarios (habría que añadir también los impuestos indirectos, pero creo que este es un buen comienzo) y el top 10 está copado por países europeos.
Mientras que las naciones europeas tienen las tasas impositivas más altas tanto para los individuos como para las familias, también encontramos a algunos países de viejo continente con cargas impositivas por debajo de la media del 36% de la OCDE y son: Polonia con 35,8%; El Reino Unido en el 30,8%; Irlanda, con un 27,1%; Y Suiza con un 21,8%.
Si nos vamos a la parte baja de la tabla vemos a Chile con un 7%, Nueva Zelanda con el 17.9% o EEUU con el 31.7%
Intentar sacar una conclusión con estos datos es demasiado aventurado ya que faltan muchos datos que analizar y comparar, no obstante esperaba unos resultados distintos en el que los países top de calidad de vida estuviesen entre los más recaudadores y ver a Suiza o Nueva Zelanda en la parte baja me hace replantear mis prejuicios.
Eso si, creedme si os digo que nada me gustaría más en este mundo que tener que pagar cada mes 20.000€ de impuestos.