Después de ver esta película de Sofía Coppola, uno se queda con varias sensaciones, la primera es lo rica que está Scarlett Johanson, la segunda es el gran talento interpretativo que tenía escondido Bill Murray (aunque ya lo demostró en “Atrapado en el tiempo”) y la tercera es lo raro que es Japón y los japoneses.
Muy a menudo recordamos y mencionamos la economía del país del sol naciente por analogía con lo que ocurre ahora a escala mundial (burbujas y deflación) pero al igual que el crash del 29, estos días nos toca estudiar un poco qué ocurrió en ambos episodios económicos tan distantes uno en el espacio y el otro en el tiempo.
Para ello echo mano del artículo que hay escrito en la Wikipedia en Inglés el cual os traduzco libremente para entender mejor aquella compleja economía.
Pese a la imagen tan moderna que tenemos del país nipón, en 1955 aproximadamente un 40% de la mano de obra aún trabajaba en la agricultura, aunque este porcentaje se redujo gradualmente al 17% en 1970 y al 7,2% en 1990. A finales de los ochenta, el gobierno estimó que el porcentaje caería hasta el 4.9% en el año 2000, a medida que Japón importaba cada vez más alimentos y las pequeñas granjas desaparecían.
El crecimiento económico de Japón en los sesenta y setenta se basó en la rápida expansión de la industria pesada, en sectores como la automoción, el acero, la construcción naval, la industria química y la electrónica. El sector secundario (la fabricación, construcción y minería) creció hasta el 35,6% de la mano de obra en 1970. Sin embargo, a finales de los setenta, la economía japonesa empezó a abandonar la industria pesada para orientarse al sector servicios (terciario). Durante los ochenta, los trabajos en venta al por mayor, venta al por menor, finanzas, seguros, inmobiliarias, transporte y comunicaciones, y los gubernamentales crecieron rápidamente, mientras que el empleo del sector secundario permaneció estable. El sector terciario creció del 47% de la mano de obra en 1970 al 59,2% en 1990.
La década de 1980
Durante la década de los setenta, Japón se convirtió en el segundo país del mundo por PNB (Producto Nacional Bruto), sólo detrás de EEUU. Después de una leve depresión económica a mediados de la década de los 80, la economía japonesa comenzó un periodo de expansión en 1986 que continuó hasta que volvió a entrar en recesión en 1992.