El presidente del Gobierno admitió públicamente, en su primera conferencia de prensa, las ventajas de una contratación temporal, por la razonable razón (valga) de que siempre será mejor trabajaruna temporada, por corta que fuere, que ninguna. Al día siguiente, los medios de información lanzaron a la calle el llamativo epígrafe siguiente: “El presidente del Gobierno da luz verde al despido libre”, o algo muy parecido
Este comienzo de artículo, que parece tan de actualidad corresponde a un artículo de El País del año 83 y como habréis podido comprobar estos días, el coste del despido en España sigue siendo un tema candente. El riesgo que se corre en este debate es el de querer equiparar el despido libre con el despido gratuito ya que actualmente cualquier empresa que quiera despedir a alguien, lo puede hacer con un cheque por medio, por tanto el despido libre en cierta manera existe.
El principal problema de este debate, es que se está realizando en un momento inadecuado ya que las ventajas del despido barato se aprecian por los ciudadanos en entornos de crecimiento. Una empresa contrataría más fácilmente si tiene la seguridad de poder descontratar con la misma facilidad en un futuro y claro, ahora estamos en época de descontratar por tanto no nos interesa cambiarlo, al menos ahora. Pero de nuevo tenemos otro problema añadido, si la empresa quiebra el despido a parte de libre puede ser gratuito ya que todos van a la calle ¿Que hacer en ese caso?.
Afortunadamente, si miramos a nuestros vecinos Europeos podremos inspirarnos en las políticas laborales de más éxito y teniendo en cuenta que somos el país de la UE con una tasa de paro más alta estamos en posición de aprender y no de dar lecciones, veamos que nos contaba El País hace un año.
Dinamarca no es sólo el país de la UE con menor tasa de paro (2,7%), sino también en el que más se cambia de empleo -un 30% de los trabajadores lo hace cada año-. A los empresarios daneses despedir les sale gratis (en casi todos los casos sólo se exige un aviso tres meses antes). Y los parados daneses reciben un generoso subsidio (90% del salario durante cuatro años, con un tope de 2.000 euros al mes). “Lo mejor de la situación danesa es que los ciudadanos tienen mucha confianza en cómo funciona su mercado laboral y que no temen a los cambios de empleo”, mantiene Ton Wilthagen, profesor de la Universidad de Tilburg, en Holanda.
A muchos les suena contradictorio. ¿Podría ocurrir lo mismo aquí?. Veamos un pequeño matiz.
“Cada país tiene que encontrar su solución, en España quizá se pueda dotar con más dinero la prestación de desempleo a cambio de reducir el tiempo de cobro. Y desde luego hacer formación en el puesto de trabajo, que aquí apenas se hace. En Finlandia apostaron por eso y luego salen cosas como Nokia. La idea es mejorar las habilidades para tener más opciones”, abunda.
Creo que aquí está la clave y el punto de negociación entre patronal y sindicatos, básicamente el acuerdo debería ser así: “Despido libre sí, siempre y cuando me dejes al empleado lo suificientemente preparado como para que encuentre un trabajo inmediatamente”. Lo que no podemos tener es lo peor de cada país tanto para el empresario como para el trabajador
Otro punto importante a meter en la negociación es el de despido libre para todos, eliminando los contratos blindados de ciertos directivos ya que si lo que necesitamos es ahorrar, dónde más se pueden acortar costes es empezando por arriba.
Pero no olvidemos un dato y es que el despido español, el más caro de europa:
La diferencia respecto a otros países como Alemania es abismal. Ya que el caso alemán no contempla la obligatoriedad de que el empresario pague una indemnización al trabajador en el caso de que lo despida. Pero, esto no lleva a que no se realicen habitualmente compensaciones al trabajador. Si el empresario realiza un despido improcedente, la empresa siempre tiene la obligación de readmitir al trabajador. En el caso en el que no quisiera readmitir al empleado, el empresario suele pactar una indemnización con el afectado. Por el contrario, en España el trabajador goza de la seguridad de una indemnización por ley de 45 días por año trabajado.
En cuanto al país galo, la situación es la que más difiere de la española. En Francia la indemnización mínima es de 6 días por año trabajado. Aunque la cuantía final podría ascender si así se contemplara en el convenio colectivo o en el contrato que el trabajador firmó inicialmente. En muchas ocasiones, se recurre a la inclusión de cláusulas que mejoren la indemnización respecto al mínimo legal o a la que le correspondería por convenio.
Por tanto, el coste del despido es algo de lo que se lleva hablando desde el 83 avanzando muy poco y teniendo en cuenta que algo falla, creo que deberíamos replanteárnoslo pero siempre con condiciones que no dejen al trabajador completamente desamparado ni al empresario arruinado. Pero bueno, que las medidas impopulares las tomen otros.