¿Quieres ser un semental en Tinder? Habla el experto:

por David Rubio

Dicen que Tinder es el no va más del ligoteo en internet. La aplicación nacida en 2012 se consolidó el año pasado y ya es una de las app más utilizadas para conocer gente tinder-sementala través de la red. Sí, “conocer gente” es un eufemismo. Tinder es para eso que estás pensando.

Decidí acudir a un experto en la materia para desentrañar las claves del universo Tinder. Este experto ha multiplicado sus ligues gracias a la aplicación. No es Brad Pitt, pero tiene la dentadura completa… Un tipo del montón, pero desde que está en Tinder no para. ¿Cómo lo hace?

  • Selfies. Esta aplicación está asociada al perfil de Facebook, por los que solo podrás usar fotografías que aparezcan en esta red social. Manos a la obra. Es el momento de pulir esos selfies. Mira a la cámara como diciendo: “tengo algo que necesitas, pero igual no te lo doy, depende como te portes”. Frunce el ceño, como que conoces todos los secretos, pero que no los revelas porque estás demasiado liado con el trabajo y con tu labor en una ONG los fines de semana y los martes por la tarde.

 

  • Deportista, trabajador y amigo de tus amigos. Según me comenta el experto son seis fotos. Se trata de sacar instantáneas en diferentes contextos para generar interés. Da igual que no sepas nada de surf. Es imprescindible una foto con una tabla de surf  mirando al horizonte. Alquila un neopreno y pídele un segundo la tabla a un surfero. Dile que es para Tinder. Lo entenderá. También será necesaria una foto de traje de ceremonia. Que se note que tienes amigos aunque sea mentira. Por último, debes incluir una foto poniendo cara de interesante mientras haces una presentación en un congreso. ¿Qué nos has ido nunca a un congreso? No importa, lo que necesitas es que parezca que ganas mucha pasta aunque trabajes de reponedor en el Carrefour. Nos quedan tres fotos. Un selfie con camisa blanca y un poco arremangado tipo político de nueva hornada, una foto en París (¿no has ido a París? Photoshop) y una con un perro (vale el del vecino del entresuelo).

 

  • Afina la descripción de tu perfil. Recorre los perfiles de tus rivales de Tinder o las cuentas de Twitter de algunos influencers. Lo que buscamos es una frase exageradamente pedante que demuestre nuestra inquebrantable suficiencia. Somos los amos. Podríamos arreglar los problemas del mundo con nuestra elevada filosofía de vida, pero no lo hacemos, porque tampoco nos gusta abusar.

 

  • Llegan los matches. Con esas fotos en el perfil y la descripción nos lloverán “me gusta”. Lo que tú quieres es ligar. Punto. Responde a todos los “me gusta”. Luego ya veremos. Mientras chatees no vayas demasiado al grano. Di que tienes varios congresos la próxima semana, pero que entre vuelo y vuelo a Estrasburgo a lo mejor tienes un hueco. En realidad estás en casa con la temporada 12 de Padre de Familia en DVD, tal vez en calzoncillos y con una Mahou de 50 cl. Pero eso, a las chicas, no les interesa.

 

  • Y las citas. ¿Recuerdas aquella frase de Homer Simpson?: “a las mujeres les gusta lo que yo les diga”. Repítetela en el espejo mientras te pones la camisa blanca, te remangas y te cuelgas un pase de un congreso. Lo puedes pedir prestado y cambiar la foto. Llegas a la cita con una maleta de portátil (puedes rellenarla con papel de periódico) y el pase del congreso dando tumbos en tu cuello. “Buff, es que acabo de aterrizar”. Obviamente necesitarás tener un poco de labia. Aunque hayas visto a Glenn Quagmire de Padre de Familia sedar los martinis de sus citas, no te lo aconsejamos porque es ilegal.

 

  • No lleves condones. Eso es de cobardes.

Si sigues estos consejos al pie de letra, te convertirás el semental más grande que haya conocido Tinder. Palabra de experto. De mi amigo experto…

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