La semana pasada, coincidiendo con el Día Internacional de la Juventud, el INJUVE (Instituto de la Juventud de España), hizo público el Informe Juventud en España 2012. El estudio, que tiene una periodicidad cuatrienal, refleja la situación de las personas jóvenes en España (entre 15 y 29 años de edad) en aspectos como los valores, la economía, el empleo, la formación, la salud y el tiempo libre. El informe se elabora en base a una encuesta específica con una muestra de 5.000 personas, así como con datos extraídos de una treintena de fuentes secundarias INE, CIS, Eurostat, etc.
El objetivo clave de este informe es la elaboración de un diagnóstico de la situación económica, social y cultural de los jóvenes de nuestro país con el objeto de reconocer los obstáculos a los que se enfrentan en su desarrollo personal y profesional.
El informe cifra la población juvenil en España en 7,5 millones de personas de entre 15 y 29 años, lo que representa un 15,6% sobre el conjunto de la población. De acuerdo con la encuesta, este colectivo está mayoritariamente satisfecho con su vida. De hecho, el nivel de satisfacción (una media de 7,6 en una escala del 1 al 10) se sitúa por encima de la media de la Unión Europea (7,3).
Si nos centramos en la situación laboral, a los jóvenes les afecta, y mucho, la recesión en sus proyectos de vida. Tardan más en emanciparse, tienen menos recursos, sufren el paro y no les queda más remedio que buscarse la vida como autónomos o en el extranjero.