Tal y como leo aquí, en 1980, Bankunión (antepasado del Banco Urquijo y actualmente del Banco Sabadell) sacó a la luz el comic en el que Mortadelo y Filemón contaban a un tipo anónimo la historia del dinero, con la participación de Súper y Bacterio y su máquina del cambiazo (llamada aquí máquina espacio-tiempo).
Fue tal la aceptación de este álbum “aislado” que 2 años después contaría con una nueva edición obra de Bankunión y del Banco Hispano Americano (ambos se fusionarían en 1984) con el lema Bruguera, la historia volvió a aparecer a razón de dos páginas por número en un suplemento de tebeos de el Periódico de Cataluña. Y es en 1989 cuando La Caixa adquiere los derechos de la Historia del Dinero, y edita el álbum en tapa blanda, remontando la historia y añadiendo algunas páginas que explican, por imposición de La Caixa, que son las cajas de ahorro.
Lejos quedan aquellos años de Mortadelo, el Banco Hispano Americano y los fajos de billetes de 5.000 Pesetas. No cabe duda de que el dinero tal y como lo conocemos cada vez se usa menos en la medida en que el plástico de las tarjetas de crédito y débito ocupa su lugar. Tanto es así que incluso algunos países, como Suecia estudian directamente eliminar el dinero y como representante de los nórdicos veamos que nos cuenta Bjorn Ulvaeus, ex integrante del grupo ABBA
No hay razones prácticas claras, hasta donde puedo ver, para seguir utilizando billetes y monedas.
El otro día también lo comentaban en El País, sugiriendo al país nipón como un buen laboratorio para experimentar sobre los nuevos usos del dinero.
Francisco Cortés, profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Almería, considera que Japón es el banco de pruebas “ideal” para llevar a cabo este experimento, tanto por su situación macroeconómica como por su desarrollo tecnológico. “La población nipona está muy avanzada en esta materia: el uso de tarjetas de crédito y del móvil es muy habitual en las transacciones comerciales”. Sobre la posibilidad de que esto acabe por extenderse, reconoce que sería muy difícil, sobre todo en España. “Nuestro país cuenta con una escasa cultura financiera. El ciudadano de a pie todavía considera el billete como único activo asociado al dinero. Además de verlo como un instrumento para el fraude en un sistema donde la economía sumergida representa el 20% del total”.
Entonces, ¿cómo hemos llegado a esta situación tan inimaginable hace años de pensar en eliminar el dinero en efectivo? El primer culpable lo tenemos en las tarjetas de crédito. Sin ir más lejos, en plena crisis este año su uso se ha incrementado en un 6.7% y pese a reducirse un poco el número de ellas en España tenemos nada menos que 75 millones de tarjetas de crédito, más de 2 por persona mayor de edad.