Algo pasa con Twitter: del favorito al “corazoncito”

por David Rubio

twitter-loveYa no hay estrellas. Ahora es un corazón. Para designar un tuit como favorito ahora debemos darle a un símbolo con forma de corazón y no a una estrella. Seguro que muchos lo habéis notado. En realidad, todo sigue igual para al usuario. Pero no para Twitter, red social que vive un momento de cambio.

¿Por qué un corazón? Aunque parezca una tontería (de hecho, lo es) los símbolos usados en las redes sociales tienen gran importancia para muchos usuarios. Prueba de ello, es la fiebre que se desató en Facebook cuando se rumoreó que iba a llegar el botón de “no me gusta”. Todo fue una malentendido. Zuckerberg no quiere que perdamos todas nuestras amistades por un maldito botón…

En realidad, Facebook introdujo una batería de botones bajo el nombre de “reactions”, que incluye “me intristece”, “me asombra” o “me enfada”. Por cierto, ha eliminado estos días “me alegra”.

Y si Facebook presta atención a cuestiones como esta, es que importan. Twitter ha introducido el corazón como símbolo porque tienen un impacto visual mucho mayor y está asociado al concepto “me gusta” de forma más directa que la estrella. Por ejemplo, Instagram lo usa. Pero más allá de simbologías e impacto visual, es evidente que Twitter está empezando a cambiar la piel.

¿Por qué una red social tan exitosa no consigue ser rentable?

Twitter nunca ha alcanzado grandes cotas de rentabilidad a pesar de su tremenda presencia en la red. Para muchos usuarios es la preferida por su agilidad. Ninguna red social logra esa sensación de estar informado al segundo, de compartir instantáneamente la reacción ante cualquier suceso. La limitación de caracteres de un tuit obliga a ser preciso o ingenioso. Aunque llegó después que Facebook, tal vez Twitter encarne mejor que nadie la revolución de las redes sociales. Pero no es rentable. Y todo lo demás no importa si siguen teniendo pérdidas.

En octubre anunció la reducción de un 8% de su plantilla de unos 4.100 empleados. 300 trabajadores debían dejar su puesto de trabajo. Un síntoma inequívoco de que algo no funciona en Twitter.

Durante la conferencia para desarrolladores de esta red social a finales de octubre, Jack Dorsey, nuevo CEO de la compañía tras la dimisión de Dick Costolo, admitió que Twitter los necesita y les pidió disculpas. Twitter funciona bastante bien, pero lo podría hacer mejor, y en eso tienen mucho que ver los desarrolladores.

Muchos usuarios no habituales no acaban de conectar con los hashtags o los retuits. Así lo reconoce Madhu Muthukumar, responsable de producto, en declaraciones a la BBC: “Muchos no saben a quién seguir. No saben lo que está pasando. Trabajamos en fórmulas para entender Twitter sin tener que comprender los hashtags o los retuits”.

Pero el problema central de esta red social es la gestión de la publicidad. No ha sabido rentabilizar a sus millones de usuarios a través de la publicidad como han hecho otras redes sociales como Facebook u otras plataformas como YouTube, auténticas máquinas de hacer dinero a través de distintas fórmulas de anuncios y contenidos promocionales.

Mientras tanto, otras redes sociales pegan fuerte, como Instagram o Snapchat. Y las que puedan venir. Twitter, al contrario que Facebook, no ha conseguido resolver sus crisis tal vez por una cierta falta de cintura para adaptarse a los cambios e introducir novedades.

La inclusión del corazón sustituyendo a la estrella es una forma de decir: “vamos a cambiar, vamos a dejar de ser tan tozudos, vamos a tratar de ser rentables”. Pero para lograrlo, lógicamente, necesitarán algo más que un corazón.

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