El Ibex se tiñe de rojo tras las elecciones y el factor Grecia

por Carlos Lopez

El domingo tuvimos una de las jornadas electorales más intensas que yo recuerde, marcando un hito histórico por el gran reparto de poder que acapararan los diferentes partidos políticos. Una fiesta democrática siempre está bien vista por los electores, no hay dudas, pero debemos matizar que en un escenario en el que el poder institucional se encuentre tan repartido genera una gran inestabilidad institucional, un factor de riesgo país clave para atraer inversiones y enfocar las políticas económicas de un territorio… Todo dependerá de la voluntad de pactos, si hay consenso para gobernar y que no haya un sinfín de boicots partidistas que hagan imposible la gobernabilidad de los territorios.

Los resultados de los últimos comicios han sido que el Partido Popular pierde 2,5 millones de votantes en estas elecciones, se queda sin ninguna de las mayorías absolutas en las comunidades autónomas, salvo el caso de la ciudad autónoma de Ceuta, aún así ha sido el partido más votado en España.  Por su parte, el Partido Socialista ha sufrido un gran retroceso en las grandes ciudades pero ganó en Extremadura y Asturias, y en otras seis comunidades autónomas, aún siendo segunda fuerza, podrá gobernar con la ayuda de Podemos. Por su parte Podemos, mediante las candidaturas de unidad popular, han conseguido ganar en ciudades tan importante como son Madrid y Barcelona, en Zaragoza aunque como segunda fuerza la posibilidad de pactos con las demás fuerzas, le darían la llave de la ciudad. Por último Ciudadanos, ha conseguido ser la llave de gobernabilidad en La Comunidad Madrid, Castilla y León, La Rioja y Murcia, y aún siendo la tercera fuerza más votada del país, no ha cubierto las expectativas del último informe del CIS.

Un aspecto que verdaderamente preocupa de la política española es que a pesar de que el Gobierno de Rajoy ha disfrutado de una mayoría absoluta, no ha mostrado una contundencia en las reformas económicas para corregir los desvíos presupuestarios, ni hacer una reforma laboral y administrativa profunda, esto de ha traducido en un incremento de deuda pública hasta llegar a los 1,047 billones de euros, un 99% sobre el PIB español. En mi opinión, lo peor de todo es que en la actual legislatura ya no queda tiempo para llevarlas a cabo, y aunque hubiera tiempo, en noviembre se presentan las elecciones generales y los entornos electorales son contrarios a la aprobación de reformas por el impacto negativo al votante.

Si el riesgo país se incrementa en España, en Grecia se está desbordando… Y es que el domingo pasado el ministro de interior griego, Nikos Vutsis aseguró que el Gobierno no podrá hacer frente a los próximos pagos que vencen en en el mes de junio por un total de 1.600 millones de euros porque simplemente el dinero no está. Las negociaciones con los acreedores (Comisión Europea y FMI) siguen en estado de bloqueo porque Grecia no quiere ceder en aspectos como recorte de salarios y pensiones, la liberalización del mercado laboral y la reforma del IVA. La situación es complicada, no hay dinero, no hay voluntades y los vencimientos se acercan… A  todo esto recordar que Grecia está sangrando con una fuga de capitales de 33.000 millones de euros, lo que supone el 18% del PIB, para más inri todas las proyecciones de crecimiento y superávit presupuestario han quedado obsoletas ante la nueva realidad económica que se ha engendrado el Gobierno de Syriza.

Como vemos la política está adoptando un papel realmente influyente, por  lo que los mercados están descontando tanto los factores internos y como los externos. En concreto, nuestro Ibex 35 reaccionó con una pérdida del 2,01% hasta los 11.322,30 puntos, mientras que el euro se va por debajo de los 1,10 dólares. Probablemente el factor que más peso haya tenido es Grecia ya que si nos comparamos con la reacción de otra bolsa periférica como es la Bolsa italiana, ésta se dejó un 2,09%, niveles muy parecidos a los nuestros. Los sectores que lideraron las caídas fueron banca, energía y constructoras que son sectores fuertemente regulados por lo que el impacto político añade volatilidad. Al mismo tiempo el mercado de deuda estuvo bastante tranquilo porque la prima de riesgo se mantuvo en los 117 puntos básicos por lo que la rentabilidad del bono español se encuentra acercándose al 1,8%, esta peculiaridad se da a la vez que  Wall Street, Alemania y el Reino Unido, permanecieron cerrados por festividad.

En definitiva, muy complicado todo, con demasiada inestabilidad, por lo que la economía está temporalmente en un segundo plano y la política encabezará titulares, al menos en el corto y medio plazo, veremos como siguen las negociaciones en Grecia y como se forma el el tejido político español.

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