El que la deuda pública española (oficial, que la real suma más) ronde el 100% del PIB es grave. Lo es más aún que la deuda exterior española sea tanta –es el segundo país del mundo, tras los EUA que más tiene- porque convierte en dependientes de la inversión exterior a instituciones públicas y a empresas privadas. Sin embargo debido al exceso de liquidez provocado por los bancos centrales del mundo, no hay demasiado problema en conseguir colocar toda esa deuda y además hacerlo en unos tipos de interés tan bajos que de hecho están en mínimos históricos, como le pasa al Euribor. Esto es una gran noticia, justo cuando más se necesita la financiación (porque la crisis económica ha reducido los ingresos y aumentado los gastos) la obtenemos abundante y barata.
(El principal objetivo de bajar los tipos de interés cuando hay crisis es desincentivar el ahorro y aumentar el consumo y la inversión en economía real. No está funcionando porque el ahorro se va a renta fija y variable que están dando una gran rentabilidad dado que el sector financiero invierte en esos activos y no en la economía real. Pero ese es otro tema)
El caso es que debemos ser conscientes que esta situación no sólo es temporal, es que además no depende de nosotros porque si cambia el ciclo de los tipos de interés en el mundo o sube la inflación en Alemania, los datos españoles no van a determinar la acción de BCE. Antes o después los tipos de interés subirán; pronto o tarde nadie lo sabe (se daba por hecho que los EUA y Reino Unido lo harían este año y ya no lo parece por ejemplo) pero si no queremos repetir los errores debemos estar preparados y no confiarnos. Un hipotecado poco puede hacer para cubrirse de una futurible subida de tipos aparte de intentar ahorrar –si puede- la parte de cuota que paga de menos últimamente porque las hipotecas que hay a tipo fijo son carísimas y los seguros para protegerse –los famosos swaps- no resultan accesibles a precios razonables para una persona. Sin embargo, una gran empresa que sí puede conseguir un seguro contra posibles subidas de los tipos de interés, ¿no tendría sentido que lo suscribiera ahora? Y lógicamente, como pasa a todo seguro, tendrá su coste.
Hace algunas semanas el actual equipo de gobierno de Madrid denunció que durante la época de Gallardón se contrataron unos swaps para cubrirse de una posible subida de tipos de interés y que ese coste lo estaban teniendo que pagar ellos. Seguro que si fuera al revés, que Carmena los hubiera contratado y hoy gobernara el PP, la queja sería a la inversa. No creo sea una cuestión ideológica ni siquiera española porque de hecho el mismo problema ocurre en otros ayuntamientos europeos de diversos colores políticos. Hoy se sabe que fue un error pero tras la caída de L.B. que llevó al euribor casi al 6% y tras la crisis de 2012 que llevó a la rentabilidad del bono español a diez años por encima del 6%, tiene sentido financiero contratar un seguro por si un episodio similar vuelve a ocurrir.
Yo no he visto las operaciones, no pongo la mano en el fuego por nadie, lo mismo las estudio y descubro que hay números que no me cuadran que podrían significar abuso por parte del banco o incluso comisiones bajo cuerda para hinchar las primas y entonces sí que habrá motivos para criticar. Pero que gente que ni sabe lo que es un swap, critique que un equipo de gobierno de una ciudad muy endeudada se gaste una prima para cubrirse de una posible subida de los tipos de interés, es absurdo. Nos hemos pasado años denunciando la falta de previsión de las autoridades que actúan como si nunca fuera a ocurrir una crisis, y ahora se quiere criticar a una administración se ha querido proteger de lo que pudiera pasar; es injusto, de hecho esa debería ser una de sus labores. Y si esa labor cuesta dinero, qué le vamos a hacer. Es como el que contrata un seguro de vida pensando en el bienestar de su familia, se tira años pagándolo y aún sigue vivo: fue una mala decisión que le ha costado dinero pero su intención no era mala y en su momento tenía lógica financiera.
Ya sé que estamos en campaña electoral pero bastante hay por criticar de las cosas que se han hecho mal como para que haya que hacerlo también con las decisiones razonables. Y desde luego tomar medidas, tanto a nivel individual como institucional como empresarial, para que la futurible subida de los tipos de interés (y eso que yo no la veo cercana en el tiempo en la Eurozona) sea lo menos dañina posible -dada la enorme cantidad de deuda que hoy existe- es lo más sensato.